Además de ser una empresa exitosa por los coches que fabrica, GM destaca también en su estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE ya que para la empresa, ésta es una prioridad en sus objetivos de negocio.
“Así como uno de nuestros objetivos es satisfacer a los clientes y hacer crecer a nuestras marcas, el tema de ayudar a las comunidades donde tenemos operaciones tiene la misma importancia, eso lo hace muy relevante para el negocio y hace que todo mundo le ponga el mismo empeño para poder ayudar de distintas formas”, comentó Teresa Cid, directora de Comunicación y Relaciones Públicas de General Motors en México.
GM tiene tres pilares dentro de su estrategia:
- Cuidado del medio ambiente
- Educación de calidad
- Apoyo a la comunidad
Educación de calidad
El objetivo es inspirar a los jóvenes, sobre todo de nivel medio superior, a que se interesen por el tema de ciencia y tecnología, sobre todo inculcarlo en las mujeres.
“Nosotros vamos formando ingenieros hombres, pero estamos buscando la inclusión en cuanto a género, pues queremos aumentar la plantilla de mujeres, pero que además sean las que lleguen a posiciones directivas”, declaró la directiva de la armadora.
Apoyo a la comunidad
GM desarrolla dos actividades: una es con la Fundación Cim*ab, con quien desde hace siete años trabaja en el apoyo a la detección oportuna del cáncer de mama, a través de un donativo económico y en especie.
A lo largo de estos siete años, General Motors ha invertido alrededor de 2 millones de pesos, con lo que se ha beneficiado a alrededor de 30,000 personas.
Cuidado del medio ambiente
GM está enfocado en hacer que todos los procesos sean limpios, además de que nuestros cuatro complejos de manufactura buscan la preservación de la biodiversidad en donde están instalados
GM se asegura de que los residuos sean segregados evitando que salgan en camiones de basura, pues todo se recicla.
“Por ejemplo, en el proceso de producción de un coche donde más se usa agua es en el proceso de pintura, y el agua para no desperdiciarla se trata para volverla a reusar; posteriormente, el agua tratada, deja un lodo residual, el cual se vende a cementeras, que lo utilizan como parte del proceso para producir el cemento”
En total, se han segregado alrededor de 205,000 toneladas de diversos residuos.