Alimentar a una creciente población mundial frente al cambio climático y las limitaciones de recursos representa un gran desafío.
A medida de que la población mundial crece de 7 mil millones en 2010 a un estimado de 9.8 mil millones en 2050 y los ingresos incrementan en todo el mundo, la demanda global de alimentos aumentará en más de un 50%.
No obstante, hoy en día, cientos de millones de personas se encuentran en situación de hambre. La agricultura utiliza casi la mitad de las tierras con vegetación del mundo, y los cambios relacionados con el uso de la tierra generan un cuarto de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero (GEI).
Reporte – crear un futuro alimentario sostenible
¿Cómo es posible alimentar a casi 10 mil millones de personas para el año 2050 y al mismo tiempo promover el desarrollo económico, proteger y restaurar los bosques y estabilizar el clima?
No es una meta fácil y lograrlo requerirá nuevos esfuerzos importantes, pero es posible.
El nuevo informe World Resources Report: Creating a Sustainable Food Future, recomienda 22 soluciones divididas en cinco etapas.
Estas etapas permiten cerrar la brecha entre los alimentos disponibles en la actualidad y los necesarios para 2050, sin despejar más tierras para la agricultura, y al mismo tiempo reducir los GEI del sistema alimentario a un nivel alineado con el Acuerdo de París.
Etapas para un futuro alimentario sostenible
1. Reducir el crecimiento de la demanda de alimentos y otros productos agrícolas
El tamaño de los desafíos alimentarios, ambientales y económicos asociados dependen del aumento de la demanda de cultivos, y alimentos de origen animal para mediados del siglo.
Las brechas en la mitigación de alimentos, tierra y GEI se derivan de estimaciones razonables del crecimiento de la demanda de cultivos y ganado en condiciones normales.
Sin embargo, tales niveles de crecimiento son evitables. Los elementos de la primera etapa exploran formas de reducir este crecimiento proyectado de manera social y económicamente beneficiosa.
2. Aumentar la producción de alimentos sin expandir la tierra agrícola
Además de las medidas de reducción de demanda abordadas en la primera etapa, el mundo debe aumentar la producción de alimentos en las tierras agrícolas existentes.
Para aproximarse al objetivo de la expansión neta-cero de las tierras agrícolas, en escenarios realistas, las mejoras en la productividad de los cultivos y los pastos deben superar las tasas históricas de ganancias en el rendimiento.
3. Proteger y restaurar los ecosistemas naturales y limitar el desplazamiento de tierras agrícolas
Esta etapa se centra en los esfuerzos de gestión de la tierra que deben complementar los esfuerzos de reducción de la demanda de alimentos, y el aumento de productividad, de esta forma se evitan daños en la expansión de la tierra agrícola.
4. Aumentar el suministro de pescado
Los peces, incluidos los mariscos, proporcionan solo pequeños porcentajes del total de calorías y proteínas globales, pero contribuyen con el 17% de las proteínas de origen animal, y son particularmente importantes para más de 3 mil millones de personas en países en desarrollo.
Se proyecta que el consumo de pescado aumentará un 58% entre 2010 y 2050, la captura de peces silvestres alcanzó un máximo de 94 millones de toneladas a mediados de la década de 1990, y desde entonces se ha estancado y probablemente disminuido.
Esta etapa propone formas de mejorar la gestión de la pesca silvestre, aumentar la productividad y el desempeño ambiental de la acuicultura.
5. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción agrícola
Las emisiones de la producción agrícola se derivan de la ganadería, la aplicación de fertilizantes nitrogenados, el cultivo de arroz y el uso de la energía.
Estos procesos de producción son tradicionalmente considerados como difíciles de controlar.
Lograr un futuro alimentario sostenible
Alcanzar estos objetivos requiere cerrar tres grandes brechas para 2050.
Brecha alimentaria
La brecha alimentaria es la diferencia entre la cantidad de alimentos producidos en 2010 y la necesaria para satisfacer la demanda probable en 2050.
Se estima que esta brecha es de 7,400 trillones de calorías, o un 56% más de calorías de cultivos que las producidas en 2010.
Brecha de tierra
Se trata de la diferencia entre el área de tierra agrícola global en 2010 y el área requerida en 2050, incluso si los rendimientos de cultivos y pastos continúan creciendo a tasas pasadas.
Se estima que esta brecha es de 593 millones de hectáreas, un área de casi el doble del tamaño de India.
Brecha de mitigación de GEI
Esta brecha es la diferencia entre las emisiones anuales de GEI que probablemente surjan de la agricultura y el cambio en el uso de la tierra en 2050, que se estima en 15 gigatones de dióxido de carbono equivalente, y un objetivo de 4 Gt que representa la contribución proporcional de la agricultura para mantener el calentamiento global por debajo de 2°C, y por encima de las temperaturas preindustriales.
Se estima que esta brecha es de 11 Gt.
El desafío de cerrar simultáneamente estas tres brechas para crear un futuro alimentario sostenible es más difícil de lo que se reconoce.
Algunos análisis previos sobreestiman el crecimiento potencial del rendimiento de los cultivos, subestiman o incluso ignoran el desafío de la expansión de los pastizales sin tener en cuenta la creciente necesidad mundial de producir más alimentos, proteger la biodiversidad, y mantener el almacenamiento de carbono existente.
Es necesario un avance significativo en las etapas para cerrar las tres brechas, lo que requiere la acción de muchos millones de agricultores, empresas, consumidores y todos los gobiernos.
Los análisis anteriores generalmente no se han centrado en las oportunidades prometedoras para la innovación tecnológica, y han subestimado los grandes beneficios sociales, económicos y ambientales.
Otros hallazgos del reporte sobre crear un futuro alimentario sostenible
El reporte destaca estos temas:
Aumentar la productividad
La eficiencia en el uso de los recursos naturales es el paso más importante para alcanzar la producción de alimentos y los objetivos ambientales.
Esto significa aumentar los rendimientos de los cultivos a tasas más altas que las históricas, y aumentar dramáticamente la producción de leche y carne por hectárea de pasto, por animal, especialmente ganado, y por kilo de fertilizante.
Gestionar la demanda
Cerrar la brecha alimentaria será mucho más difícil si no se logra reducir la tasa de crecimiento de la demanda.
La desaceleración del crecimiento de la demanda requiere reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, cambiar las dietas de los grandes consumidores de carne a alimentos de origen vegetal, evitar una mayor expansión de la producción de biocombustibles y mejorar el acceso de las mujeres a la educación y la atención médica para acelerar las reducciones voluntarias en los niveles de fertilidad.
Vincular la intensificación agrícola con la protección de los ecosistemas naturales
El área de tierra agrícola no se está expandiendo, se está desplazando de una región a otra (por ejemplo, de las áreas templadas a los trópicos) y dentro de las regiones.
Los cambios resultantes en el uso de la tierra aumentan las emisiones de GEI y la pérdida de biodiversidad.
Consumo moderado de rumiantes
El ganado de rumiantes (vacuno, ovino y caprino) utiliza dos tercios de las tierras agrícolas mundiales, y contribuye con aproximadamente la mitad de las emisiones relacionadas con la producción agrícola.
Se proyecta que la demanda de carne de rumiantes crezca en un 88% entre 2010 y 2050.
Sin embargo, incluso en los Estados Unidos, las carnes de rumiantes (principalmente carne de res) proporcionan solo el 3% de las calorías.
Enfocarse en la reforestación y restauración de turberas
La recuperación de las turberas poco cultivadas y drenadas que ocupan solo alrededor del 0,3% de las tierras agrícolas mundiales, proporciona un paso necesario y rentable hacia la mitigación del cambio climático, al igual que la reforestación de algunas tierras de pastoreo marginales y difíciles de mejorar.
La reforestación a una escala necesaria para mantener el aumento de temperatura por debajo de 1,5 grados Celsius es potencialmente alcanzable, pero solo si el mundo logra reducir el crecimiento proyectado de la demanda de productos agrícolas de uso intensivo de recursos y aumentar los rendimientos de cultivos y ganado.
Estimular la innovación tecnológica
Cerrar completamente las brechas requiere muchas innovaciones.
Afortunadamente, los investigadores han demostrado un buen potencial en todas las áreas necesarias.
Las oportunidades incluyen características de los cultivos o aditivos que reducen las emisiones de metano en el arroz y el ganado, formas mejoradas de fertilizantes y propiedades de los cultivos que reducen la escorrentía de nitrógeno, procesos basados en la energía solar para hacer fertilizantes, rociados orgánicos que conservan los alimentos frescos durante períodos más prolongados y sustitutos de la carne de origen vegetal.
Aunque es un desafío, un futuro sostenible de los alimentos se puede lograr si los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil actúan de manera rápida y creativa.
De que es posible es posible, otra cosa es ponerlo en práctica y eso se le debe e exigir a los gobernantes; soluciones con objetivos claros y concisos.