La economía circular es un modelo que intenta aglutinar a todos los países, organizaciones y personas, para intentar mejorar la eficiencia en la utilización de los recursos de nuestro planeta.
Para lograr este tipo de economía, se necesita repensar fundamentalmente la cadena de valor —herramienta estratégica usada para analizar las actividades de una empresa e identificar sus fuentes de ventaja competitiva—, y ver cómo la academia, las empresas y el gobierno pueden facilitar este cambio para avanzar en la sustentabilidad y generar valor comercial.
¿Qué tiene que ver la economía circular con la cadena de valor?
La economía circular tiene el objetivo de redefinir el crecimiento económico como una forma de capturar beneficios positivos para toda la sociedad, al cambiar el enfoque del consumismo hacia el uso de recursos renovables.
¿Cómo afectará ese cambio a la cadena de valor?
Un desafío crítico de la cadena de valor es cómo reconfigurar los canales de distribución, los métodos de pronóstico y la tecnología para generar valor en los ecosistemas empresariales.
Con el fin de lograr el objetivo, las empresas deben crear nuevos modelos de negocio y mejorar las funciones de gestión de la cadena de valor.
De igual forma, las compañías necesitan mejorar sus tiempos de respuesta en el mercado, y construir ecosistemas empresariales que sean compatibles con los objetivos de una economía circular.
También requieren desarrollar nuevas gamas de productos, procesos de fabricación, estrategias de abastecimiento y canales de distribución. Las empresas deben redefinir las relaciones con los clientes.
Estos cambios demandan nuevas estrategias que intensifiquen y cierren los bucles de la cadena de valor. ¿Qué significa esto en la práctica?
Reducir el lazo
Este enfoque exige que las empresas mejoren la eficiencia de los procesos de producción, distribución y consumo.
En un mundo donde el agua es un recurso vital y el plástico está llenando los océanos y vertederos, el champú y detergente para ropa DS3 sin líquido de P&G, está buscando hacer un cambio.
Después de varios años de desarrollo y muchos experimentos para continuar mejorando, un grupo de personas crearon productos que son capaces de funcionar sin agua.
El objetivo es eliminar el 80% de los desechos, el 70% del espacio y el 75% de las emisiones que se utilizan para producir este tipo de producto.
La tecnología podría usarse para transformar muchas categorías de productos, a medida que cambian los procesos de producción y abastecimiento, así como la cantidad y el tipo de productos comercializados y el consumo de recursos; la huella de carbono, el tamaño del producto y el volumen se reducen.
Estos beneficios tienen un impacto significativo en el uso del paquete, los requisitos del área de almacenamiento y, sobre todo, los recursos de transporte utilizados para entregar los productos.
Reducir la velocidad del bucle
Invertir en formas de extender la vida útil de los productos y reducir o evitar el desperdicio, son elementos centrales de este enfoque.
Aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos se pierden o desperdician cada año.
Esto resulta nocivo para las personas que no tienen suficiente para comer, y malo para los agricultores y el medio ambiente.
La compañía de tecnología Cambridge Crops, está trabajando en protectoras que mantienen los alimentos frescos por más tiempo.
Ha desarrollado formas de extender la frescura de los alimentos, usando recubrimientos naturales, comestibles e invisibles.
Extender la vida útil del producto de esta manera afecta la función de los recursos de la cadena de suministro y de compra, el almacenamiento y la distribución, y la forma en que se consumen los productos.
Las decisiones de aprovisionamiento pueden tomarse en función del ciclo de vida del producto como una ventaja competitiva. Los turnos de inventario tienen la capacidad de reducirse significativamente, generando reducciones de costos y ahorros de transporte para distribuidores y consumidores.
Intensificar el bucle
Este método va más allá de la fase de desaceleración al transformar productos en servicios. El enfoque involucra nuevos métodos de adquisición que promueven el intercambio de activos (por ejemplo, automóviles), basados en nuevos modelos distribuidos e infraestructura.
Muestra de ello es Uber, usa un sistema/aplicación de transporte en vez de ser dueño de los automóviles. Hay otros ejemplos en la transmisión de videos y películas, suscripción de ropa de moda, alquileres de uniformes y servicios de iluminación.
Philips —una de las empresas de tecnología más importantes del mundo—, introdujo un servicio que ofrece mantenimiento sin problemas, soporte remoto y rendimiento de iluminación garantizado.
Integrar el servicio en la cadena de valor cambia los patrones de consumo del producto; los clientes no necesitan comprar repuestos, por ejemplo.
También modifica el pronóstico de la demanda, los tiempos de respuesta de la compañía, la cantidad y el tipo de productos en el mercado, así como las relaciones con otros eslabones de la cadena, en particular los clientes.
Cerrar el círculo
Las empresas cierran el ciclo reintegrando los desechos en las cadenas de suministro (de la producción de textiles, plásticos y energía), y reutilizando y reciclando productos.
Los artículos que usan vidrio, plástico, papel y metales, son ampliamente reciclados. Sin embargo, los métodos de fabricación innovadores también pueden brindar oportunidades para el reciclaje de textiles y prendas de vestir.
Un ejemplo, es la tecnología de regeneración química utilizada por la empresa textil Evrnu para transformar los residuos de prendas de algodón textil posconsumo en fibra celulósica de alta calidad.
Este proceso puede desviar millones de toneladas de residuos textiles del vertedero, evitando su eliminación y ofreciendo nuevas opciones de abastecimiento.
El papel clave de la cadena de valor
A medida que cambian los estilos de vida en respuesta a las preocupaciones ambientales y climáticas, las innovaciones de productos y la política gubernamental, el caso de la transición a una economía circular se vuelve más convincente.
Para lograr tal transición, se necesita más colaboración entre las partes interesadas.
La academia, el sector privado y el gobierno, deben unirse para desarrollar mejores formas de aprovechar los recursos naturales del planeta y apoyar los cambios de comportamiento necesarios para crear nuevos modelos de consumo.
Además, es de vital importancia que desarrollemos nuevos modelos de cadena de valor capaces de soportar tal cambio. Específicamente, las cadenas de valor que se integran con las ofertas de servicios y se pueden ampliar para satisfacer las demandas de una economía circular global.
Gracias excelente