El nuevo anuario Compromiso RSE ha publicado en su primera edición una lista de lo que denomina «acontecimientos del año» en RSE. Es bastante conocida y perfectamente descriptible mi nula simpatía por los rankings de todo tipo, por razones de método, de credibilidad y de relevancia. Y, a pesar de todo, los sigo leyendo con un mínimo interés.
Porque tengo que aceptar que, una vez instalado en el escepticismo militante, no dejo de reconocer que tienen una función sintomática. Precisamente porque leo los rankings desde la incredulidad, no dejo nunca de preguntarme qué signfica que ofrezcan un resultado y no otro (aunque a veces el resultado no haga otra cosa que multiplicar mi incredulidad).
Pues bien: según el ranking al que me refiero (que es el resultado de un cuestionario enviado a los 42 miembros del consejo asesor de la publicación), las cinco noticias más relevantes del 2009 en lo que corresponde la RSE son las siguientes:
1. La administración Obama rompe con los años de la negación del cambio climático.
2. Celebrada la reunión constitutiva del Consejo Estatal de RSE.
3. El parlamento danés vuelve obligatorios los informes de RSE.
4. Cincuenta compañías de inversión instan a la SEC a obligar a las cotizadas a elaborar informes de RSE.
5. La Generalitat de Catalunya aprueba un plan para fomentar la RSE entre empresas y Administración.
Me parece realmente muy sintomático de que todas ellas traten de decisiones de los poderes públicos con relación a la RSE, y que dos de ellas traten de hacer obligatorios los informes de RSE. Alguna cosa debe flotar en la atmósfera para que el listado tenga este sesgo tan patente y potente.
Con todas las reservas que sean necesarias, en los inicios del 2010 estos resultados plantean algunos interrogantes: ¿no ha habido ninguna noticia relevante protagonizada por empresas?; ¿qué se ha hecho de la multitud de stakeholders que eran inseparables de todo lo que se cocinaba en la RSE y que zumbaban a su alrededor?; ¿se sigue considerando a la política como el príncipe azul de la RSE?; ¿la única manera de hacer visible y tangible a la RSE es a base de instituciones, comisiones e informes?; ¿todas las apologías de la voluntariedad culminan en una demostración de tal confianza que consiste en valorar por encima de todo lo que hacen los poderes públicos?; ¿el listado refleja, ni que sea parcialmente, el estado actual de la credibilidad y la legitimidad en la RSE?
Son preguntas que, todas ellas, piden algún tipo de respuesta y valoración, y podría ser interesante que el club de la RSE reflexionara sobre algunas de ellas en los próximos meses. Ni qué decir tiene que a otros lectores se les pueden suscitar otras preguntas, pero repito que no puede ser fruto del azar que las cinco noticias consideradas más relevantes sobre la RSE en el 2009 estén protagonizadas por los poderes públicos. Con todo el escepticismo que haga falta, pero aquí incluso los adversarios y críticos de la RSE podrán aducir con razón que estos resultados refuerzan sus tesis: la RSE no debe ser muy genuinamente empresarial, cuando las noticias más relevantes las protagonizan los poderes públicos… ¡ahora sí que se le ha visto el plumero a la RSE!
Por lo que me atañe, todas estas cuestiones me parecen bastante relevantes y dignas de ser tomadas en consideración; más aún si recordamos lo que cantaba Raimon: quien pregunta ya responde. De todos modos, quisiera añadir un punto, que vendría a ser una propuesta de interpretación a añadir a tantas otras posibles. Yo creo que nos encontramos en España en una fase de ralentización de la RSE. Ralentización, por cierto, que es la otra cara de la consolidación. Me explico.
La RSE partía de cero y en muy pocos años diversas empresas se han involucrado a fondo y la han asumido de manera estable y a largo plazo. El salto cuantitativo y cualitativo ha sido tan grande, que ha generado también el espejismo (repito: espejismo) que era un movimiento imparable… y ahora hay quien sufre sorpresa, perplejidad e incluso desánimo al constatar que la RSE está en lo que parece una parada.
Hay que insistir en que la parada es cuantitativa (ya no se suman tantas empresas) y no cualitativa (las que se han sumado siguen avanzando y profundizando en ella). Si la RSE era voluntaria por definición, y si las empresas se sumaban por una mezcla de interés, convicción y necesidad, quizás lo que está pasando es que el número de las interesadas, convencidas y necesitadas se está estabilizando.
Y por eso sostengo desde hace tiempo que es inminente el retorno al debate político sobre la RSE, con la ventaja que ahora ya no será un debate únicamente ideológico, sino que a partir de la experiencia de estos años podrá ser –a la vez- estrictamente empresarial y político.
Por eso predije el advenimiento de un doble lenguaje sobre la RSE: una RSE que hablará de las (comparativamente, pocas) empresas innovadoras y comprometidas, y una RSE que hablará de los requerimientos mínimos a generalizar lo máximo posible. El tiempo dirá si conviene que utilicemos la expresión RSE para designar dos perfiles empresariales tan diferentes.
En cualquier caso, creo que a corto plazo este listado nos puede hacer desembocar en una cuestión bastante importante. ¿El desarrollo de la RSE en España tiene que seguir un ritmo supuestamente espontáneo (y nos tenemos que conformar cuando este ritmo se convierta en adormilado y perezoso)? ¿O hay que impulsar un segundo salto adelante? Y la respuesta a cualquiera de las dos preguntas exige otra: ¿ quién tiene que liderar el impulso y el desarrollo de la RSE?
No sé si esta interpretación de la lista de los acontecimientos del año en materia de RSE es plausible. Pero estas consideraciones que me ha suscitado no me parecen inconvenientes para empezar el año…
Visite la fuente en el blog de Josep M. Lozano
Josep M. Lozano
Profesor del Departamento de Ciencias Sociales e investigador senior en RSE en el Instituto de Innovación Social de ESADE (URL). Sus áreas de interés son: la RSE y la ética empresarial; valores y liderazgos en las organizaciones; y espiritualidad, calidad humana y gestión. Ha publicado sus investigaciones académicas en diversos journals. Su último libro es La empresa ciudadana como empresa responsable y sostenible (Trotta) Otros de sus libros son: Ética y empresa (Trotta); Los gobiernos y la responsabilidad social de la empresa (Granica); Tras la RSE. La responsabilidad social de la empresa en España vista por sus actores (Granica) y Persona, empresa y sociedad (Infonomía).
Ha ganado diversos premios por sus publicaciones. Fue reconocido como Highly commended runner-up en el Faculty Pionner Award concedido por la European Academy of Business in Society i el Aspen Institute. Ha sido miembro de la Comissió per al debat sobre els valors de la Generalitat; del Foro de Expertos en RSE del MTAS; del Consejo Asesor de la Conferencia Interamericana sobre RSE del BID; y de la Taskforce for the Principles for Responsible Business Education del UN Global Compact. En su página web (www.josepmlozano.cat) mantiene activo un blog que lleva por título Persona, Empresa y Sociedad