El conflicto que la minera canadiense Blackfire mantiene con activistas que se opusieron al proyecto ubicado en Chicomuselo, Chiapas, está tomando un tono cada vez más turbio.
La minera se vio envuelta en un escándalo tras la muerte de Mariano Abarca Roblero, líder de las protestas contra la minera, a finales de noviembre.
Este ataque sólo precedió al arresto de tres empleados de Blackfire y de una poco clara clausura de la mina por supuestas razones ambientales por parte del Gobierno estatal la semana pasada. Ahora la empresa contraataca.
Revela que había sido extorsionada por el edil perredista de Chicomuselo, Julio César Velázquez Calderón, quien lo hizo supuestamente de un modo peculiar, por decir lo menos.
Supuestamente les pidió 10 mil pesos al mes para llevar la fiesta en paz. La empresa afirma haber entregado 214 mil pesos a cuentas del edil y 200 mil pesos en donaciones a las fiestas del pueblo. Pero las demandas escalaron hacia otro tipo de fiesta, de acuerdo con un artículo publicado por el diario canadiense The Globe and Mail.
La semana pasada citó una denuncia entregada al Congreso de Chiapas por la empresa en junio. El edil, no contento con la raja mensual, demandó nada menos que una velada sexual con la actriz, y modelo de Playboy, Niurka Marcos, y un show por cuenta de la empresa. Aparentemente, ése fue el colmo para la compañía… y también el inicio de la toma de sus instalaciones desde junio.
Esa es al menos, la versión de la firma canadiense que conduce Brent Willis. Falta saber cuál es la correspondiente del Gobierno de Chiapas y la respuesta de las autoridades federales para que el lío no se convierta en un obstáculo a la inversión canadiense, que representa el 75 por ciento de inversión extranjera en la minería.
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