En el mundo actual, las clases regulares que reciben las niñas y niños en la escuela suelen no ser suficientes para prepararlos dentro del campo de las ciencias y las matemáticas, materias esenciales para su futuro. Muchas de las profesiones del futuro, y los problemas que se presentarán a las personas en ese momento, requerirán de profesionales con conocimientos profundos en las ciencias, así como de soluciones creativas que resuelvan dichas problemáticas sin afectar a otros.
Para poder complementar su formación, las clases extracurriculares enfocadas en la enseñanza de las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) son una opción que les abre más puertas a los niños y niñas. Las vacaciones de verano son, en este sentido, una gran oportunidad para aprovechar el tiempo libre y formar a los niños dentro de un mundo de conocimiento distinto, que les será de provecho en distintos aspectos de su vida. RobotiX, movimiento educativo que promueve las tecnologías exponenciales en la niñez, enlista las ventajas de inscribir a los niños en cursos de verano STEM.
Formación única. Los cursos de verano orientados a las disciplinas STEM ofrecen un enfoque único en su tipo en los temas que los niños pueden aprender. Temas de robótica, programación, diseño de videojuegos, aplicaciones para dispositivos móviles o hasta emprendimiento, salen de los parámetros ordinarios de la escuela, y pueden despertar la curiosidad de los niños por temas actuales en los que pueden especializarse.
Fortalece sus habilidades sociales. En un curso de verano STEM, la interacción con otros niños en un entorno diferente al escolar ayuda a los niños a desenvolverse en dinámicas distintas. El aprender jugando impulsa a las niñas y niños a desenvolverse con mayor naturalidad y ser más sociables con sus compañeros.
Fortalecen su pensamiento crítico y de investigación. Al explorar y aprender en nuevos campos de la ciencia, y estudiar temas de los que probablemente no conocían antes, los participantes de un curso de verano STEM son animados a investigar para profundizar sus conocimientos. También ayuda los niños a ver bajo un nuevo enfoque diferentes temas de los que ya conocían algo antes, dándoles una nueva perspectiva del entorno que los rodea.
Fomenta la independencia y la responsabilidad. Durante las actividades de un curso de verano STEM, en donde los niños no tienen la ayuda de sus padres para tomar ciertas decisiones, los participantes deben tomar la iniciativa para poder llevar a cabo sus proyectos, desde su planteamiento hasta su finalización. Esto los ayuda a formarse como personas independientes y responsables de sus acciones, con un sentido de autocrítica que los ayudará a desenvolverse en diferentes escenarios y situaciones.
Enseña a afrontar nuevos retos. Para enfrentarse a temas nunca antes vistos, los niños requieren de tener una mentalidad abierta y una mente creativa, que son naturales en ellos durante su infancia. Al explotar estas habilidades, además de adquirir confianza en ellos mismos, aprenderán a pensar fuera de la caja para diseñar proyectos como solución ante diferentes clases de retos, no sólo en el ámbito académico, sino en su vida misma.
Estas herramientas y habilidades pueden ser desarrolladas durante el verano en cursos enfocados en las disciplinas STEM, y al mismo tiempo, ayudan a los niños y niñas a potenciar aquellos conocimientos que les son más atractivos. Esta clase de formación ayudará a que también descubran su vocación futura, al explorar una variedad de temas enfocados en la ciencia que despertarán su curiosidad por el mundo y las cosas que los rodean.
Comunicado de prensa.