Por Antonio Tamayo Neyra
Dentro del flujo de información que nos llega diariamente a través de las redes sociales y por los medios convencionales, como la radio y la televisión, es posible que no tengamos la oportunidad de sopesar todas y cada una las notas que nos lleguen, y por ello, alguna que posiblemente sea importante se pasa sin siquiera darnos cuenta.
Y una de ellas que puede pasarse y que considero de gran importancia, es el efecto sobre el capital humano de la llamada Revolución 4.0; la cuarta revolución industrial; Esta nueva revolución, si tiene un comportamiento y consecuencia al igual que las anteriores, provocará un efecto importante sobre el ser humano en cuanto a su papel en el sector productivo, algo en lo cual no creo estar exagerando.
En la primera Revolución, en donde apareció la agricultura, el ser humano se convirtió en campesino y sedentario, cambio radicalmente su modo de vida que propició la creación de las primeras aldeas ya fijas, y también tuvo un efecto en cuanto su sociabilidad.
En la segunda Revolución, cuando apareció la máquina de vapor, el ser humano se movió del campo a la ciudad, ya que se requería lo que después se conoció como “mano de obra”, concepto que se gestó entre el siglo XVIII y XIX, y que sigue estando vigente hasta nuestros días.
Estos cambios tecnológicos, propiciaron lo que conocemos ahora con el término modelos de producción, donde la eficiencia y la productividad se convirtieron en los paradigmas del modelo económico impuesto por la Revolución Industrial en el siglo XIX.
Pero en los pasados 150 años el desarrollo tecnológico no se ha detenido, ni los modelos o formas de socialización tampoco, a pesar de las instituciones religiosas o diversas ideologías que procuran mantener un status quo de acuerdo a sus creencias.
Es evidente que, en al menos desde fines del siglo XX hasta la fecha, se han venido cuestionando y derribando paradigmas que se mantuvieron vigentes por centurias; ejemplo de ello es el desarrollo de la ciencia que tuvo su inicio desde la época de Galileo (1564-1642). Y que fue un enorme parteaguas en cuanto a los modelos de socialización y producción.
Ahora que ya estamos en pleno siglo XXI y ya llegó la Cuarta Revolución Industrial, si estamos maravillados y asombrados por todo lo que puede hacer la tecnología por ejemplo en el llamado internet de las cosas; es necesario pensar ya desde ahora que se puede hacer con todo el capital humano que será sustituido por las máquinas, qué tipo de actividades puede hacer ahora y podrá hacer en el futuro, que tengan una aportación social.
Y así como las anteriores revoluciones industriales anteriores modificaron y crearon nuevos modelos de sociabilidad; con toda la experiencia adquirida hasta ahora, el ser humano tiene la responsabilidad de aprovechar la tecnología en su beneficio total, tanto en la generación de riqueza como el mejorar su nivel de vida.
Creo que es necesario terminar con el modelo actual vigente de dos tipos de humanidades en función de su propiedad o riqueza. Tenemos solamente un planeta y pertenece a todos por igual.
Seguiremos platicando ….
Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso) También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales. Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.