Hay mucho escepticismo al respecto del día que nos quedaremos sin agua y como resultado, seguimos desperdiciando grandes cantidades agua y creyendo que este recurso es inagotable.
Sin embargo, la Ciudad del Cabo en Sudáfrica ha comenzado a experimentar los efectos de este día cero y sus líderes han tomado medidas como acumular galones de agua; reducir el tiempo de ducha; cerrar las piscinas; prohibir el lavado de autos y limitar el agua a 13 galones por persona al día.
El uso del agua en Ciudad del Cabo ahora es la mitad de lo que era en 2015, y la ciudad logró evitar mayores catástrofes pero ese punto aún puede llegar más tarde, si aún no llueve lo suficiente.
Y de ser así, Ciudad del Cabo sería la primera ciudad en quedarse sin agua pero está lejos de ser el único lugar que lucha con la reducción de los suministros de agua…
El día que nos quedaremos sin agua
Un nuevo informe del Instituto de Recursos Mundiales analiza otros lugares con problemas similares a los de Ciudad del Cabo, y utiliza una nueva plataforma llamada Resource Watch para trazar las dinámicas políticas, sociales y ambientales de cada área.
1-. Marruecos
Después de las sequías recurrentes, lo que contiene a la represa Al Massira, que abastece de agua a Casablanca y las granjas cercanas, y que pronto suministrará a Marrakech, se contrajo en más del 60% en la superficie durante los últimos tres años.
A medida que la población del país crece, la demanda de agua aumentará, mientras que el cambio climático hace que la sequía sea más probable.
2-. España
Los ambientalistas calculan que durante los últimos cinco años, el embalse de la presa de Buendia en España también se redujo más del 60% en la superficie debido a la extrema sequía.
“Cuando algunas centrales hidroeléctricas ya no tenían suficiente agua para operar, los precios de la electricidad aumentaron”, señalaron.
Los agricultores han luchado, aunque la agricultura es menos crítica en España que en Marruecos, donde alrededor de un tercio de la población trabaja en granjas.
3-. Irak y Turquía
En Irak, el embalse de la presa Mosul se contrajo 60% desde la década de 1990, mientras que las nuevas represas y centrales hidroeléctricas en Turquía han reducido el flujo de los ríos Tigris y Éufrates en un 80%.
Una situación que ha cortado el suministro principal de agua de Irak para riego, agua potable y generación de energía. Al igual que en otros lugares, el desafío empeorará a medida que las poblaciones crezcan y el cambio climático continúe.
4-. India
La presa, el Sardor Saravor, es la fuente de agua potable para 30 millones de personas y riega más de un millón de granjas.
Esta presa, también proporciona energía pero los niveles de agua han bajado demasiado, limitando el funcionamiento para la generación de energía.
En marzo, el gobierno local dejó de suministrar agua para el riego. Las sequías continuas, y la deuda de las granjas fallidas, se han relacionado con casi 60,000 suicidios de agricultores en la India.
5-. Islandia
El gobierno de Islandia dice que debido a la rapidez de la escasez de agua, no se logra detectar a tiempo que días habráun recorte ni tomar acciones que permitan gestionar este recurso de manera adecuada.
De acuerdo con el gobierno, el mundo necesita una herramienta de monitoreo en tiempo real: “necesitamos pasar de un sistema ad hoc a un análisis sistemático que nos permita tomar acciones reales y prevenir futuros desastres.
Más consecuencias
El estrés hídrico también puede conducir a una mayor inestabilidad…
Charles Iceland, director de iniciativas mundiales y nacionales sobre el agua en el Instituto de Recursos Mundiales, menciona que si las personas se quedan sin agua, entonces tienen que mudarse.
Siria pasó por la peor sequía registrada en la historia en los años anteriores a la guerra actual, y más de un millón de agricultores se mudaron del campo desde las ciudades.
“Nuestro argumento es que la guerra civil se hizo más probable y más intensa por la sequía que ocurrió. . . Las repercusiones son enormes, y potencialmente incluso más grandes en un lugar como Irak o Irán”, mencionó.
¿Qué se puede hacer?
El informe menciona que hay varios pasos que las ciudades y los países pueden tomar para lidiar con la disminución del suministro de agua.
La mayor parte del agua se utiliza para irrigar los cultivos, por lo que un paso puede ser cultivar más alimentos en las áreas que reciben más lluvia.
Las granjas interiores o huertos pueden ayudar con algunos cultivos porque los sistemas de cultivo de interior utilizan mucha menos agua que el cultivo en los campos.
“Reducir el desperdicio de comida también puede ayudar. Como alrededor de un tercio de los alimentos nunca se consumen, el agua utilizada para crecer también se desperdicia”, señalan en el informe
En las ciudades las aguas residuales se pueden reciclar; En Singapur, por ejemplo, las aguas residuales se purifican y reutilizan en la industria.
Aún existen muchas alternativas y rutas que nos pueden llevar a conservar este recurso y cuidar de él pero se requiere que la población mundial trabaje en equipo para llevar este recurso a las comunidades más vulnerables y cuidalo donde aún llega.