Lograr mayor equidad en el trabajo es un reto que miles de empresas y líderes se han comprometido a cumplir pero los años para eliminar el sesgo que existe entre géneros siguen creciendo.
Sin embargo, Christia Brown, profesora asociada de psicología del desarrollo en la Universidad de Kentucky en Lexington, comenta que para lograr mayor equidad en el trabajo y en general, se requieren hacer unos pequeños cambios que comienzan desde el anuncio de un embarazo.
Lograr mayor equidad en el trabajo
Además de Christia Brown, otros expertos en el tema señalan que el sesgo de género que existe en el lugar de trabajo y en la sociedad en general se da desde la infancia.
Ellos comparten que el sesgo comienza desde que alguien anuncia que tendrá un bebé porque la primera pregunta que se realiza después de compartir la noticia está relacionada con el género y en automático se asigna el color azul para el sexo masculino y el rosa para el femenino.
Cuando la realidad es que es hasta los dos años cuando comienzan a reconocer su género y eso no termina por definir su identidad sexual.
Carol Martin, profesora de la Escuela de Dinámica Social y Familiar de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe, comenta que a esta edad es cuando comienza el comportamiento segregado por género.
“Los niños juegan con los niños y las niñas con las niñas a medida que comienzan a interactuar con sus compañeros”, agrega.
Tu sí puedes, tú no…
Una vez que la interacción entre ellos se da, empiezan a encontrarse con ciertas políticas de género i vigilancia de género, que indican que pueden y que no hacer como niño o niña.
La vigilancia de género, de acuerdo con Carol Martin, es cualquier acción que fomenta el cumplimiento estricto de las normas y roles de género y desaliente cualquier acción que violen estas normas.
“Los niños pueden sentir presión para jugar con ciertos juguetes o actuar de cierta manera. Además, este tipo de prejuicio basado en grupos, similar a la discriminación racial o étnica o los insultos homofóbicos”, menciona.
Por su parte, Brown menciona que un argumento bastante común para las escuelas de un solo sexo es que permiten que las niñas desarrollen confianza y hablen sin ser interrumpidas.
Aunque este mismo respeto, también debería entrar dentro de la educación para los niños porque ellos deben aprender a expresarme y comportarse de manera respetuosa y responsable ante y con cualquier persona sin importar su origen o identidad sexual.
La campaña que se realizó en Italia, muestra precisamente la idea anterior. ¡Dale un vistazo!
Se necesitan romper barreras
Katie Kissinger, educadora, activista y autora de Educación contra el prejuicio en el aula de la primera infancia, actualmente nos enfrentamos a una avalancha de normas y mensajes de género.
Los padres, madres o cuidadores deben tener conversaciones entre ellos acerca de cómo pueden evitar reforzar los estereotipos de género en su hogar. Iniciando por compartir que sin importar tu género puedes ser astronauta, estudiar ingeniera e incluso dedicarte por completo al cuidado y tareas del hogar.
También se debe comenzar a romper las barreras que están vinculadas con la agresión y las creencias sesgadas relacionadas con el género, sobre todo porque de acuerdo con Kissinger, mientras más se acostumbre a jugar con un solo género es más probable que exista un comportamiento racista y discriminatorio.
“Los niños que pasaron tiempo con los ejecutores durante meses tenían más probabilidades de jugar con compañeros del mismo género y mostrar pensamientos más sesgados sobre el género”, mencionó.
Diversidad de convivencia
Kissinger señala que dentro de una investigación se resalta que los grupos que no interactuan entre géneros, al llegar a la etapa de la adolescencia pueden carecen de las habilidades para interactuar, ser inclusivos, respetuosos y más. , lo que puede resultar en interacciones negativas e incluso en el acoso sexual. Y estos sentimientos negativos se pueden trasladar a la edad adulta.
“En lugar de tener fiestas de cumpleaños de un solo género, invite a niños y niñas. No limites las fechas de juego solo a chicas o chicos. Anime a los niños a que se hagan amigos de otros que son diferentes a ellos. Leer libros que muestren amistades entre chicos y chicas”.
La investigación sugiere que para lograr mayor equidad en el trabajo y en general, se debe alentar una mejor educación desde temprana edad en la que no existan estereotipos de géneros y otros prejuicios. Los estereotipos y de más barreras podrán superarse hasta que la educación desde la infancia cambien.