Rusia se encuentra en la mira de todos los países y es que faltan 71 días para el Mundial Rusia 2018, dónde se espera un espectáculo especial para todos los asistentes y los televidentes.
Además se espera que todo el racismo de elimine dentro de los estadios rusos y por lo tanto, en todos los partidos de este Mundial.
Es por eso que desde hace tiempo la FIFA ha implementado reglas que los equipos de futbol deben acatar para erradicar la discriminación y el racismo en las canchas.
El racismo es un tema que preocupa a los rusos, puesto que esto es perceptible todavía en los estadios donde los gritos de mono se hacen presentes. Es por eso que Rusia se ha propuesto actuar con firmeza para que el racismo no manche el Mundial.
En los partidos, se han escuchado onomatopeyas con sonidos de simios, los cuales se han repetido varias veces contra los franceses, especialmente cuando el mediocampista Paul Pogba toca el balón. También Ousmane Dembéléfue objetivo de esos gritos en el momento de lanzar dos tiros de esquina. Además, la afición ha lanzado plátanos a los jugadores y eso hace más evidente la ofensa.
En los partidos, se han escuchado onomatopeyas con sonidos simiescos los cuales se han repetido varias veces contra los franceses.
«Vamos a estudiar el vídeo y todo lo que pasó alrededor del partido. Daremos luego nuestra evaluación», declaró un responsable de la seguridad y de las relaciones con los aficionados de la Federación Rusa de Fútbol (RFS), Vladimir Markin. .
Alexei Smertin, nombrado inspector responsable de cuestiones de racismo y discriminación en el futbol ruso, dijo que «se tomarán las medidas apropiadas» tan pronto se conozcan los resultados de las primeras investigaciones.
La reacción más contundente y la más sorprendente vino del vicepresidente de la Duma, Igor Lebedev, miembro del partido nacionalista LDPR y también del Comité de Dirección de la RFS. «¡Terminen con esto!
“Hay reglas de comportamiento, no únicamente en el estadio, también en la vida». Disponemos ya de medios de sancionar el racismo, pero o bien son demasiado débiles o bien los aficionados no los entienden».
«Ese mal comportamiento no se detendrá mientras no sea castigado».
Sin embargo la lucha para erradicar el racismo no es algo novedoso, la lucha viene desde el año 2015, cuando se lanzó una campaña importante tras los incidentes racistas que afectaron al brasileño Hulk y al ghanés Emmanuel Frimpong, ese último expulsado por haber reaccionado de manera vehemente a insultos racistas.
En San Petersburgo, los barras de Zenit, uno de los clubes más populares del país, son conocidos por sus excesos racistas, hasta el punto de haber ejercido durante mucho tiempo presión sobre su equipo para que no contratara jugadores negros.
El propio Zenit tomó medidas para combatir ese clima, pero el estadio de San Petersburgo ya había sido recientemente escenario de un «comportamiento racista», según la terminología de la UEFA.
