Preocupados por la falta de alimento en el mundo, 14 jóvenes organizaron una cena en la que recaudaron fondos para ayudar a combatir los problemas del hambre y la pobreza. Se unieron al programa «Eat So They Can», el cual pertenece a la Global Volunteer Network (GVN), de Australia.
«La verdad me siento muy feliz, y lo que me interesa es que todos compartamos este sentimiento porque es una gratificación muy grande poder pensar en los demás», comentó Luisa Martínez.
A través de este proyecto, se invita a ciudadanos de diversos países a participar en una gran cena colectiva realizada simultáneamente alrededor del mundo, con el objetivo de compartir un rato entre amigos para ayudar a detener los problemas de hambre en la población infantil en el orbe.