En la actualidad es importante que a los niños se les enseñe sobre impacto social para poder mejorar nuestro entorno de manera positiva. Una de las iniciativas que promueve esta educación es la Feria Nacional de Ciencias del Programa Adopte un Talento, donde se reúnen varios proyectos de niños y jóvenes mexicanos con un objetivo en común: mejorar la vida de sus comunidades.
Para lograrlo, los niños y jóvenes preparan un proyecto durante un semestre con investigadores de universidades como la UNAM, el Politécnico Nacional y el Tecnológico de Monterrey.
El fin es que cada uno de los proyectos conlleve al impacto social y que los estudiantes “vivan en carne propia” la realización de una investigación científica y proponer soluciones para los problemas que tiene su comunidad.
Estos son los proyectos de los niños y jóvenes mexicanos:
Contra el Parkinson
Iván Díaz se encuentra en segundo año de bachillerato, tiene 17 años y estudia en el CCH Sur de la UNAM. Siendo una persona muy joven, Iván desarrolló el prototipo de un dispositivo de estimulación transcraneal por corriente oscilatoria (ETCO), que podría servir en el tratamiento del Parkinson.
“Convivo con una persona con esta enfermedad y yo notaba sus síntomas. Principalmente el temblor en reposo. Me interesó mucho, me causó curiosidad y empecé a investigar sobre por qué temblaban las extremidades, qué zonas afectaba el parkinson y por qué”, explica Iván.
El joven comenzó a crear un neuroestimulador que simule la Estimulación Cerebral Profunda (ECP) pero de una manera no invasiva, esto debido a que normalmente, para tratar el Parkinson se usa ese método quirúrgico que causa hemorragias.
“Mi maestro, Gabriel Ramírez García, es un investigador, trabaja en el Instituto de Neurología y Neurocirugía. Él me ayudó con la parte de documentación, me pasó artículos, tesis, y, como algunas cosas estaban en inglés, él me las tradujo”.
Aunque el proyecto es un prototipo todavía, Iván sueña con que su proyecto sea lanzado al mercado y sirva como alternativa para las personas que tienen esta enfermedad. Espera que para fin de año, el prototipo sea utilizado como prueba en animales.
Plástico biodegradable
Únicamente con 10 años de edad Andrea Feliciano y Jesús Mercado junto con Danna Paula de 9, comenzaron a diseñar uno de los proyectos más interesantes: ellos buscan reutilizar las cáscaras de plátano y crear plástico biodegradable.
“Un bioplástico es una alternativa ecológica con múltiples ventajas para las personas y el medioambiente”, explica Danna Paula. “Las cáscaras de plátano son desechos orgánicos que no se aprovechan y forman parte de la contaminación ambiental, por ello las reutilizaremos para crear un plástico biodegradable”, agrega Jesús.
Ellos dicen que la idea comenzó debido a que “los plásticos están hechos de petróleo, lo que contamina el medioambiente y tardan mucho en degradarse. En cambio, con estos materiales naturales no se contamina el medioambiente y se tarda menos en degradar”.
El proyecto se encuentra en fase de pruebas y se asegurarán que la mezcla forme un material con características parecidas al plástico.
Al preguntarle sobre ¿por qué utilizar cáscaras de plátano?, Danna explica que la cáscara de plátano es un desecho orgánico rico en almidón, el agua funciona como solvente y permite que las sustancias se mezclen con mayor facilidad, la glicerina es la encargada de que el material sea flexible, ya que es un lubricante, mientras que el ácido acético funciona como conservador y tiene la función de dar propiedad a la mezcla, dando como resultado un plástico biodegradable
Platiolote
Para reducir los niveles de contaminación en la Ciudad de México debido a las grandes cantidades de plástico desechado a diario, Adonis Pérez de 13 años propone utilizar olote, un desecho común, para darle un nuevo uso, y así, crear una alternativa al plástico para ser más “amigable” con el medio ambiente.
Actualmente utiliza una mezcla de olotes, glicerol y pequeñas cantidades de pellets (material aglomerado) de plástico. Con este proyecto, Adonis, seguirá trabajando para en un futuro producir vasos hechos con plastiolote.
Antigrafitti
¡Cuánto sufrimos cuando vemos que nuestra pared, está rayoneada, oootra vez! Jayro Díaz, ya se cansó de esa situación y a sus 11 años desarrolló una película antigraffiti hecha con la baba de nopal, conocida como mucílago.
Después de hacer varias pruebas, el joven ya tiene el resultado esperado. Al mezclar la baba de nopal, con sal, glicerina y etanol y luego de aplicar un par de capas de ese líquido sobre una pared pintada con un graffiti, el joven descubrió que posible eliminarlo con ayuda de jabón y una fibra.
Cabe mencionar que esta mezcla es “amigable” con el medio ambiente. El plan de Jayro es comercializar el producto como pintura antigrafitti.