En colaboración con Alejandra Aguilar
Cuando Coca-Cola anunció, a comienzos de este año, sus planes de reciclar 100% de sus empaques para 2030, aseguró que el esfuerzo era parte de su éxito con el uso sustentable del agua y de su responsabilidad social empresarial (RSE). En un anuncio de página completa publicado en The New York Times en agosto de 2016, la compañía proclamó que por cada gota que utiliza para elaborar sus productos, devuelve una, presumiendo en su sitio web que era la primera compañía de Fortune 500 en alcanzar un objetivo tan agresivo.
Pero a casi dos años de aquel anuncio, la evidencia sugiere que la compañía está exagerando enormemente su récord de agua. El reciente estudio “How Coke Spun the Public on its Water Use”, publicado por The Investigative Fund, asegura que “cada gota” de las que habla Coca-Cola se refiere únicamente a la misma cantidad de líquido que entra en la botella y no a la huella hídrica real que tiene elaborar sus productos.
Resultados clave del estudio
- Coca-Cola afirma que por cada gota de agua que usa la empresa, devuelve una. Pero «cada gota» incluye sólo lo que entra en la botella.
- En su matemática «gota a gota», la compañía no cuenta el agua en su cadena de suministro, incluida la cosecha de azúcar que consume mucha agua.
- En 2008, Coca-Cola realizó una evaluación de una fábrica y concluyó que para producir medio litro de refresco necesitan 35 litros de agua, de los cuales:
1. La mayor parte (casi 28 litros) se usa en el cultivo de la remolacha azucarera que endulza la bebida.
2. Otros casi 7 litros se requieren para fabricar la botella de plástico PET.
3. Apenas 400 mililitros es el “agua operacional”, es decir, la que se usa en sus plantas embotelladoras y la que Coca-Cola considera como “huella hídrica operacional”. - Coca-Cola reconoció incluso, en un informe, que el agua que utiliza en sus procesos de producción directos son apenas «un porcentaje muy pequeño de la huella hídrica total».
- La compañía ha sido criticada por los elementos “científicos” que hay detrás de su programa de “compensación” de agua.
- Por supuesto siempre tendrá defensores. Y es que Coca-Cola otorga millones de dólares a grupos ambientales que evalúan la eficacia de sus planes de reposición de agua.
- Desde 2007, Coca-Cola se comprometió a convertirse en “un negocio verdaderamente sustentable en el agua a escala global”. Once años después, según su propia evaluación de 2008, la compañía todavía tiene pendiente reponer casi 99% por ciento de su huella hídrica.
En Expok, buscamos a Coca-Cola México para preguntarle sobre su postura ante la investigación obteniendo únicamente un statement general de sus esfuerzos en torno al agua:
“En la Industria Mexicana de Coca-Cola hemos recorrido un importante camino en favor del reabastecimiento, reducción y reuso del agua. Sabemos que es el principal elemento para la vida, por lo que hemos implementado acciones para reducir el agua utilizada en procesos de producción, tratamos el 100% del agua residual derivada de estos procesos y posteriormente la reutilizamos en diversas actividades. Además, hemos sumado esfuerzos para contribuir a la meta global de la compañía por regresar a las comunidades y a la naturaleza toda el agua que utilizamos en nuestros productos. En México, conseguimos alcanzar la meta cinco años antes del plazo establecido a nivel global, devolviendo más del 100% del agua.”
-Pero, ¿exactamente qué consideran “agua utilizada en sus productos”? ¿Es el “agua operacional” como cita el estudio o se trata de toda la huella hídrica de su producción (incluyendo azúcar, PET…)? -insistimos.
No hubo respuesta.
La investigación publicada recuerda que la empresa fue criticada por sus prácticas a mediados de la década de los 2000, debido a que hasta ese momento, la compañía mantenía bajos los costos de distribución recurriendo a las fuentes locales de agua, una práctica que se remontaba al éxito inicial de la compañía en fuentes de soda del área de Atlanta, desde su surgimiento en 1891. Sin embargo, en la década de los 2000 la población local en algunas de las regiones del mundo, cada vez más estresadas por el agua, miraba más críticamente a los grandes usuarios del agua, con lo que Coca-Cola se convirtió en blanco de la ira pública.
En 2007, pidieron un boicot nacional en apoyo de los agricultores indios que acusaron a la compañía de robar su agua y sus medios de subsistencia. Fue una pesadilla internacional de relaciones públicas que amenazó la imagen de marca de Coca-Cola y la estrategia comercial global.
Ese año, en un intento por abonar a la transparencia de Coca-Cola en RSE, Neville Isdell, entonces CEO de la compañía, se comprometió a que en 2020 la marca reemplazaría cada gota de agua que utiliza en la producción de sus bebidas para lograr un equilibrio en las comunidades y la naturaleza.
Coca-Cola dice: «Estamos reponiendo toda el agua que usamos.» ¿Lo hace en verdad?
La compañía contactó a Arjen Hoekstra, científico holandés que años antes había desarrollado un método para sumar el agua necesaria para producir lo que consumimos; la llamó huella hídrica y contabilizaba no sólo el agua utilizada en las fábricas sino también la necesaria para obtener las materias primas, crear el embalaje y todo lo demás que se requiere para cada producto.
Hoekstra estaba encantado con la idea de ayudar a Coca-Cola a evaluar y reducir el consumo de agua en cada parte de su cadena de suministro, no sólo el agua utilizada en sus plantas embotelladoras, sino también la cantidad necesaria para cultivar el azúcar y otros ingredientes así como para producir cada botella de plástico y aluminio.
La actualidad, además, lo exigía. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la mitad de la población mundial vivirá en áreas con escasez de agua para 2025. Para 2030, Naciones Unidas predicen que el estrés hídrico dará paso a la escasez de agua para casi la mitad de las personas en el planeta. En 2007, Hoekstra y otros expertos ya estaban haciendo sonar la alarma y pensó que la transparencia de Coca-Cola en RSE había ganado. Pero la marca tenía un plan diferente.
Desde las primeras reuniones, hubo resistencia de los ejecutivos de Coca-Cola a incluir la cadena de suministro como parte de su consumo de agua. Esto se agudizó luego de identificar su huella hídrica en 35 litros por cada medio litro de producto y a medida que entendían la enormidad del reto, Coca-Cola y otros miembros del grupo de trabajo presionaron a Hoekstra para que les permitiera elegir un método de medición (“net green” en lugar de “fully green”) que reduciría casi la mitad de la huella hídrica de Coca-Cola, según la gente en las reuniones.
“Por cada gota que usamos, devolvemos una.” ¿En verdad, Coca-Cola?
Después de que Hoekstra rechazara la solicitud de Coca-Cola de sustituir el «fully verde» por el “net green”, la empresa nunca avanzó con una huella hídrica de la empresa a nivel global, limitando su atención sólo al agua que entra en cada botella y estancando la transparencia de Coca-Cola en RSE.
El objetivo final de la compañía, asegura Coca-Cola, es obtener de forma más sostenible el 100% de sus ingredientes agrícolas clave y que trabaja con sus proveedores para mejorar. La marca cree que ha progresado mucho en esta área, pero reconoce que es un “viaje”.
En sus informes anuales, continúa informando su progreso en materia de agua, a través de cientos de páginas informativas y notas técnicas al pie. ¿Es esto un ejercicio auténtico de transparencia de Coca-Cola en RSE?
Por ejemplo, los casi 2,000 millones de litros de agua que la compañía compensó en 2015 cubren apenas su «agua operacional», es decir, ese «muy pequeño porcentaje» de su huella hídrica según reconoció la propia compañía tras la evaluación de 2008.
Para ser exactos, cuando se refiere a devolver cada gota, se refiere esencialmente sólo al agua que realmente cabe en cada botella o lata de sus bebidas: sólo ese medio litro de Coca-Cola cuya producción esconde 35 litros de agua.
En México, la compañía respondió como parte de su statement general que desarrolla tres tipos principales de proyectos en torno al agua:
- Reabastecer. A través de Fundación Coca-Cola, creamos alianzas de colaboración con autoridades, organizaciones de la sociedad civil y comunidades para implementar acciones que han dado grandes resultados.
- Reducir. Invertimos en tecnologías que nos permiten reducir el consumo de agua en nuestros procesos productivos, logrando disminuir 35% de consumo de agua en plantas embotelladoras en comparación con el año 2002.
- Reutilizar. Tratamos 100% de las aguas industriales derivadas de nuestros procesos, que son reutilizadas para la irrigación de jardines, lavado de vehículos y donadas a las comunidades y autoridades locales para riego.
Y vuelve a asegurar que: “Devolvemos más del 100% del agua que utilizamos en la elaboración de nuestros productos”.
El caso de las trincheras mexicanas
De acuerdo con la investigación publicada, muchos de los proyectos de compensación de Coca-Cola enfrentan preguntas sobre si entregan los beneficios que afirma la marca. Tal vez la acusación más seria va en el sentido de si examina apropiadamente los proyectos para garantizar que cuenten con el respaldo de la ciencia. La compañía no respondió a The Verge, medio aliado que difundió el estudio, preguntas detalladas sobre estas críticas, las cuales han sido planteadas por científicos mexicanos.
En México, Coca-Cola y una de sus embotelladoras financiaron trabajos forestales que incluyeron la excavación de trincheras similares a las utilizadas en la agricultura. Estas zanjas de infiltración estaban destinadas a garantizar suficiente agua a los retoños. La marca ha tomado públicamente el crédito por ayudar a financiar más de 5 millones de trincheras en parques nacionales y otros bosques en todo el país. Sin embargo, estos proyectos han sido criticados por causar daños a algunos de los parques nacionales más emblemáticos del México.
La propia Comisión Nacional Forestal del gobierno mexicano (Conafor) suspendió el uso de esas trincheras hace más de tres años en algunas partes del país. Los estudios científicos han concluido que la práctica no mejoró las condiciones de crecimiento, pero aumentó la erosión y la degradación de los bosques. En 2015, un conservacionista mexicano apareció en un video de YouTube en el que se llamaba a Coca-Cola y a otras corporaciones que financiaban esos trabajos de trinchera. Helena Cotler, investigadora de la UNAM y quien lideró los estudios contra las trincheras, comentó a The Verge que la compañía le había explicado que desde 2015 había suspendido el financiamiento a las trincheras.
¿Las declaraciones de Coca-Cola sobre devolver el agua han ido demasiado lejos?
Sin embargo, en el informe de reabastecimiento más reciente de Coca-Cola, publicado en abril de 2017, la compañía continuó contabilizando estos proyectos desacreditados en su recuento mundial de reposición de agua. No es una cantidad insignificante. Del total de 221,700 millones de litros de agua que Coca-Cola estimó restaurados a la naturaleza en 2016, los 13,000 millones de litros que la empresa atribuye a los proyectos de trincheras mexicanos equivalen a casi 6% de sus metas mundiales de reabastecimiento.
Con todo eso, en 2016 la compañía afirmo que había conseguido sus metas globales de reabastecimento. “Los 191.9 mil millones de litros devueltos a la naturaleza en 2015 permitieron a la compañía a lograr el equilibrio cinco años antes del cronograma”.
Desde entonces, la compañía ha contabilizado como un plus cada litro de agua que dice haber regresado. Al cierre de ese año, informó compensaciones por un total de 221 mil millones de litros de agua o «133% » de su volumen de ventas globales. Pero eso no significa más que un poco más de su «agua operativa» y no el agua total que utiliza a lo largo de su cadena de suministro para producir sus productos.
De esta manera, casi 99% por ciento del agua que en realidad utiliza Coca-Cola no es reabastecida. Incluso más, considerando que no todos los proyectos de compensación de la empresa realmente «devuelven» el agua a la naturaleza, según lo que ha admitido la propia compañía.
Alianzas de mucho peso
Una de las formas en que Coca-Cola se garantiza el acceso al agua es a través de aliarse con agencias gubernamentales que resguardan las mejores fuentes de agua del mundo. Desde el año 2007, según información de la compañía, Coca-Cola destinó cerca de mil millones de dólares en proyectos de conservación de la naturaleza, infraestructura, agua y saneamiento en más de 100 países, en asociación con el gobierno, agencias internacionales y grupos sin fines de lucro.
Cuando se le preguntó acerca de estas inversiones, Coca-Cola dijo a The Verge que había invertido aproximadamente 2 mil millones de dólares, la mitad en mejora de aguas residuales a sus plantas y el resto en inversiones de eficiencia hídrica y proyectos de agua comunitarios. No resolvió la cuestión de si de ese dinero fue proporcionado por sus socios.
Enmarcado en la transparencia de Coca-Cola en RSE, la empresa ha mantenido la promoción constante de sus logros de agua. A principios de este año, se embarcó en su nueva iniciativa «World Without Waste» para abordar el envasado. La marca se comprometió a utilizar 50% de contenido reciclado y reciclar «el equivalente» a 100% de sus envases para 2030, una oferta, dijo la compañía, que marcar el comienzo de una economía circular.
John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace Reino Unido, ridiculizó la promesa de empaque de la compañía y la llamó una cortina de humo. También comparó los frecuentes anuncios de sostenibilidad y las campañas de concientización pública de la compañía con un programa de publicidad encubierto que pasa por alto lo que él llama los «escasos» estándares ambientales de Coca-Cola y el incumplimiento de los objetivos de sostenibilidad del pasado. Sauven también acusó a la empresa de anunciar promesas de empaques sólo para abandonarlas más tarde.
Con todo esto, ¿crees que la transparencia de Coca-Cola en RSE ha sido suficiente? ¿Realmente devuelve toda el agua que utiliza? Compártenos tu opinión.