Hasta hace unos meses, todos los días en China había movimiento de naves con plástico, aluminio y otros materiales traídos de otros países para ser reciclados en ese país.
Esta acción puede parecer un ejemplo claro de la sostenibilidad de la región, sin embargo no es así. El traslado y el procedimiento genera una gran cantidad de dióxido de carbono que contamina los ríos cercanos a las plantas en las que éste se lleva a cabo.
Ahora, todo es diferente. China aprobó una nueva ley en donde se prohíbe la compra de 24 residuos agrupados en plásticos, papel sin clasificar, escoria de ciertos animales y desechos textiles.
China aprobó una nueva ley en donde se prohíbe la compra de 24 residuos agrupados en plásticos, papel sin clasificar, escoria de ciertos animales y desechos textiles.
Esta decisión la tomó para que exista una mejoría en el medioambiente.
Uno de los continentes más afectados en el mundo es Europa, debido a que sus habitantes generan mucha basura y que hasta antes de la nueva ley, su única solución era mandar a China dichos residuos.
Cabe mencionar que el mercado de los residuos es realmente grande y multimillonario, sin embargo la preocupación medioambiental es mayor. Tanto que el gobierno chino tuvo que prohibir la compra de la basura.
Sin embargo, para Europa esta decisión ha sido un tanto complicada. Tanto que ahora, está pensando en vender su basura a países como Vietnam, Indonesia y Malasia, quienes en la actualidad están comprando cada vez más residuos europeos.
A pesar de que sí se sigue vendiendo la basura, ninguno de esos países realiza compras como lo hacía China, y en consecuencia, varios estados europeos ya presentan una crisis de gestión de residuos.
En Países como Suecia o Países Bajos, el reciclaje que realizan es un muy buen punto para ellos, tanto que hasta están creando pequeños negocios de ello.
Entre los planes de la Comisión Europea, se encuentra la creación de plantas de reciclaje en todo el continente, esto con el fin de que se genere trabajo y además que se hagan cargo de sus propios residuos.
Otra medida sería que se penalice cada producto creado con plásticos nuevos y se les imponga un impuesto.
En caso de que Europa no incremente y multiplique los procesos de reciclaje, el país tendrá que quemar su basura o enterrarla, lo que a futuro traería serias consecuencias, como más contaminación en el aire o en el subsuelo.
Importación de residuos a China en años anteriores
De acuerdo con datos de Comtrade de la ONU, durante el 2016, China importó 7,35 millones de toneladas de plástico, un 55.3% del total mundial.
Los residuos que entraron a través de Hong Kong, que los exportó hacia China continental, alcanzan las 10.2 millones de toneladas, casi un 70% del total.
Dicha dependencia informó que España envió 207 mil 835 toneladas de plásticos hacia China en 2016; un 65% del total exportado.
Por su parte, México vendió al mundo 429 mil 539 toneladas. En el caso de Japón y Corea del Sur, la proporción supera el 80%.
Para Liu Hua, investigador de Greenpeace en Asia Oriental, “esta regulación va a suponer un terremoto en todo el mundo, y forzará a varios países a abordar esa actitud distante que se ha desarrollado hacia la basura”.
“El mundo no puede continuar con el actual modelo de consumo derrochador basado en el crecimiento infinito en un planeta finito”.
Ahora, los residuos que antes se podían reciclar ya no podrán ingresar a China, al menos de manera legal.