No es lo mismo tener un jefe cualquiera y un jefe líder. Te decimos cuales son las palabras que los jefes olvidan.
Lección de Michael Jordan para los jefes
En 1992, Michael Jordan estaba en el apogeo de sus poderes: el mejor anotador de la NBA, el rostro detrás de un gigante de marketing, y posiblemente el mejor jugador en el equipo olímpico de baloncesto masculino de los Estados Unidos, una colección de superestrellas que muchos consideran el mejor equipo jamás reunido.
El asistente del Dream Team, Mike Krzyzewski, tampoco se quedó atrás, ya que acaba de entrenar a Duke en dos campeonatos de la NCAA.
Aun así: Michael Jordan era Michael Jordan.
Y entonces esto sucedió:
Las palabras que los jefes olvidan, pero Michael Jordan no las olvida.
Esto es lo que dice el entrenador K:
“Fue después de nuestra primera práctica … vino y dijo: «Entrenador, me gustaría trabajar en algunas de mis cosas ofensivas … ¿podría trabajar conmigo, por favor?»
Pensé que venía a hacerme pasar un mal rato, porque él es de Carolina del Norte y yo de Duke … y en realidad creo que fue su manera de hacerme sentir cómodo.
Dijo: «Entrenador», y dijo: «Por favor», y cuando todo terminó, dijo «Gracias». 3 palabras simples pero al mismo tiempo palabras que los jefes olvidan.
Él podría haber dicho: «Oye, ven aquí, idiota, y trabaja conmigo», y lo habría hecho. Yo lo habría hecho. Al igual que muchas personas en los lugares de trabajo harán su trabajo. Pero entonces me habría sentido como intrascendente, y no tendría ego en absoluto, porque el tipo me lo quitó. En cambio, me dio la oportunidad de tener un ego.
Me llamó con respeto «Entrenador». Dijo «por favor» y «gracias» … en otras palabras, no había un organigrama donde él era el mejor jugador y yo estoy en la parte inferior.”
Entrenador. Por favor. Gracias. Tres palabras simples. Pero son palabras que los jefes olvidan.
Tres palabras poderosas: palabras que construyeron un puente, establecieron una relación y aprovecharon el poder de pedir ayuda.
Estas tres palabras que los jefes olvidan vienen de la misma persona que dijo:
He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mi para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito.
El poder de pedir ayuda – lección de Michael Jordan
Cuando pides ayuda, especialmente de alguien que trabaja para ti, suceden algunas cosas.
- Demuestras implícitamente que respetas a la persona que da el consejo.
- Demuestras que respetas la experiencia, la habilidad y la percepción de esa persona.
- Demuestras que confías en esa otra persona, ya que al pedir ayuda se ha hecho vulnerable.
Si bien es relativamente fácil pedir ayuda, es más difícil pedir ayuda cuando la asistencia es personal.
Una vez fue a una reunión para hablar sobre despidos. Para cuando regresó a la planta, ya se había corrido la voz de que se estaban realizando recortes. Uno de los empleados dijo: «Entonces, despidos, ¿eh?» No tuve que confirmarlo; él sabía. Le dije: «No tengo idea de qué decirle a nuestros empleados. ¿Qué dirías tú?»
Pensó y dijo: «Solo dile a todos que lo intentaste. Luego habla sobre a dónde vamos desde aquí». ¿Sencillo? Claro, pero poderoso, también. Más tarde me dijo cuánto significaba para él que le hubiera pedido su opinión y seguido sus consejos.
Pide ayuda, en parte porque te da cuenta de que la persona que te brinda esa ayuda sentirá automáticamente una mayor autoestima, porque ha recibido uno de los mejores regalos de todos:
Saber que hicieron una diferencia en la vida de otra persona.
¿Tú usas las tres palabras que los jefes olvidan? ¿Tú jefe las usa o se les olvidan? Te leemos en los comentarios.
