Los negocios familiares han existido desde hace siglos, varios de ellos han permanecido como empresas pequeñas pero muchos otros han crecido y se han convertido en grupos corporativos. En México las empresas familiares que más destacan son Grupo Bimbo, Televisa, Cemex y Comercial Mexicana, que se han mantenido durante muchos años.
Sin embargo, el negocio familiar más antiguo del mundo se encuentra en Japón y es el Nishiyama Onsen Keiunkan, un hotel con spa de aguas termales que fue fundado en el año 705 DC por Fujiwara Mahito. Este hotel forma parte de un grupo denominado Shinise, al que también pertenecen otras empresas familiares que han durado siglos en el mercado. Según ellos, la clave de su éxito se debe a tres razones:
1. Les importa más el bienestar de sus empleados que el de sus accionistas.
2. Encuentran una industria estable y aplican flexibilidad.
3. Se dedican al servicio, enfocándose en la comunidad en donde trabajan y viven.
Con estos ejemplos, es sencillo afirmar que las compañías emprendidas y sostenidas generación tras generación deben sus triunfos gracias a que se concentran en otras metas más allá del desempeño económico.
¿Por qué son más responsables los negocios familiares?
Los negocios familiares son más resilientes y sus objetivos son a largo plazo, con un horizonte de inversión de 20 a 30 años, informa The Guardian. ¿Por qué sucede esto? Porque a diferencia de muchos directivos occidentales torpes, cuando existe un exceso de retornos, los directivos orientales prefieren ahorrarlo en caso de que la empresa atraviese tiempos difíciles más adelante. Este capital incluso puede ser invertido en estrategias de desarrollo sostenible que, para muchas industrias, aún les parecen implementaciones de lujo o riesgosas.
En cuanto a la fuerza laboral, se ha comprobado que los negocios familiares retienen mejor a sus empleados. En promedio, los negocios familiares rotan personal en un 9% mientras que otras compañías lo hacen en tasas superiores al 11%. Un estudio publicado en Harvard Business Review comenta que esto se debe a que las familias crean lazos de confianza, apuestan por darles capacitación constante a sus trabajadores, tienen propósitos más claros y construyen relaciones más cercanas con el personal y los accionistas. En síntesis, adoptan de facto la responsabilidad social… no como un mero reconocimiento.
Además, se preocupación es mayor en cuanto a la salud y el bienestar de la gente. Una encuesta de Ernst & Young demostró que más de la mitad de empresas dirigidas por familias participan en inversiones de impacto a la comunidad, sobre todo en la educación. Ellos no lo ven como filantropía sino como una parte integral del deber ser y hacer.
Ejemplos de negocios familiares muy responsables y rentables
Un ejemplo de esta filosofía es la firma de construcción Willmott Dixon en Reino Unido, cuyas ganancias sobrepasan el billón de euros. Su trabajo comunitario fue valuado en 2.27 millones de euros en 2014 y esto incluyó donaciones, voluntariado de los empleados y regalos en especie; actualmente tienen activo un programa de orientación que se enfoca en mejorar las vidas de 10 mil jóvenes para el 2020. También es un miembro fundador de Supply Chain Sustainability School que provee recursos educativos para ayudar a crear habilidades y conocimientos sostenibles, y así guiar a la industria a un “futuro más brillante y sustentable”.
Tenemos una mentalidad sostenible porque esa siempre ha sido nuestra manera de pensar (…) Nuestros empleados, proveedores, clientes y comunidades son parte de nuestra extensa familia. –Rob Lambe, director ejecutivo de Willmott Dixon.
Este es su home en el sitio web… como verás, no venden ni ofrecen… hablan de compromiso con la comunidad desde él.
La familia dueña de A.F. Blakemore también ha descrito su propósito como “hacer crecer un negocio familiar de modo que sea rentable y sostenible en beneficio de nuestro personal, clientes y la comunidad”.
Caoire Blakemore, directora comercial y bisnieta del fundador, declaró su compromiso y responsabilidad con el negocio y sus empleados: “Generaciones de nuestra familia han dirigido esta empresa y mi generación quiere continuar este trabajo. Por lo tanto, es crucial el cómo manejemos el negocio, cómo nos comportemos entre nosotros, cómo tratemos a nuestros clientes y cómo actuemos con integridad. Estamos en un periodo de fuerte crecimiento y vivimos en una industria de alimentos que cambia de manera rápida y constante. Con empleados empoderados apoyando nuestra visión y valores, podemos cuidar y fortalecer el negocio para las futuras generaciones”, finalizó.
Esta clase de pensamiento es justamente la que ayudará a los negocios familiares a continuar preparándose y adaptándose a las nuevas necesidades de los clientes, especialmente ahora que las legislaciones ambientales y las expectativas sociales están cambiando la demanda de los consumidores.
Los negocios familiares deben continuar siendo la personificación de valores que se comprometen con el bienestar de sus trabajadores y de la comunidad… y el resto de las compañías debieran seguirlos.