Cerca de 200 países reafirmaron su compromiso con el medio ambiente dentro del marco de la Cumbre del Clima (COP23), la cual concluyó hace unos días.
A pesar de que Estados Unidos salió del Acuerdo, países como México, Japón, Rusia, Corea, entre otros dijeron que seguirían con las reglas del Acuerdo de París contra el cambio climático, firmado en 2015.
Además, Frank Bainimarama, primer ministro de Fiji y presidente de la COP23, consideró que el texto aprobado en la cumbre, denominado «El Momento Bula de la Implementación» del Acuerdo de París, haciendo un guiño a la palabra «bula» con la que se saludan los fijianos, es «un paso adelante para avanzar en la puesta en marcha del pacto alcanzado en 2015, si bien hay que ir más rápido en su implementación».
Algunos negociadores, como el Comisario Europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, reconoció que tras la COP23 se abre un año intenso de reuniones para la diplomacia climática porque «queda mucho trabajo por delante para concluir el texto de reglas en la fecha fijada», diciembre de 2018.
COP23 de Bonn
Uno de los temas que se habló dentro de la cumbre es sobre el mecanismo de revisión de los compromisos nacionales de reducción de emisiones del Acuerdo de París, y la financiación que los países ricos van a destinar a los en desarrollo en mitigación y adaptación al calentamiento.
También los países en desarrollo exigieron a los países ricos que reporten con dos años de antelación cuánto dinero iban a aportar y en qué plazos, con el objetivo de que pudieran saber con qué fondos contaban.
Diálogo de Talanoa
Uno de los logros de la COP 23 es el diseño del llamado Diálogo de Talanoa con el que los países deberán rendir cuentas en la próxima cumbre. Informarán cómo van a incrementar la ambición de sus compromisos de reducción de emisiones nacionales para lograr el objetivo al que se han comprometido: mantener el aumento de temperatura del planeta por debajo de los 2 grados, y, si es posible, en 1.5.
De acuerdo con científicos, los objetivos de reducción de emisiones actuales de los países no van por buen camino para ese objetivo sino que conducen a entre 3 y 4 grados más a finales de siglo.