¿Empleas a hombres o mujeres en tu hogar para realizar actividades como aseo general, preparación de alimentos, cuidado de tus hijos o personas de la tercera edad? ¿Qué tan responsable eres como empleador; conoces y respetas los derechos de las trabajadoras del hogar?
Panorama actual
Dentro del sector laboral, este es uno de los grupos que se encuentran más vulnerables: de acuerdo con el INEGI hay casi 2.4 millones de personas entre hombres y mujeres trabajando en el hogar, enfrentándose a situaciones de explotación laboral, discriminación, violencia, salarios bajos y sin seguro social o prestaciones básicas de ley.
La oferta laboral es dominada por mujeres, del total de trabajadores, un 95 por ciento son mujeres; según información de Animal Político, una de cada siete ha sufrido maltrato laboral y una de cada siete, maltrato físico.
Respecto a las percepciones económicas, las de los trabajadores y trabajadoras del hogar se encuentran por debajo de la media; el 42 por ciento reciben entre uno y dos salarios mínimos, mientras que el 37 por ciento percibe solo uno; además cinco de cada 10 no reciben aguinaldo.
A pesar de que tener tiempo libre y días de vacaciones anuales es fundamental para conservar el bienestar y tener una buena salud tanto física como mental, el 60 por ciento, es decir, más de la mitad de las y los trabajadores del hogar no gozan de vacaciones.
¿Y qué hay de las condiciones en las que trabajan? El 96 por ciento están empleadas sin un contrato laboral, el 97 por ciento no tienen acceso a atención médica como parte de las prestaciones, el 92 por ciento no tiene seguridad social y el 30 por ciento reportaron no contar con descansos dentro de sus jornadas.
Dentro de este sector, ya bastante vulnerable, se encuentra uno aún más desprotegido: las mujeres indígenas, que conforman al menos el 11 por ciento de las trabajadoras.
Todas estas condiciones solo remarcan más las desigualdades sociales y reducen para ellas y para sus familias las posibilidades de desarrollo, debido a los bajos ingresos percibidos.
Las condiciones laborales actuales de las trabajadoras del hogar solo remarcan más las desigualdades sociales y reducen sus posibilidades de desarrollo.
Aunque tal vez no conocíamos las cifras exactas, todos o la mayoría de nosotros sabemos de este problema, y para atacar la indiferencia y mejorar la situación laboral de las y los trabajadores del hogar se creó la campaña #EmpleoJustoenCasa.
Esta campaña tiene la finalidad de promover los derechos de las trabajadoras del hogar, así como de crear conciencia para impulsar la justicia social que ayude a hacer valer sus derechos humanos.
La campaña dirigida principalmente a los hogares empleadores es impulsada por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ISLB), la organización Hogar Justo Hogar, ONU Mujeres México y la OIT México.
Decálogo del buen empleador
A continuación te presentamos el decálogo de la campaña #EmpleoJustoenCasa para ser un empleador justo:
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- Firma un contrato con la trabajadora o el trabajador del hogar.
- Respeta las jornadas de 8 horas.
- Ofrece al menos 15 días de aguinaldo
- Paga un salario justo, al menos 250 pesos por 8 horas.
- Ofrece seguridad social o da apoyo para consultas médicas, tanto de la trabajadora o trabajador, como de sus familiares y para medicamentos.
- Ofrece a la trabajadora de planta un lugar limpio y digno para dormir.
- Da vacaciones.
- Paga horas extras cuando así se requiera.
- Da alimentos de buena calidad y en suficiente proporción.
- Permite la capacitación de la trabajadora, tanto en cuestiones de trabajo del hogar, como en otras que sean de su interés.