Pese a que la primera señal de alarma se dio en diciembre de 2013 por Guillermo Jenkins de Landa, hijo primogénito de Guillermo Jenkins Anstead, señalando que el patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins (FMSJ) podría correr peligro de privatizarse por miembros del Consejo Directivo, la autoridad gubernamental del estado de Puebla y el Sistema de Administración Tributaria han permanecido en extremo prudentes respecto a brindar información sobre las medidas que se tomarán respecto a lo que a todas luces parece ser la apropiación por particulares de un patrimonio legado para fines públicos y altruistas.
Sobre este caso se tiene más información vía periodistas, quienes han desplegado diversas investigaciones, que por las autoridades públicas. Han transcurrido ya varios años desde aquella denuncia de un miembro de la familia en diciembre de 2013 y tan solo la SHCP revocó la autorización para que la Fundación Mary Street Jenkins recibiera donativos deducibles del impuesto sobre la renta en 2015, pero hoy se requiere saber si se aplicará la ley o no.
Afortunadamente para el desenlace del caso han salido a la luz documentos e información que no solo aclaran, sino que también dan soporte a los hechos que pueden probar el presunto desvío del patrimonio de la Fundación a manos de 4 de los hijos de Guillermo Jenkins Anstead y su viuda en una serie de maniobras para usufructuar el patrimonio otrora con fines sociales.
Cómo sabrá el lector, Don William Oscar Jenkins (n. en 1878-1963) y su esposa Mary Street vinieron de los Estados Unidos a hacer negocios y la primera ciudad donde radicaron fue Aguascalientes, donde el oriundo de Shelby, Tennesse; inició su actividad empresarial en el ramo textil. Años después la pareja se trasladó a Puebla donde incursionó en otras actividades como la producción de azúcar, alcohol y en el entretenimiento que ofrecían los cines donde hizo un emporio.
Ya en bonanza vivió el episodio de un secuestro o (supuesto secuestro) que le ganó tanto simpatizantes como detractores cuyos efectos se sintieron a lo largo de toda su vida generando grandes contrates que le hicieron objeto de críticas o beneplácitos. Años más tarde la Sra. Mary falleció. Entonces para honrar su memoria, William decidió crear una fundación que llevase el nombre de su difunta esposa. Así la Fundación Mary Street Jenkins se creó en octubre de 1954 e inmediatamente inició actividades de caridad y apoyo a la educación. Varios de sus fustigadores le calificaron como un empresario voraz que quiso lavar culpas a través de la filantropía.
William Oscar Jenkins procreó a Guillermo Jenkins Anstead, quien se casó con Elodia Sofía de Landa Irizar y tuvieron 5 hijos: Guillermo, Roberto, María Elodia, Margarita y Juan Carlos, todos ellos de apellidos Jenkins de Landa.
Precisamente Guillermo Jenkins de Landa es quien denuncia al resto de la familia y otros miembros del patronato. Al parecer su madre y 4 hermanos, iniciaron la maniobra para recuperar el dinero heredado por William Oscar Jenkins a la Fundación. La ruta de este escándalo al parecer fue así. Los integrantes del Consejo Directivo deciden crear en 2014 en la ciudad de Aguascalientes la asociación Bienestar de la Filantropía a la que transfirieron 720 millones de dólares y de ahí colocaron el dinero en Barbados. Meses después los Jenkins de Landa crearon en Panamá una sociedad anónima con nombre altruista: “Fundación para el Desarrollo Latinoamericano”, receptora de la totalidad del dinero otrora legado y patrimonio de la FMSJ.
A dicha sociedad civil los Jenkins de Landa le endilgaron unos estatutos donde se señala que todos sus integrantes tienen derecho a recibir recursos para su manutención por varios miles de dólares al año a excepción del hijo denunciante, Guillermo. Su padre falleció el año pasado en el mes de diciembre, pero el daño ya estaba hecho.
La semana pasada varios periódicos y sitios informativos publicaron información relevante del caso, como Semanario Proceso, periódico Diario Cambio, El Universal y Reforma, entre otros. Dichas notas van acompañadas de documentos probatorios de esta historia.
Es así como la historia de la Fundación Mary Street Jenkins está dando varias interrogantes y lecciones, al menos las siguientes:
- ¿No qué hay vigilancia pública?
¿Qué papel jugó el gobierno estatal respecto a la maniobra de transferencia de recursos de Puebla a Aguascalientes y de ahí a un paraíso fiscal? La Fundación Mary Street Jenkins estuvo constituida como Institución de Beneficencia Privada, por lo tanto, supuestamente requería el permiso de la Junta de Beneficencia de Puebla que regula a esas organizaciones.
- Sobre la gobernabilidad de la asociación
Como sucede en las empresas lucrativas (sobre todo con las PyMES) con sus Consejos de Administración conformados con integrantes familiares, también los Consejos Directivos o Patronatos en las organizaciones de la sociedad civil representa un gran riesgo constituirlos así, pues además de los tirones y jalones para la toma de decisiones, se generan disputas por el (micro) poder que supone dirigir una organización. Ese tipo de Patronato carecen de colegialidad y desde luego se corren prácticas de opacidad en el manejo de los recursos. Hoy algunos de sus cercanos colaboradores o ex consejeros están siendo cuestionados sobre el actuar de la fundación como el ex canciller Luis Ernesto Derbez, rector de la Universidad de las Américas de Puebla cuyo destino financiero también está en vilo.
Desde el Consejo Directivo
El Presidente del Directorio calificó de importantísima la declaración que hizo la semana pasada en Chile, Yolanda Kakabadse, quien es Presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza, respecto a que la contaminación de los mares pone en peligro la seguridad alimentaria del planeta. Ante una gran comunidad de científicos señaló que los efectos del cambio climático se pueden ver prácticamente ya en la vida cotidiana como la intensidad de los huracanes o las sequías en otros lugares. Hay que incorporar a nuestro trabajo el respeto a la naturaleza y cambiar hábitos que estén acordes a resarcir daños que hemos como especie provocado en el planeta.
La Secretaria del Consejo Directivo compartió la nota que fue publicada en varios periódicos la semana pasada donde se señala que el académico Pedro Hernández, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM afirmó que México ya tiene una tercera generación de infantes que viven en situación de calle y que se han arraigado en ella. De ahí toma relevancia el trabajo que realizan organizaciones de la sociedad civil como El Caracol que hacen un estupendo trabajo en defensa de los derechos de estas personas y logran que muchos la abandonen y construyan una nueva opción de vida.
El Tesorero señaló que la asociación civil, Clínica Rhenals Oftalmológica que cuenta con 25 años de servicio, está ofreciendo sus programas de salud visual como son el trasplante de córnea de manera gratuita y cirugía de cataratas a bajo costo. El programa de trasplante de córnea es gratuito siempre y cuando el beneficiario cuente con Seguro Popular. Por otro lado, la cirugía de cataratas tiene un costo de recuperación de 4 mil pesos el cual incluye lente intraocular. El Tesorero señaló que quien esté interesado puede contactar a la Clínica Rhenals Oftalmológica, A.C., al teléfono móvil 55 2243 5633 o escriba al correo electrónico: [email protected]
El Director de la organización señaló a sus consejeros que la Revista Alcaldes de México durante la reciente entrega de sus Premios a los Mejores Alcaldes en distintas categorías anunció dos interesantes iniciativas. La primera fue su adhesión a la red del Pacto Mundial México y por otro lado la creación de la Fundación Gobernadores y Alcaldes de México que tendrá como objetivo compartir experiencias y conocimiento sobre gobiernos y buenas prácticas. Esta última propuesta servirá para avanzar en el fomento de la gobernanza en México.
Muy buen artículo Emilio. Muchas felicidades por el valor de investigar y recopilar la información de este caso que, sin duda, será un tema que durará muchos años para que se esclarezca; sobre todo porque sabemos que nuestras autoridades, quienes saben perfectamente lo que sucedió, no soltarán información que permita conocer los motivos que tuvieron para autorizar a la familia y permitir la salida del capital de nuestro país, mucho menos reconocerán que violaron la voluntad de quien trabajó para legar su fortuna a la filantropía y, en específico, para ayudar a la educación de nuestro país.
¡Es un caso muy lamentable!
Saludos.