La expresión «contrato sostenible» naturalmente resulta del concepto de desarrollo sostenible como lo definen las Naciones Unidas; es decir, aquellos contratos que tienen como objetivo establecer contornos viables combinando tres aspectos: económicos, sociales y ambientales.
Los instrumentos de inversión no son fines en sí mismos, sino que son medios para alcanzar un fin: mayor bienestar humano. Cualquier definición concebible de bienestar humano irá más allá de la riqueza personal inmediata para incluir, entre otras cosas, la preservación de los entornos ambientales y el desarrollo social a futuro, es decir: bienestar a largo plazo o como se le conoce técnicamente, desarrollo sostenible.
¿Por qué es importante saber esto?, ¿no solo las empresas o personas con grandes capitales pueden manejar instrumentos de inversión? La respuesta es que no.
La democratización de los instrumentos de inversión
Antes de la aparición de los contratos por diferencia o CFD, (si desconoces el término puedes aprender aquí qué son los CFDS), solo los participantes con un gran capital podían hacer trading con instrumentos de intercambios comerciales internacionales, ya que el costo podía ascender a cientos de miles de dólares. Los CFD abrieron el acceso a la negociación de instrumentos de mercado a una amplia gama de personas con niveles de capital muy diferentes.
Si los instrumentos de inversión hoy son más accesibles, entonces es de suma relevancia que se comprenda el concepto de desarrollo sostenible para que este pueda ser llevado y aplicado a operaciones bursátiles.
Las bolsas de valores se encuentran en una posición única en la intersección entre inversores, empresas y reguladores. Como tales, pueden desempeñar un papel clave en la promoción de la inversión responsable y el desarrollo sostenible.
El desarrollo sostenible en los instrumentos de comercio e inversión
Si la inversión debe alcanzar su potencial máximo para mejorar el bienestar humano, debe estar alineada con prioridades que van más allá de simplemente aumentar los flujos de bienes, servicios y fondos.
Esa necesidad de alineación está fuertemente reconocida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el marco global de progreso a largo plazo de la comunidad mundial de naciones, acordado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Los ODS describen el comercio como un medio clave de implementación, junto con las finanzas, la tecnología y el desarrollo de capacidades. De hecho, en su redacción puede leerse: Integraremos el desarrollo sostenible en la política comercial a todos los niveles.
El entendimiento por parte de inversores
Los requisitos ambientales, sociales y de gobierno (ESG) en las bolsas de valores están surgiendo en todo el mundo, lo que demuestra que los inversores globales están explorando formas de integrar dichos factores en sus inversiones, con el objetivo de generar no solo rendimientos positivos sino también impactos positivos.
Afortunadamente, los inversores están reconociendo cada vez más la importancia de la sostenibilidad corporativa y están explorando formas de integrar los factores ambientales, sociales y de gobierno en sus estrategias de inversión.
Para medir el desempeño de sus inversiones en sostenibilidad, los inversionistas privados e institucionales necesitan índices globales, consistentes y, lo más importante, invertibles.
Beneficios de la inversión sustentable
La inversión sustentable ofrece a las empresas oportunidades para mejorar su marca y reputación como líderes en sostenibilidad a los ojos de las partes interesadas, los analistas financieros y el público en general.
Integrar la sostenibilidad en los procesos bursátiles da como resultado una economía robusta que se traduce en mejoras sociales y ambientales, con las siguientes características:
- Bienestar humano y equidad social
- Reducción de riesgos ambientales
- Economía resistente que proporcione una mejor calidad de vida para todos dentro de los límites ecológicos del planeta
- Vinculación de las consideraciones económicas, ambientales y sociales para que el desarrollo económico a largo plazo se logre a través de soluciones respetuosas con el entorno y socialmente equitativas.
Los marcos regulatorios
Para que la inversión conduzca a la equidad y la sostenibilidad, es imperativo una combinación de políticas nacionales y marcos internacionales sensibles a las dimensiones interrelacionadas del crecimiento económico, el bienestar social y la sostenibilidad ambiental.
Los requisitos de sostenibilidad han comenzado a convertirse en una norma en la bolsa de valores y los principales intercambios en todo el mundo han establecido estándares de sostenibilidad como un requisito previo para que las empresas se incluyan en ellos.
Las bolsas de valores tienen la capacidad de fomentar un cambio hacia un comportamiento más sostenible al aplicar un enfoque sistemático a los informes corporativos de ESG, promover la adopción de códigos de gobierno corporativo, y ofrecer productos de referencia como los índices de sostenibilidad y los ODS.