Los “edificios que respiran” es un término que se refiere a la implementación de un diseño biomimético y bioclimático en la arquitectura, que reduzca la huella ambiental de los inmuebles, especialmente el consumo energético producido por el aire acondicionado que normalmente encontramos en oficinas y residencias.
La instalación del aire acondicionado significa una alta demanda de energía que, a su vez, intensifica la generación de emisiones contaminantes. Tal como señala El Confidencial, esta acción es un círculo vicioso: hace más calor en la Tierra e incrementamos el uso del aire acondicionado, sin darnos cuenta que esto provoca que la temperatura del planeta siga aumentando y continúen siendo más frecuentes las olas de calor.
Según un informe del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, se prevé que en 2030 haya 700 millones de aparatos de aire acondicionado en el mundo. Esta cifra puede aumentar a mil 600 millones para el 2050.
Si por cada grado adicional que bajamos la temperatura con la ayuda del aire acondicionado crecen aproximadamente en un 10% las emisiones de carbono, ¿cuánta contaminación piensas que generarán millones de estos aparatos en el futuro? O sin ir tan lejos, ¿cuántas emisiones producen en este momento?
“Edificios que respiran”: un freno al consumo energético
Salmaan Craig, investigador, ingeniero y catedrático, afirmó en una conferencia dictada en 2016 en Medellín, Colombia que el aire acondicionado es una trampa que provocó el síndrome del “edificio enfermo”, apuntando al consumo desmedido de energía que han fomentado las edificaciones de lujo ubicadas en las metrópolis globales y las ciudades en crecimiento.
Craig es uno de los principales exponentes de la arquitectura, el diseño y la ingeniería bioclimática e igualmente defiende la idea de construir “edificios que respiran” para limitar las emisiones de carbono, sobre todo en las latitudes medias y las regiones tropicales.
En sus investigaciones, ha resaltado la necesidad de desarrollar nuevos materiales de construcción y realizar experimentos de ventilación natural en edificios reales, así como entender mejor las particularidades de la sensación térmica y aprender de la naturaleza, apostando por la biomímesis.
Esta visión lo ha llevado a participar y ser un actor clave en proyectos de “edificios que respiran”, como las oficinas centrales de Bloomberg en Londres, el Louvre Abu Dhabi y el Apple Campus en la localidad de Cupertino en California, Estados Unidos.
¿Conoces qué son los “edificios que respiran”? ¿Sabías que se adaptan al medio ambiente y tienen un consumo energético mínimo?
Su trabajo también ha llegado a Latinoamérica, donde actualmente colabora como consultor independiente con la Empresa de Desarrollo Urbano EDU para el levantamiento de su nueva sede en Medellín, Colombia.
La nueva sede de la Empresa de Desarrollo Urbano
De acuerdo con Arch Daily, la gestión de este edificio es una cocreación tripartita entre la empresa pública, el sector privado y, por supuesto, Salmaan Craig. Este proyecto aplica el diseño bioclimático y forma parte de “la transformación integral del parque de San Antonio”, cuyo fin es lograr que el centro de la ciudad vuelva a ser una zona socialmente segura, un espacio saludable para los habitantes y un hábitat urbano sostenible.
Asimismo, forma parte del esfuerzo de EDU por fomentar la generación de edificios públicos sostenibles en Medellín que, a su vez, se conviertan en un referente de la metodología de “edificios que respiran”.
Las nuevas oficinas sostenibles de EDU apuestan por la innovación: su planeación tiene un sistema prefabricado de fachada, paneles solares, chimenea solar, calibración de la temperatura y flotabilidad térmica.
¿Cómo funcionan los “edificios que respiran”?
Ya que los planos de la sede están basados en el concepto de “edificios que respiran”, su característica central es una piel externa compuesta de elementos prefabricados de alta calidad que conducen el aire frío exterior hacia una chimenea solar interna.
Esto es posible gracias a materiales simples que controlan la masa térmica y generan un fluido constante de aire por cambio de temperatura, del más frío al más caliente, lo que crea corrientes de aire y ventilación natural en los espacios del inmueble, prescindiendo del aire acondicionado.
El mecanismo funciona de este modo: una chimenea solar conecta todas las plantas de oficinas. El aire interior es calentado por los ocupantes y las computadoras en uso, y se eleva de forma natural por la chimenea. Conforme se escapa este aire caliente en la parte superior, el aire fresco es aspirado desde las ventanas y hacia el interior del inmueble.
Aun si por la tarde la temperatura exterior sobrepasa los 28°C, las personas que se encuentren dentro de las oficinas no lo resentirán puesto que la chimenea está localizada en el oeste, lo que hace que reciba un impulso solar y se incremente la velocidad del aire fresco hasta un tercio. Además, la masa térmica de la infraestructura hace que el hormigón se enfríe durante la noche y conserve relativamente esa temperatura en el día, absorbiendo el calor.
El edificio tiene una altura de 3.70 metros, cuenta con diez pisos y dos sótanos, donde hay áreas técnicas para almacenamiento de agua, estacionamientos, cuartos de reciclaje, de basura, de mantenimiento y almacenamiento.
El proyecto de la nueva sede de la Empresa de Desarrollo Urbano EDU tuvo su primera etapa en el periodo septiembre 2015–junio 2016 e inició la segunda el 25 de mayo del 2017, en la que se terminarán los pisos de concreto, mampostería, instalaciones hidráulicas, de gas y red contra incendios, entre otros servicios.
La primera fase del proyecto tuvo una inversión de 11 mil 224 millones de pesos colombianos, y la segunda agregó un valor de 6 mil 500 millones.
Aunque este proyecto es considerado por sus desarrolladores como un “laboratorio experimental”, no creen que apostar por los “edificios que respiran” sea una pérdida de tiempo. Al contrario, es una oportunidad para verificar los éxitos y fracasos, mejorar el diseño y continuar apostando por este innovador concepto arquitectónico en el resto de Medellín y, ¿por qué no?, convertirse en un ejemplo a seguir para otras ciudades y países en la disminución del consumo energético.
hay algun documento en donde pueda ver mejor el uso del funcionamiento de los ventiladores que sacan el aire. Soy estudiante de arquitectura en costa rica y al ser un país tropical me gustaría conocer más sobre este sistema para aplicarlo en el proyecto de la clase de taller
Hola, ¿este edificio posee alguna certificación sostenible?