Estiman caída de 30% una vez que entre vigor la Ley de Residuos Sólidos.
La industria del plástico registró entre enero y este mes una baja en su producción de 10 por ciento debido a una menor demanda de bolsas, envases, embalajes y empaques como consecuencia de la publicidad negativa de esos productos contra el medio ambiente.
Guillermo Salas Valdez, presidente de la Asociación Nacional de las Industrias del Plástico (ANIPAC), alertó que una vez que en agosto próximo entre en vigor la Ley de Residuos Sólidos en el Distrito Federal, que obliga a la fabricación y uso de bolsas de polietileno biodegradables, la caída en la producción puede llegar a 30 por ciento con la pérdida de 40 mil empleos.
En entrevista con Milenio, dijo que con esa ley muchas pequeñas y medianas empresas que no cuentan con recursos para la transformación de sus procesos tecnológicos tendrán que desaparecer, y seguramente de una producción anual de 300 mil toneladas de bolsas de plástico sólo se estarán produciendo unas 200 mil mediante el proceso de oxodegradación.
El presidente de la ANIPAC destacó que más de 800 empresas productoras de bolsas y empaques de plástico venden sus productos a alrededor de cinco mil tiendas de autoservicio y departamentales, que desde enero pasado han reducido gradualmente sus compras para invitar a los consumidores a adquirir bolsas de tela.
Salas Valdez calificó la nueva Ley de Residuos Sólidos de “gran aberración”, debido a que el proceso de oxodegradación que se deberá incluir en las nuevas bolsas, no hará desaparecer el material plástico sino que sólo lo pulverizará en micropartículas que se disiparán en el medio ambiente, y que una vez asentadas en el suelo actuarán como impermeabilizantes afectando las áreas verdes y los mantos freáticos.
“Lo que se debe hacer, al igual que en países como Alemania, Inglaterra y Canadá, es reciclar el plástico de desecho para generar energía u otros productos y evitar que a través de micropartículas se reintegre al medio ambiente.”
Expuso que sin bases firmes se ha satanizado el uso de las bolsas de plástico, que son de gran utilidad para la vida cotidiana debido a su gran resistencia y bajo costo. “El problema no es que se fabrique ese tipo de plásticos que todos utilizamos, sino que se haga una correcta disposición final para que no contaminen, de ahí la necesidad de impulsar plantas de reciclaje que le darán un valor agregado al polietileno y generarán miles de empleos”, subrayó.
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