La emoción de planear un viaje es única, ya que la mayoría de las personas estamos ansiosas de conocer nuevos destinos, otras culturas, paisajes espectaculares, entre otras cosas.
Sin embargo, quizá no nos ponemos a pensar sobre el impacto ambiental que generan estos viajes; desde que imprimimos nuestros pases de abordaje, subimos al avión y la emisión de dióxido de carbono que produce éste medio de transporte.
Seguramente, también no tomamos en cuenta el cómo afectamos a nuestras playas, mares y otros destinos al sobrepasar la capacidad de personas en estos espacios.
Tampoco podíamos imaginar que el turismo en exceso afectara y hasta amenazara de la supervivencia de los destinos, al contrario, hasta se ha hecho publicidad para atraer a más turistas a algún lugar.
Sin embargo, esta acción es la que más ha sido afectada, pues los lugares que eran muy poco conocidos, ahora están completamente sobrepoblados de turistas, tanto que incluso algunos de ellos han tenido que cerrar.
Un ejemplo claro de ello es la Bahía Maya ubicada Tailandia; el Caño Cristales en Colombia; Cinque Terre en Italia; Machu Picchu en Perú y la Isla Jeju en Corea del Sur, lugares que han tenido que cerrar por el exceso de turistas que van a este lugar y que generan contaminación y daño a la flora y fauna de alrededor.
El crecimiento del turismo sin control está poniendo a pensar en la forma de atención del aumento en la demanda de las personas que quieren vivir experiencias únicas sin demeritar la calidad ambiental y de vida de los destinos.
De acuerdo con la Revista Forbes, en su edición de abril-mayo 2018, recientemente el Secretario de Turismo de México, Enrique de la Madrid, dijo que la respuesta para disminuir ese impacto es el turismo sustentable; «no hay de otra».
Para que el turismo sea exitoso hay que tomar en cuenta la sustentabilidad; ya que hay que cuidar los recursos naturales, restaurar ecosistemas degradados, mejorar la calidad de vida de los trabajadores del sector y también la de los habitantes de los destinos, así como integrar cadenas de valor, tener negocios inclusivos y hacer del turismo una herramienta y una palanca de desarrollo.
El turismo sustentable, se define como aquel que se desarrolla en una determinada región de manera que permita su sustentabilidad por tiempo indefinido, sin dañar el ambiente y con el objetivo de permitir el progreso exitoso de otras actividades.
El turismo sustentable, se define como aquel que se desarrolla en una determinada región de manera que permita su sustentabilidad por tiempo indefinido.
Para ser sostenible, el turismo debe ser económicamente viable, satisfacer las necesidades de la sociedad, conservar el medio ambiente y el patrimonio cultural del que depende y, de esta forma, continuar generando beneficios sin perjudicar a las generaciones actuales y futuras.
Para Vicente Ferreyra Acosta, director general de Sustentur es necesario cambiar el modelo de turismo que hay ahora y pensar en atraer una demanda diferente: los viajeros responsables, los explotadores, los observadores de aves, personas con discapacidad, turistas científicos.
Es importante aprovechar el patrimonio natural y cultural que tenemos para que los visitantes nacionales e internacionales puedan conservarlo, y sobretodo disfrutarlo.
Avanzar en la sustentabilidad del turismo es un ganar ganar.
Si los turistas hicieran conciencia sobre su impacto ambiental y ayudaran a disminuirlos, seguramente vivirán una experiencia mayor y hasta de entendimiento mutuo. Esto debido a que ayudarían al sitio que están visitando y seguramente los que viven ahí o los que cuidan de este espacio estarán agradecidos.
Dar pasos firmes hacia un turismo sustentable y responsable significa obtener un beneficio para todos los involucrados en la cadena de valor de esta actividad. De acuerdo con Ferreyra, el turismo sustentable, es un mejor turismo.
