Ya hasta da cierto temor hablar (o escribir) de sismos en septiembre. El año pasado «Ciudadanía en Construcción» publicó justo en la mañana del 19 del noveno mes, el artículo que tomó prestado el titulo de una obra de Jesús Gardea Rocha, “Septiembre y los otros días”, donde se señalaban los riesgos por desastres naturales que enfrenta el país y cómo la acción voluntaria puede contribuir a disminuir los estragos que se generan en distintas comunidades afectadas y… tembló.
De un año para acá, lastimosamente para muchas familias afectadas por aquellos sismos, su situación no ha mejorado pues muchas de ellas perdieron su vivienda o la vieron parcialmente afectada y la ayuda ha fluido de manera lenta. Sin embargo, la solidaridad característica de los mexicanos, generó varias iniciativas de movilización de recursos durante la emergencia, financiamiento para la posterior reconstrucción y el restablecimiento de condiciones económicas.
Vamos avanzando pero con distintas asimetrías, pero un protagonista esencial de estos logros es sin duda el voluntariado espontáneo de personas que se involucraron en aquellos amargos días y otros tantos más continúan prestando servicio sobre todo en reconstrucción de vivienda, aún después de transcurridos 365 días.
En las últimas semanas se han registrado algunos foros sobre el estado del voluntariado en México, como es el caso en particular de ONU Voluntarios y algunos encuentros locales focalizados en universidades públicas como la Autónoma de Yucatán y algunas organizaciones de la sociedad civil. Medios de comunicación han dado fe de entregas de viviendas construidas, ya sea con dinero del Fideicomiso por México, o bien, por esfuerzos privados de algunas empresas, sus fundaciones en colaboración con organizaciones de la sociedad civil. Este fue el caso en las últimas semanas de Citibanamex, Banorte y Fundación Gigante.
Al mirar al futuro para atender nuevas emergencias, vienen a la mente algunos de los retos que nuestro país enfrenta en materia de protección civil y participación ciudadana en su forma solidaria: el voluntariado que se vincula con el ODS 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles”, donde se incluye el concepto de la resiliencia de las poblaciones, es decir, la capacidad que éstas tienen y desarrollan para atender distintas adversidades donde se incluyen los desastres naturales.
Es ahí donde surgen las preguntas: ¿Quién organizará en el próximo gobierno los esfuerzos voluntarios de ciudadanos que se suman a tareas de protección civil? ¿Habrá una estrategia pública para organizar la ayuda solidaria en otros desastres?, ¿Se alentarán por fin, los centros de formación de voluntarios?, ¿se darán acciones consistentes y habrá recursos económicos?
Como saben las personas lectoras de «Ciudadanía en Construcción», durante el sexenio de Ernesto Zedillo se enterró el Voluntariado Nacional, y desde entonces no hay gran interés gubernamental independientemente del partido político de origen del ejecutivo federal, para organizar los esfuerzos voluntarios al menos en materia de protección civil. Con Vicente Fox nació el entonces Premio Nacional al Voluntario que luego desaparecería por circunstancias que se pueden retomar en otro espacio (y que de hecho varios pasajes se han narrado en este espacio editorial). Con Felipe Calderón, gracias a la oportuna intervención de Jacqueline Butcher García Colín, el galardón resurgió con otro nombre y 3 categorías. El presente sexenio cierra como el de sus predecesores, sin un esfuerzo gubernamental claro, sin que se vea en el horizonte la posibilidad de una política pública de fomento al voluntariado organizado.
Impulsar una política pública respecto al voluntariado sería vital para cumplir con las metas e indicadores que al caso se contemplan en los ODS 11, 16 y 17, donde el gobierno es quien resulta más beneficiado por el servicio que dan las y los ciudadanos a través del servicio voluntario. Precisamente los ODS 16: “Paz, Justicia e Instituciones Sólidas” y 17: “Alianzas para lograr los objetivos” son a la vez punto de partida y de llegada para canalizar, organizar y potenciar la acción voluntaria que abarcan a los demás objetivos. En esa política pública deben alejarse las tentaciones de establecer controles a los grupos voluntariados formales porque irían en contraposición del espíritu de generosidad que caracteriza a las y los voluntarios.
Ciudadanos trabajando
Nuevo Centro AnSer
La Alianza Mexicana de Voluntariado felicita a la institución de asistencia privada Aquí Nadie se Rinde por la apertura del Centro AnSer que se ubica al sur de la ciudad y que fue inaugurado el pasado 31 de agosto. Laura Vidales ha venido haciendo un gran esfuerzo con el apoyo familiar y la de cientos de simpatizantes, amigos y personas voluntarias. Una prueba más del valor social de las organizaciones que complementan los esfuerzos públicos en materia de atención a la salud. Un testimonio más sobre los propósitos que persigue el Objetivo de Desarrollo Sostenible núm. 3 “Salud y Bienestar” y cómo las alianzas intersectoriales generan más recursos a favor de la comunidad.
Justy Elyser Tato recibe reconocimiento en España
El mexicano Justy Elyser Tato recibió hace unos días en España la Medalla de Oro al Mérito Altruista por su trayectoria por 25 años dedicados a fomentar y participar en voluntariado humanitario. Tato recibió además el nombramiento como Caballero Emérito de la Universal y Soberana Orden de Santiago, quedando así su nombre inscrito en la milenaria cofradía de ilustres Damas y Caballeros que se distinguen por el servicio a su comunidad. El galardonado por ese hecho asume también el compromiso de cuidar y velar como Protectorado Salvaguarda, el Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la Humanidad de la UNESCO. La Alianza Mexicana de Voluntariado expresa sus felicitaciones a su amigo.
Yucatecos destacan en gestión de voluntariado
El coordinador del programa de voluntariado de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), el QFB Javier Antonio Cen Puerto, recibió un reconocimiento por el trabajo realizado para institucionalizar el programa de voluntariado de esa casa de estudios. El reconocimiento en buenas prácticas que favorecen al cumplimento de los ODS, consiste en una bella escultura que contiene el círculo de los ODS, fue entregado a Javier durante la reunión internacional de Jóvenes 2030 celebrado en Acapulco.
Este reconocimiento también fue entregado a otra comprometida yucateca Mayra Elisa Tosca Cardoza, estudiante de la licenciatura en ingeniería biotecnológica, por otro esfuerzo a través del proyecto “Análisis de la biodiversidad microbiana presente en la laguna de Yalahau, Yucatán”.