Las autoridades sanitarias tienen indicios de que las empresas productoras de alimentos y bebidas no están cumpliendo con el código publicitario dirigido a los niños.
Llamado Código PABI, fue acordado por ConMéxico, la agrupación de todos los grandes productores de alimentos y bebidas, así como por la Secretaría de Salud y lleva más de un año de vigencia.
El código compromete a las empresas a dejar de lanzar publicidad que desoriente a los niños, sobre todo en un país con graves problemas de obesidad infantil y todas sus secuelas de enfermedades.
Firmado por ConMéxico, hoy presidida por Jaime Zabludowsky, y teniendo como aval a la Conar, la Comisión de Autorregulación Publicitaria, el Código no se ha cumplido cabalmente.
La Cofepris, Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios, ha encontrado que las empresas siguen sacando al aire anuncios que pueden desorientar al consumidor infantil, es decir, los niños pueden ver dichos comerciales y realmente ni los están educando en sus hábitos al consumo e, incluso, pueden llevarlos a consumir productos chatarra o poco alimenticios.
A Miguel Ángel Toscano, presidente de la Cofepris, le preocupa el poco cumplimiento del acuerdo publicitario, ya que está basado en la autorregulación.
México es el segundo país con mayor obesidad y, por lo tanto, con propensión a enfermedades como diabetes y también cardiovasculares.
El monitoreo de la Cofepris arroja datos alarmantes. Sólo 60 por ciento del Código PABI se ha cumplido en los anuncios comerciales.
La Cofepris ha encontrado en los anuncios infantiles propensión al sobreconsumo, uso de lenguaje imperativo, engaño en los beneficios de dicho consumo y falsas expectativas de imponer poderes a los niños.
El monitoreo fue de todo el año 2009. Y las empresas de ConMéxico salen mal paradas al haber cumplido sólo con 60 por ciento del código de autorregulación publicitaria. Los peores sectores en anunciarse fueron los segmentos de botanas, golosinas y bebidas no alcohólicas.
Los productores que sí cumplieron a cabalidad en su publicidad con el código fueron pan, yogurts y cereales.
Después de un año de monitorear la publicidad de las empresas de alimentos y bebidas dirigidas a niños, la Cofepris sigue pensando que sería mejor irse por una regulación directa de la publicidad, ya que las empresas no cumplieron su autorregulación. Veremos la mano de la Secretaría de Salud y la respuesta de las mismas empresas, porque pueden pagar justos por pecadores.
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