Sin agua no podemos vivir. Lamentablemente, nos afrontamos a una crisis mundial que impediría asegurar el acceso al agua para toda la población de nuestro país. Este 22 de marzo, Día Mundial del Agua, creemos conciencia y festejemos las buenas prácticas de aquellos que están esforzándose por frenar la crisis.
Asegurar el acceso al agua, un reto para México
Léo Heller, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), visitó el territorio nacional en mayo del 2017 para revisar el acceso a los servicios de agua y saneamiento, identificar los principales obstáculos para lograr la plena garantía de los derechos a este recurso natural y recomendar legislaciones, políticas públicas y otras medidas para abordar los problemas.
En sus resultados preliminares, Heller mencionó que durante su visita los funcionarios le proporcionaron estadísticas que afirmaban que el 94% de la población mexicana tiene acceso al agua potable y 93% al saneamiento. No obstante, Heller resaltó que dichas cifras únicamente “reflejan la existencia de alguna forma de infraestructura y definitivamente no se traducen en acceso real al agua y al saneamiento en las casas de las personas, que es dramáticamente inferior”.
Esta información evidencia el problema del agua que enfrentamos y la urgencia con la que debemos resolverlo.
Aunque sin duda el gobierno mexicano tiene la obligación de proteger y asegurar el acceso al agua –un derecho humano universal–, ¿hay alguien más que pueda hacerlo? Sí: las empresas.
¿Pueden las empresas asegurar el acceso al agua?
En los últimos años, el sector privado ha estado más activo en emprender acciones y programas enfocados en el desarrollo social y la protección del medio ambiente.
Esto se debe en parte a la entrada en vigor de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que estas iniciativas han destacado el hecho de que las compañías deben hacerse responsables del impacto de sus operaciones, así como informar y responder públicamente de sus actividades y consumo de recursos.
No son pocas las empresas que se han involucrado en la cuestión de cómo asegurar el acceso al agua, principalmente aquellas que pertenecen al sector de la agricultura, una actividad humana a la que destinamos el 70% del agua dulce.
Tomando como base las metas y retos del ODS 6 “Agua limpia y saneamiento” y el ODS 12 “Producción y consumo responsables”, las organizaciones privadas han diseñado estrategias para optimizar el uso del agua, implementar tecnología hídrica innovadora, comprometer a sus directores, colaboradores y proveedores con prácticas de sostenibilidad, e incluso se han unido a alianzas internacionales para asegurar el acceso al agua.
Ejemplo de buenas prácticas para asegurar el acceso al agua: Monsanto
Siendo Monsanto una empresa dedicada a la agricultura, una de las metas de su estrategia de responsabilidad social (RS) es garantizar el consumo hídrico moderado en sus cultivos y demás actividades.
A través de un mapeo en 2015, la compañía identificó que 14 de sus instalaciones se encontraban en alto riesgo y comenzó a desarrollar planes de acción correctivos. En 2016 dio seguimiento a este asunto y monitoreó el progreso de las acciones emprendidas en 2015, identificando y compartiendo las mejores prácticas. Por último, en 2017 volvieron a mapear los riesgos de agua y redujeron las designaciones de alto riesgo en 13 instalaciones, las cuales continúan mejorando.
Además, para asegurar el acceso al agua, Monsanto capacita a los agricultores en la optimización del uso de este recurso, les provee tecnología moderna y los orienta acerca de qué hacer en tiempos de escasez.
El objetivo global de Monsanto es incrementar en un 25% la eficiencia del consumo de agua para riego en su producción mundial de semillas para el 2020, tomando como base los niveles que tuvieron en 2010.
El aprovechamiento eficiente del agua protege su calidad y disminuye la pérdida de nutrientes.
Riego por goteo
Una de las técnicas que más enseña y fomenta Monsanto es el riego por goteo. Este método emplea sensores que determinan el estado hídrico del suelo y le da al cultivo seleccionado la cantidad necesaria de agua, controlando de esta forma la maleza y consiguiendo que el uso del agua sea 90% más eficiente.
Monsanto busca que para el 2020 el 100% de la producción de maíz y algodón utilice el sistema de riego por goteo. En México y Guatemala, la empresa lleva un avance del 30% en este aspecto. Por otro lado, Costa Rica y nuestro país ya operan el 100% de riego por goteo en sus cultivos de vegetales.
En los sitios de investigación que tiene en Brasil y Chile, también ha empleado el riego por goteo en el subsuelo y sensores de humedad, consiguiendo disminuir el consumo hídrico de un 15% a 20%. Asimismo, ha instalado sistemas de riego por goteo central y de alta eficiencia en los campos de producción ubicados en Francia, Hungría y Rumania.
A la fecha, Monsanto ha incrementado su eficiencia hídrica en un 12% en comparación con el 2010, lo que significa que su eficacia alcanzó un 75% en 2016.
Reciclaje y almacenamiento de agua
Monsanto tiene cultivos en muchos países del mundo, entre ellos, India. Debido a que en las regiones de Bangalore y Hyderabad las sequías puedan durar años, la empresa instaló pozos de recolección que capturan el agua de lluvia. Estos pozos son utilizados para el cultivo y la cadena de valor.
Esta iniciativa ha logrado que más de 9.6 litros de agua de lluvia hayan sido reciclados.
HydroBio
HydroBio es una compañía de software agrícola ubicada en Denver, Colorado que fue adquirida por The Climate Corporation, una subsidiaria de Monsanto.
HydroBio tiene capacidades únicas de análisis datos enfocadas en la irrigación; utiliza imágenes satelitales, información de suelo y datos meteorológicos hiperlocales. Esta tecnología ayuda a los agricultores a mejorar su eficiencia en consumo de agua y a tener mejores cosechas.
Monsanto reutiliza el 100% del agua usada para el tratamiento químico de las semillas.
Comité Ejecutivo sobre el Agua del Pacto Mundial
Monsanto forma parte del Comité Ejecutivo sobre el Agua del Pacto Mundial de la ONU para capacitar a organizaciones en la planeación e implementación de políticas y prácticas sustentables que tienen el fin de identificar y disminuir los riesgos del desperdicio de agua.
Compromiso y conducta corporativa
Para asegurar que colaboradores, directivos, proveedores, cadena de valor y el resto de los grupos de interés de Monsanto contribuyan a asegurar el acceso al agua y respeten las prácticas sustentables de la compañía, se les entrega un Código de Conducta y la guía del Compromiso Corporativo de la organización.
¿Quieres conocer otras prácticas sostenibles de Monsanto? Lee el Informe de Sustentabilidad 2016 de Latinoamérica en este enlace. También te compartimos su reporte global.