Reciclar es una de las actividades que en los últimos años ha tomado mayor relevancia puesto que son varias personas que poco a poco son más conscientes de ello.
A pesar de que reciclar ya debería ser parte de nuestra rutina diaria, todavía son muy pocas personas las que separan su basura y reutilizan materiales. Al respecto, Jorge Treviño, director general de ECOCE, dice que todos los programas de la asociación civil que encabeza están basados en el concepto de responsabilidad compartida.
Estos programas de reciclaje se aplican prácticamente en todos los sectores y territorios del país, como en escuelas, en instituciones públicas, en comunidades de escasos recursos y en las principales ciudades del país como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, además de que cuenta con centros de acopio móviles.
En el último sexenio, México es el más alto de América en el acopio de PET, (tereftalato de polietileno), un tipo de plástico muy usado en envases de bebidas y textiles, y que durante 2017 se incrementó su recuperación en 20,000 toneladas por año, con lo que llegó a 445,000, lo que representa 58 por ciento del consumo nacional, un porcentaje similar de recuperación al de la Unión Europea.
“Cuando piensas en los diferentes destinos que puede tener un envase vacío te quedas con la boca abierta. Desde cobijas hasta energía, puedes reusar los envases o transformarlos en nuevos envases o en fibras textiles, con lo que se evita que pierdan su valor y se alargue la utilidad de algo que en otro momento hubiéramos considerado basura”.
Con el propósito de fortalecer el desarrollo de la industria y la cultura del reciclaje en México, los asociados de ECOCE se han comprometido a impulsar la innovación en el desarrollo de envases y empaques amigables con el medioambiente a través del ecodiseño e investigación para garantizar que puedan ser reciclados, reutilizados o composteados de forma fácil y segura.
De acuerdo con Animal Político, el acuerdo propone a la industria del reciclaje como una solución para reducir el impacto ambiental y aumentar así la circulación de plásticos reciclados para la creación de nuevos envases y productos.
ECOCE tiene 16 años de fomentar la cultura de acopio, separación y reciclaje de envases y empaques posconsumo, sobre todo a través de diferentes programas educativos, sinergias con gobiernos y jornadas de limpieza de cuerpos de agua y sitios críticos.
Según el director, la preservación medioambiental, la responsabilidad compartida produce otros beneficios: un sentido de comunidad, trabajo en equipo, recuperación de la identidad, generación de empleos, bienestar social, ahorros económicos, disminución de la huella de carbono y combate al cambio climático, inversión directa en el país, pago de impuestos, orgullo y otros beneficios sociales.
“En ECOCE creemos que la gestión integral de residuos reciclables, como los envases y empaques, debe ser parte de una política pública integral —concluye Treviño—. Más allá de satanizar o estigmatizar, lo que les da una connotación negativa a los residuos, se debe fortalecer la cultura y fomentar la actividad e industria del reciclaje.
¿México es líder en reciclaje?
La industria de reciclaje en México está valuada en 3 mil millones de dólares anuales y crece alrededor de 10 por ciento anual, aseguró la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC).
Por ejemplo, cada año se producen 800 mil toneladas de PET pero sólo se reciclan 15 por ciento, con un valor estimado de 44 millones de pesos, alrededor de 2.6 millones de dólares, informaron en un comunicado organizadores de The Green Expo, el principal foro en materia de reciclaje en América Latina.
“Se calcula que el valor potencial del mercado de reciclaje de PET asciende a 700 millones de dólares anuales».
De acuerdo con José Ricardo Vélez Molina, gerente de operaciones de la empresa recicladora del Pacífico, que cuenta con dos centros de acopio de Cabo San Lucas, “en México sigue habiendo poco interés por el reciclaje, hay mucho estigma alrededor de los residuos y se necesitan más empresas que se dediquen a transformar esa basura en materia prima y la reintegren a la cadena productiva”.
Tampoco ayuda la carencia de una cultura de reciclaje en la población. Incluso en Ciudad de México, en donde se implementó una nueva normativa en julio del año pasado exigiendo separar los residuos en las casas en orgánicos, inorgánicos reciclables, no reciclables y voluminosos, muchos ciudadanos siguen mezclando su basura.
