Desde hace tres meses, silvicultores y ejidatarios de Puebla mantienen un conflicto con Volkswagen de México puesto que ellos quieren que la armadora detenga el uso de «bombas antigranizo», pues según están afectando el ciclo natural de las lluvias, provocando así, pérdidas en sus cultivos.
Ellos dicen que Volkswagen las utiliza con un cañón granifugo que lanza ‘bombas’ para evitar que el granizo afecte a los vehículos nuevos estacionados al aire libre. Los agricultores afirman que el uso de estos cañones ha disminuido la cantidad de lluvias y cosecha.
Los pobladores también denunciaron que recientemente los cañones de utilizaron en la parte posterior del área de estacionamiento en la zona de la carretera San Lorenza Almecatla, según ellos lo utilizaron durante tres días seguidos.
Esa parte de la armadora, que colinda con la plaza comercial Outlet se encuentra un estacionamiento amplio donde hay centenas de vehículos nuevos de distintos modelos, los cuales se encuentran al aire libre y son esos vehículos los que la planta busca proteger de los daños que el granizo pueda producir.
Las bombas antigranizo son equipos que emiten ondas sonoras con el objetivo de generar un impacto físico en el granizo y así, reducir su tamaño para que este provoque el menor daño posible al contacto con la superficie.
Silvicultores y ejidatarios de Puebla, México quieren que Volksgawen detenga el uso de «bombas antigranizo».
Cabe mencionar que Antonio Galy Fayad, el gobernador de Puebla dijo que se inició una investigación por las bombas antigranizo que utiliza la empresa, a fin de llegar a un acuerdo ante el reclamo de pobladores inconformes.
La compañía alemana presentó ante la Secretaría General de Gobierno un permiso para la operación del equipo, de tal manera que a través del protocolo para la búsqueda de soluciones pacíficas, se estableció una mesa de diálogo con grupos de silvicultores y campesinos que han denunciado los daños a sus cultivos.
El día 6 de agosto, la armadora dijo que no estaba usando dispositivos anti granizo que afecten el cliclo natural de las lluvias ni que provoquen daños al medioambiente, como lo dijeron los pobladores de Puebla.
En un comunicado, Volkswagen dijo que los equipos antigranizo son equipos que emiten ondas sonoras, con el objetivo de generar un impacto físico en el granizo y reducir su tamaño para que este provoque el menor daño posible.
En ese mismo documento, la planta armadora dijo que cuenta con las autorizaciones correspondientes para el uso de este equipamiento.
Por su parte, los representantes de 55 ejidos de la región Izta Popo y Malintzi demandaron a la automotriz un apoyo por 73 millones de pesos, para la atención de los ejidos, que consiste en maquinaria para podas, reforestación, mejora de caminos, edificación de casetas de vigilancia, mantenimiento de brigadas, combustibles para patrullas que evitan la tala clandestina, herramientas para abatir incendios forestales.
También exigieron a la fabricante que frene el uso de las bombas antigranizo que afecta a toda la región.
«No pedimos para nosotros un centavo, nosotros como pampesinos que preservamos y convervamos los bosques nos cuesta. Ya no nos dan un recurso federal. Para armar un coche se necesitan 366 mil litros de agua, de dónde proviene esta agua, y no la pagan, ellos son los primeros que se están acabando el agua», comentó Magdaleno Ríos, integrante de la organización de ejidatarios.
