Los colaboradores no son números. Toda empresa responsable debe saber que los tiempos en que los trabajadores eran simplemente elementos de una máquina bien organizada, han quedado atrás. Hoy a fuerza laboral se entiende como el elemento clave de la creación de valor en las organizaciones.
Así lo explicó Steve Cadigan, uno de los especialistas en talento más valorados en Silicon Valley, durante una charla con los estudiantes de ISDI México, la escuela de negocios digitales más avanzada del país.
De acuerdo con un estudio publicado por Gallup, 53% de los trabajadores se no se encuentra activamente comprometido con su trabajo y un 16% más encuentra no solo ausencia de compromiso, sino un compromiso negativo con la organización. Si los líderes corporativos no consideran que esas cifras sean preocupantes, seguramente tienen que reevaluar su visión de la gestión de talento.
Las compañías necesitan preocuparse por las necesidades de su equipo de trabajo; y la mayoría de los profesionales hoy no aceptaría menos.
Un estudio publicado por Cone Communications, reveló que 93% de los trabajadores estadounidenses desean trabajar para una empresa que se preocupe por ellos como individuos. No es distinto en otros lugares del mundo. Los mejores talentos hoy quieren trabajar para marcas que les ofrezcan un excelente salario emocional, les permitan tener un equilibrio con su vida personal y se preocupen genuinamente por su bienestar.
Así mismo, la investigación reveló que 51% de estos talentos no trabajaría para una empresa que carece de fuertes compromisos sociales y ambientales. Esto es poco más de la mitad del talento disponible. Un fenómeno en el que quizá influye el hecho de que el 74% del talento afirma que su trabajo es más satisfactorio cuando les ofrece oportunidades para tener un impacto positivo en su entorno.
El estudio de Cone, refuerza sin duda las aseveraciones de Cadigan: La gestión de talento en la era digital, necesita con urgencia ser más humana; por desgracia, pocas empresas se han atrevido aún a experimentar este proceso.
Como consecuencia la rotación de talento en las organizaciones se ha incrementado. Hoy los colaboradores ya no se quedan en un mismo espacio demasiado tiempo y esto impacta directamente en la productividad y la innovación de las empresas. Cada vez que un nuevo elemento llega, atraviesa por una curva de aprendizaje y más tarde se marcha antes de haberla aprovechado al máximo en favor de la organización.
De acuerdo con Cadigan, esto responde principalmente a un miedo generalizado de los profesionales por no estar preparados para un futuro que es más incierto que nunca. La amenaza de la inteligencia artificial la amenaza de poder ser reemplazados por máquinas, genera más problemas de ansiedad y depresión entre el talento que en cualquier otro momento de la historia.
Frente a esta perspectiva, los trabajadores buscan compañías que puedan prepararlos para enfrentar todas las complicaciones de la digitalización. Empresas que impulsen su desarrollo profesional y personal.
Gestión de talento en la era digital
En este contexto de incertidumbre y miedo generalizado, la mejor forma de llevar la gestión de talento en la era digital es a través de la construcción de confianza. Sí, ese trillado concepto que todas las organizaciones responsables debieran tener como mantra y que pocas practican en realidad. CONFIANZA.
Cada vez que un consumidor adquiere un producto o servicio deposita su confianza en una marca determinada esperando que le ayude a cubrir una necesidad específica. Los esfuerzos de todas las compañías en el mercado están orientados a ser elegidas en ese momento crucial una y otra vez. ¿Y los colaboradores?
Una de las razones por las que la mayoría de los profesionales no está feliz con su trabajo es que no se desarrolla en una cultura de confianza. El talento no puede confiar en que la compañía en que se encuentra está preocupada por su bienestar, menos aún por su futuro. ¿Cómo construir esa cultura de confianza en la organización? ¡Tienes que hacer una estrategia de confianza! Aquí algunos elementos que pueden ayudarte:
1. Ambiente de trabajo positivo
Cuando una empresa muestra un comportamiento responsable, es más probable que ésta proporcione a sus colaboradores un espacio de trabajo positivo; en consecuencia, los trabajadores se sienten comprometidos y son más productivos durante el tiempo que permanecen en la oficina cada día.
¿Hasta dónde debe preocuparse una organización por su equipo de trabajo? La respuesta es que todo depende de los colaboradores. Las empresas necesitan escuchar activamente sus necesidades y medir su desempeño siempre con base en resultados, en lugar de hacerlo en las famosas horas-silla.
2. Aumento de la creatividad
Cuando un profesional comparte los valores de la compañía en la que colabora y la sabe comprometida con generar un impacto positivo en su entorno, entonces se compromete también con los objetivos de negocio. Sabe que si la empresa crece, todos crecen.
Este compromiso sumado a la creación de una relación estrecha entre empresa y colaboradores, creará un ambiente más propicio para la productividad y la creatividad en favor de los intereses comunes.
3. Fomenta el crecimiento profesional y personal
Las empresas que tienen una cultura de responsabilidad corporativa, pueden promover el desarrollo laboral, impulsando por ejemplo, el voluntariado basado en habilidades, que consiste en aprovechar la propia experiencia profesional en beneficio de otros.
Este tipo de voluntariado impulsa al mismo tiempo el crecimiento profesional de tus colaboradores, los ayuda a desarrollar mayor sensibilidad ante diversos problemas sociales y les ofrece una oportunidad de probar su valor profesional en distintos ambientes.
excelente articulo, me gustaria un abc de el «como» hacerlo pero formativo con caso practico de a de b y de c, para que las empresas tomen accion rapidamente.
Hola, Hugo.
Muchas gracias por comentar; lo tomaremos en cuenta y buscaremos un caso de éxito relacionado. La verdad es complicado hacer una guía abc que pueda ser aplicable a todas las empresas; cada organización es diferente y sus necesidades son distintas. El consejo, en general, es aprender a escuchar a tus colaboradores porque son tu mejor guía, aunque en lo personal creo que no hay que olvidar que la comunicación es de dos vías. No esperes que ellos toquen tu puerta si no te acercas primero, ¿puedes ser tú quien de el primer voto de confianza? Atrévete a hablar abiertamente con tu equipo sobre los objetivos de la organización y sus avances.
Espero que mi comentario pueda ser de utilidad. ¡Saludos!