Cada entrega de los Oscar mantiene en suspenso a sus participantes y es que ser reconocido con este galardón significa mucho en la carrera de los nominados.
La entrega es concedida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (en inglés: AMPAS; Academy of Motion Picture Arts and Sciences) y son nominados aquellos que destacan en la industria cinematográfica.
Entre las categorías otorgadas está la de mejor actor, mejor actor de reparto, mejor actriz, mejor actriz de reparto, mejor canción original, mejor cortometraje de ficción, mejor documental, entre otros más.
Entre esas entregas hubo un corto que destacó, se trató de un trabajo que hablaba sobre la menstruación, el primero en la historia que ha ganado un Premio de la Academia.
Se trata de un documental titulado «Period. End of sentence«, el cual ganó la estatuilla en la categoría de Mejor corto documental, marcando un hito en la historia de los Oscar.
El mejor corto documental del año: ¿Por qué es responsable?
El corto reconocido habla sobre las mujeres en la India y el sufrimiento de la falta de acceso a productos como toallas sanitarias y cómo el menstruar impacta sus vidas al punto de que implica dejar trunca su educación.
De acuerdo con una de las participantes del corto, ella estudió hasta la secundaria, «pero cuando comencé a reglar se volvió muy difícil. Cuando tenía mi periodo era muy difícil el tener que estarme cambiando de ropa».
Cabe mencionar que el documental destacó aún más por visibilizar a las mujeres de la India, y es que en ese país, el 28% de las mujeres no asisten a la escuela cuando están menstruando porque no tienen acceso a productos para la menstruación. Además, el menstruar es considerado como algo sucio y antinatural.
Las mujeres, al no tener acceso a la limpieza sanitaria suficiente, muchas recurren a materiales que dañan su salud, tales como periódico, hojas secas e incluso cenizas para absorber la sangre menstrual.
Por ello, Arunachalam Muruganantham creó máquinas de fácil operación que fabrican toallas sanitarias de bajo costo para permitir que las mujeres tomen control de su salud durante su ciclo menstrual.
Este documental visibiliza la inequidad que aún enfrentan mujeres y niñas alrededor del mundo debido a funciones del cuerpo que son perfectamente naturales y que no deberían mermar, de ninguna forma, el acceso de las mujeres a la educación.
La protagonista es Sneh, una chica que a sus 15 años comenzó a menstruar. Según la BBC, la primera vez que sangró no tenía idea de lo que estaba pasando.
«Estaba muy asustada. Pensé que estaba enferma de algo muy serio y comencé a llorar», me dijo cuando la visité en su casa en el pueblo de Kathikhera, cerca de Nueva Delhi.
«No tuve el valor de decírselo a mi madre, así que le conté a mi tía. Ella dijo: ‘Ya eres una mujer adulta, no llores, es normal’. Al final fue ella la que le dijo a mi madre».
Ahora Sneh a sus 22 años, trabaja en una pequeña fábrica en su pueblo que hace toallas sanitarias.
El documental se filmó en las granjas y en los campos —y en las aulas— de Kathikhera donde, como en el resto de India, la menstruación es un un tema tabú. Las mujeres en su periodo son consideradas impuras y tienen prohibido ingresar a lugares religiosos. También son excluidas a menudo de los eventos sociales.
Con todos los estigmas en torno a la menstruación, no es de sorprender que Sneh jamás hubiera escuchado de esta antes de que le llegara su periodo.
«No es un tema que se discutiera, incluso entre chicas», dijo.
La situación empezó a cambiar cuando la organización de beneficencia Action India, que trabaja en temas de salud reproductiva, estableció una unidad de fabricación de toallas sanitarias en Kathikhera.