El grupo de comunicación Vice Media que surgió como un símbolo de contracultura, confesó que permitió deplorables conductas sexuales, de acuerdo con The New York Times.
Según el Times, se acordaron una serie de arreglos para que no se conozcan estos hechos. El presidente de la compañía, Andrew Creighton, pagó 135 mil dólares en 2016 a una empleada no identificada que fue despedida después de que rechazara tener una relación íntima con él.
De acuerdo con la investigación del Times, el arreglo al que se llegó fue por una cantidad no detallada.
En enero del 2017, la periodista Joanna Fuertes-Knight llegó a otro acuerdo por 24 mil dólares por denuncias de acoso sexual y discriminación racial. Algunas acusaciones afectaban al productor de Vice Rhys James.
Otro caso de acoso sexual en Vice
Jessica Hopper, una periodista suscribió un acuerdo por 25 mil dólares después de que se cambiara una entrevista que había hecho con un rapero para asegurar que ella había tenido sexo con el entrevistado, lo cual no era cierto.
NYT dice también que desde que comenzó a investigar el tema, con entrevistas a un centenar de actuales y antiguos empleados del grupo, muchas personas han reportado experiencias humillantes y traumáticas.
Vice hizo llegar al Times un comunicado en el que admite haber “fracasado” en su política de “crear un lugar de trabajo inclusivo” para todos los empleados, “especialmente para las mujeres”.
Vice reconoce que la cultura de la empresa “fomentó un comportamiento inapropiado que penetró en la compañía”.