Ingresar a universidades de prestigio en los Estados Unidos no es nada fácil; los exámenes de incorporación tienen un alto grado de complejidad y las colegiaturas son tan altas que por ello no todas las personas se pueden incorporar.
Para muchos es importante ser parte de estas universidades. Las instituciones lo saben, por ello lanzan programas de becas para el ingreso y diferentes planes económicos para ser parte de ellas.
Sin embargo, parece que a varias personas se les hace fácil la posición económica que tienen y cometen actos corrupción para ingresar a las prestigiosas instituciones.
Esta afirmación la hacemos porque recientemente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos desveló que existe una red de sobornos millonarios de familias adineradas, entre las que figuran actrices Felicity Huffman y Lori Loughlin. Ellos, según agencias internacionales facilitaron el acceso de sus hijos a prestigiosas universidades como Yale, Georgetown o Stanford.
De acuerdo con el fiscal general de Massachusetts, Andrew Lelling, «se trata del mayor fraude de admisión universitaria nunca perseguido por el Departamento de Justicia».
Las actrices anteriormente mencionadas son dos de las cincuenta personas acusadas, sin embargo, hay una lista que incluye a los padres de solicitantes, administradores de ACT y SAT, un asesor de pruebas y entrenadores en dichas universidades.
Los fiscales dicen que los padres pagaron a una organización de preparación para los exámenes universitarios para ayudar a los estudiantes a hacer trampa, ya sea haciendo que los suplentes realicen las pruebas para los adolescentes, o haciendo arreglos para que los supervisores corrijan las respuestas.
Los entrenadores universitarios también fueron, supuestamente, sobornados para etiquetar a los solicitantes como reclutas atléticos.
Por ello, el fiscal dijo que se han presentado cargos formales contra responsables de universidades, supervisores de exámenes, padres y entrenadores.
«Desde comienzos de 2011, y de manera continuada hasta el presente, los acusados conspiraron cuyos hijos estaban aplicando para entrar en la universidad,, ellos utilizaron a otros para usar sobornos y otras formas de fraude para facilitar la admisión de sus hijos en universidades».
Según Lelling, los estudiantes no eran conscientes de que habían accedido a las universidades como resultado de los sobornos pagados por sus progenitores.
“Estos padres representan un catálogo de riqueza y privilegio. Incluyen por ejemplo consejeros delegados de empresas públicas y privadas, exitosos inversores financieros e inmobiliarios, dos actrices muy conocidas y un famoso diseñador de moda».
De acuerdo con CBS news, el esposo de Lori Loughlin, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, aceptaron pagar sobornos de 500 mil dólares a cambio de que sus dos hijas fueran aceptadas en el equipo de remo de la Universidad del Sur de California, pese al hecho de que no practicaban ese deporte, y así facilitar su admisión.
«Acordaron pagar sobornos por un total de 500 mil a cambio de que sus dos hijas fueran designadas como reclutas para el equipo de la USC, a pesar de que no participaron en la tripulación».
Además, los padres están siendo acusados de pagarle al consultor de admisiones, William Singer, un total de 25 millones de dólares entre 2011 y febrero de 2019 por el acuerdo.
«Singer trabajó con los padres para fabricar impresionantes perfiles atléticos para sus hijos», dijo Lelling, y agregó que en algunos casos las caras de los estudiantes se colocaban, utilizando el programa de edición de imágenes Photoshop, en los cuerpos de los atletas.
Singer se declaró culpable de crimen organizado y otros cargos el martes en una corte federal.Cabe resaltar que Singer también fue acusado de arreglarse para que los estudiantes hagan trampa en el SAT y ACT.
Según las declaraciones, Singer aconsejó a Huffman que hiciera arreglos para que se le otorgue a su hija un tiempo adicional para su examen SAT al certificar que tiene una discapacidad de aprendizaje.
Los fiscales dicen que Singer luego hizo los arreglos para que una persona específica lo supervisara y corrigiera las respuestas de la niña. Su hija recibió un 1420 en la prueba.
La investigación del FBI fue apodada «Operación Varsity Blues», un título elegido por el título de una película cuya trama no tiene que ver con lo sucedido en la realidad.
Este es un ejemplo de cómo la corrupción puede ser aplicada en cualquier ámbito, sin embargo, es momento de que las marcas involucradas y las distintas universidades recurran a un discurso que les ayude a no perjudicar su reputación e incluso rescatarla.
Asimismo, tendrán que hacer todo lo posible para demostrar que no se trata de una práctica común, puesto que ello dañaría la imagen de las prestigiosas universidades.