Rodeada por un puñado de casas, una pequeña aula en la fría zona rural de Aguayutla, Hidalgo, acoge un Pequeño Explorador, un módulo multimedia diseñado para niños de tres a cinco años que consta de un teclado, un mouse y una pantalla que muestra diferentes escenarios interactivos donde los pequeños aprenden matemáticas, ciencias naturales, anatomía, entre otras.
A través del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), el Pequeño Explorador (cuya cubierta es fabricada por Little Tikes) tiene presencia en 35 escuelas rurales de Hidalgo y muchas más en toda la República Mexicana que en total sumarán, al concluir 2008, alrededor de mil.
“La Fundación IBM invierte cada año 150 millones de dólares en programas de responsabilidad social, como el Pequeño Explorador”, comentó Hugo Santana, presidente de IBM México.
Hoy, el programa Pequeño Explorador beneficia a 20 mil niños en México —cuyo costo por unidad asciende a unos 10 mil dólares— y a 2.6 millones en todo el mundo. “Ha sido todo un éxito entre los niños, se pelean por manejo y he notado que aprenden más rápido los números, los colores y las dimensiones de tamaño que otros que no lo utilizan”, comentó Saraí, una de las instructoras de la pequeña escuela de Aguayutla.
IBM, que invierte 6 mil mdd en investigación y desarrollo, ostenta hoy 30% del mercado en hardware (servidores), 20% en software y 50% en servicios (outsourcing y consultoría) en el mundo.
El Universal