La responsabilidad como es nos gusta mirarla, y la nombramos como responsHabilidad o habilidad para responder, el significado cambia rotundamente, esto según Lola Pelayo del sitio Huelva información.
«Antes de diferenciar las actitudes reactivas de las proactivas, aclaremos la enorme influencia que tiene la actitud en los resultados que obtenemos en la vida.
La actitud es un multiplicador de los resultados, un motor de cambio espectacular, el factor que más influye de hecho. El problema es que lo hace tanto para bien como para mal. Una buena actitud, positiva y motivada, multiplica los resultados y los efectos positivos; pero la actitud negativa también multiplica, sólo que lo hace restando».
De acuerdo con Lola, el cambio es igual a la acción o acciones que ponemos en marcha, a las que les sumamos la habilidad personal para hacerlas, y que después multiplicamos por la voluntad que le ponemos. O lo que es lo mismo: Cambio = (acción + habilidad) x voluntad.
«La voluntad está directamente influida por nuestra actitud. ¿Les cuesta más tener voluntad para hacer algo cuando su actitud no es positiva? Yo creo que sí. Siempre cuesta más. Así que la actitud es como la energía con la que afrontamos las acciones, y también está multiplicando la suma. ¿Se dan cuenta? La habilidad para hacer lo que necesitamos hacer es importante, claro que lo es, pero sólo suma, no multiplica. Es mucho más importante la voluntad influida por una buena actitud, tanto que pueden llegar a igualar o superar el resultado de otros que tenían más habilidades que ustedes».
Proactividad vs. Reactividad
Una actitud negativa lleva a que se obtengan conductas reactivas, sin embargo, cuando teñimos de buena actitud nuestra voluntad, nos convertimos en directores de nuestras vidas, tomamos decisiones, hacemos planes y actuamos, porque nos sentimos con poder para transformar las cosas.
Una respuesta proactiva sería decir que «el responsable soy yo, por no levantarme y pedirle a la familia que tenga consideración y respeto». Claro que esto necesita una alta dosis de asertividad para que no se nos vuelva en contra, un tema que bien merece otra página otro domingo.
De acuerdo con Pelayo, la Responsabilidad Social Corporativa transformadora es la que da respuestas proactivas cada vez que quien la tiene -sea persona, empresa o institución- se pregunta quién es el responsable de algo. No necesitamos más jueces que busquen culpables, necesitamos más gente y más organizaciones responsables.