Una de las propuestas de campaña más importantes de Justin Trudeau, presidente de Canadá, fue crear un organismo independiente con la capacidad de investigar a las compañías canadienses que operaban en el extranjero, especialmente las de la industria extractiva.
El tema resulta relevante, debido a que las prácticas de muchas suelen afectar derechos humanos, decisiones de pueblos indígenas y cuidado ambiental.
Sin embargo, tras varias iniciativas y promesas cumplidas a medias, todavía no se ven resultados precisos.
¿Qué es CORE y cuáles han sido sus propósitos?
CORE es un organismo encargado de la Defensoría del Pueblo para la Empresa Responsable que Justin Trudeau y su gobierno han propuesto para lograr los objetivos de Responsabilidad Social.
CORE es la encargada de:
- Aconsejar a las empresas canadienses sobre prácticas y políticas basadas en conductas responsables.
- Estudiar quejas formuladas por individuos, organizaciones o colectividades, así como posibles violaciones a los derechos humanos.
- Ofrecer servicios informales de mediación.
- Emitir recomendaciones a empresas y acompañar su puesta en marcha.
- Sugerir sanciones (retiro de apoyo comercial del gobierno, pago de indemnizaciones o disculpas públicas).
Sin embargo, los resultados han dejado mucho que desear. CORE no está siendo suficiente y no ha logrado sus propósitos, pues se considera que no tiene siquiera capacidad de investigación:
“Sin independencia y sin poderes para investigar, CORE no es más que una promesa rota”, escribió en la misiva Emily Dwyer, coordinadora de la Red Canadiense de Responsabilidad Corporativa.
Sheri Meyenhoffer, más que un acierto, causante de controversia
Como un avance para lograr las aspiraciones establecidas, Sheri Meyerhoffer, fue elegida para estar al frente de CORE en abril de este año.
Meyerhoffer es abogada con experiencia en cooperación internacional y consolidación de instituciones democráticas, pero la noticia de su nombramiento no fue bien recibida.
La razón es que la abogada canadiense también fungió como cabildera de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo.
Su desarrollo en el puesto de consejera especial del ministro de Comercio Internacional, fue altamente criticado al poner en duda la independencia de su cargo.
Respecto a CORE, Meyerhoffer desea «realizar una investigación conjunta de los hechos o, en la imposibilidad, llevar a cabo una investigación independiente de los hechos”, así como solicitar documentos y reunir a testigos para estos fines.
Empero, no todos concuerdan con las intenciones de la abogada. Jim Carr, ministro de Comercio Internacional, dijo que un grupo jurídico está analizando si es posible y conveniente que proceda la solicitud de Meyerhoffer. La respuesta se espera desde junio, pero hasta el momento no se han tenido noticias al respecto.
Tiempo… otro punto negativo para el propósito de Justin Trudeau.
¿Por qué tardó tanto el gobierno de Trudeau en poner manos a la obra?, ¿por qué la evolución de la RSE ha sido tan lenta en esta materia?
El político liberal canadiense tomó el poder en noviembre de 2015, y a mediados de 2019, su gobierno aún no cuenta con resultados contundentes o si quiera visibles en el tema de Responsabilidad Social.
CORE fue creado en enero de 2018, pero sus iniciativas existían desde su campaña en 2015; sin mencionar que cuando fue diputado en 2010 ya había manifestado su interés y votado a favor de una iniciativa presentada ante el Parlamento por su liberal John McKay, en la que proponía controles estrictos para las compañías con operaciones fuera del país.
El 30 de abril, Surya Deva, presidente del grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos humanos, se reunió con representantes gubernamentales con el fin de saber por qué Canadá había creado el organismo de responsabilidad social para las firmas en el exterior después de tanto tiempo.
“Canadá no enviará una buena señal a la comunidad internacional si da marcha atrás con esta promesa”, declaró Deva a la cadena CBC.
Esperanza de restaurar la confianza
“La única forma en que el gobierno puede restaurar la confianza es reemplazando el mandato de CORE por una orden de conformidad con la Ley de Investigación”, añadiendo que “sería una señal para la sociedad civil y las comunidades afectadas de todo el mundo, de que esta oficina puede considerarse creíble y que este gobierno está tomando medidas concretas para promover los derechos humanos”, afirmaron representantes del organismo.
Dichos representantes, provenientes de organizaciones no gubernamentales, abandonaron el consejo consultivo, tras perder la paciencia al no tener los resultados esperados de CORE.
“CORE sigue sin los poderes significativos para servir a las comunidades y a los trabajadores afectados” mencionaron.
A pesar de todos los aciertos que ha tenido el gobierno canadiense, parece que este no es uno de ellos. ¿Podrá Trudeau recuperar su credibilidad y realmente aportar un avance significativo y positivo respecto a la evolución de la RSE?