Lograr la igualdad de género es una de las metas marcadas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en donde varios países del mundo se comprometieron a impulsar acciones para llegar a ella. No obstante, todavía falta mucho para que la equidad de género sea generalizada en todo el mundo.
Si la brecha de género se pudiera cerrar dentro del mercado laboral, ello incrementaría el PIB de unos 2.6 billones de dólares; lo que significa, un crecimiento del 34% del PIB.
De acuerdo con el informe Global Gender Gao, la paridad de género repercute de manera positiva a la economía de una nación, además de que ayuda a la prosperidad de ésta e incrementa el crecimiento, la competitividad y el futuro económico de las empresas.
Cabe mencionar que la participación de la mujer en la fuerza laboral se encuentra alrededor del 70%, cifra mucho menor que en China, Europa o incluso Sub-Sahara África, la cual ronda entre el 80%.
La paridad de género repercute de manera positiva a la economía de una nación, además de que ayuda a la prosperidad de ésta e incrementa el crecimiento, la competitividad y el futuro económico de las empresas
Beneficios económicos de la igualdad de género
ONU mujeres ha realizado una recopilación de cifras y hechos que se encuentran relacionados con el empoderamiento de la mujer, desde un punto de vista económico donde se demuestra que al incentivar a una mujer, se aumenta el desarrollo social y económico de una nación:
Cuando hay más mujeres ocupadas, la economía aumenta. De acuerdo con diversos estudios hechos en diferentes países de la OCDE, el aumento de la participación de las mujeres produce un crecimiento más rápido.
Al incrementar la proporción de los ingresos del hogar por el trabajo de las mujeres, se modifica el patrón de gasto en formas que benefician a sus hijos.
Asimismo, la educación ayuda a que exista un mayor crecimiento económico. Un mayor nivel educativo da cuenta de aproximadamente el 50 por ciento del crecimiento económico en los países de la OCDE durante los últimos 50 años.
En cuestión laboral, la participación de las mujeres en el mundo laboral fue de un 47%, mientras que entre hombres el porcentaje se ubicó en un 72.2%. Lo que quiere decir que no hay paridad de género todavía.
Alrededor del mundo, las mujeres ganan menos que los hombres. En la mayoría de los países, las mujeres en promedio ganan solo entre el 60 y el 75% de salario de los hombres.
Si se superara la brecha salarial entre mujeres y hombres, las mujeres podrían aumentar sus ingresos hasta en un 76%.
De acuerdo con Pacto Mundial Red Española, las mujeres tienen una responsabilidad desproporcionada con respecto al trabajo no remunerado de cuidados que prestan a otras personas.
Dedican entre 1 y 3 horas más que los hombres a las labores domésticas; entre 2 y 10 veces más de tiempo diario a la prestación de cuidados (a los hijos e hijas, personas mayores y enfermas), y entre 1 y 4 horas diarias menos a actividades de mercado.
En la Unión Europea por ejemplo, el 25 por ciento de las mujeres informa que las responsabilidades de cuidados y otras tareas de índole familiar y personal son la razón de su ausencia en la fuerza de trabajo, en comparación con el tres por ciento de los hombres. Esto tiene un efecto adverso directo en la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.
El empoderamiento de la mujer es importante debido a que las empresas obtienen un gran beneficio al aumentar las oportunidades en cargos de liderazgo para las mujeres. De acuerdo con ONU mujeres, se estima que las compañías donde tres o más mujeres desempeñan funciones ejecutivas, registran un desempeño alto en todos los aspectos de la eficacia organizacional.
