Un equipo de investigación mostró, mediante un documento, que halló pesticida DDT en los lagos de Canadá medio siglo después de que fuera prohibido. Éste, afectó a especies acuáticas clave y potencialmente a redes de alimentos de todo el ecosistema.
De acuerdo con el autor principal del estudio, el doctor Josh Kurek profesor asistente de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Mount Allison, “lo que se consideró la crisis ambiental de ayer en la década de 1950 a 1970 sigue siendo el problema de hoy”.
“Décadas de intensas aplicaciones de insecticidas en nuestros bosques de coníferas han dejado una marca duradera en estos lagos, y probablemente muchos otros en el este de América del Norte».
Entre 1952 y 1968, más de 6 mil 280 toneladas de dicloro difenil tricloroetano o DDT fueron rociadas desde aviones sobre bosques de la costa atlántica de canadiense, en la provincia de New Brunswick, para controlar brotes de plagas en bosques explotados por la industria forestal, según el ministerio del Ambiente canadiense. La maniobra se considera como uno de los mayores programas de fumigación aérea en América del Norte.
Recientemente se halló pesticida DDT en los lagos de Canadá medio siglo después de que fuera prohibido.
El conocimiento público de los efectos nocivos del DDT sobre la fauna y el ambiente propiciaron la regulación de su uso hasta que en 1972 se prohibió completamente.
Los sedimentos de los lagos proporcionan un archivo poderoso y bien reconocido de las condiciones ambientales, que permite a los investigadores evaluar las condiciones químicas y biológicas en los lagos antes, durante y después del uso de pesticidas.
Los niveles de DDT en los sedimentos del lago se encontraban entre los más altos encontrados en áreas previamente pulverizadas de Canadá y Estados Unidos, o que sugiere un uso muy intensivo de pesticidas en el pasado.
Sorprendentemente, el DDT y sus productos de descomposición tóxica aún son muy altos en los sedimentos modernos, por encima de los niveles donde tienden a ocurrir efectos biológicos dañinos.
Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Mount Allison en New Brunswick encontró recientemente en sedimentos lacustres trazas de DDT que “aún exceden los niveles considerados seguros para organismos acuáticos”, dijeron en un comunicado.
Además se encontró un riesgo potencial con el DDT, ya que este puede esparcirse a través de la red alimenticia local, más allá de las costas de los lagos.
Dichos hallazgos fueron publicados en la revista de ciencia y tecnología ambiental de la American Chemical Society (ACS).
Datos de Newsweek dicen que el equipo de investigadores recogió muestras de cinco lagos en New Brunswick y analizó no solo la concentración de DDT sino también restos parcialmente fosilizados de pulgas acuáticas (Cladocera). Encontraron que en la mayoría de los lagos se registró un cambio en las especies de plancton animal existentes, de unas de mayor tamaño a otras más pequeñas, que son en general más resistentes a los contaminantes.
Los científicos especulan que organismos acuáticos que hayan sido expuestos a cantidades significativas de DDT sedimentario “pueden tener altos niveles de DDT en sus tejidos”.
Un invertebrado con DDT puede ser el alimento de una trucha, que a su vez es devorada por fauna local o termina en la red de un pescador, transfiriendo así el tóxico insecticida “desde el ecosistema acuático al terrestre”, señala la investigación.