La economía de México no es reconocida por ser una de las mejores, al contrario, cada vez se deprecia más. Las consecuencias son evidentes: desempleo, trabajo informal o con malas condiciones laborales.
A raíz de la Revolución Industrial, las pensiones para los adultos mayores fueron pensadas para se recibieran por pocos años. La esperanza de vida era de 60 a 65 años, sin embargo, ésta ha incrementado.
Ahora vemos a más personas de la tercera edad que reciben menos cantidad de dinero, esta decadente situación los ha orillado a buscar trabajo a pesar de padecer enfermedades o dolencias a sus más de 65 años.
Algunas empresas han aceptado como colaboradores a adultos mayores, pero las condiciones laborales que ofrecen son muy precarias.
Muchos trabajan en supermercados como empacadores; ahí no les ofrecen un contrato y mucho menos un sueldo o prestaciones laborales.
Pasa lo mismo en el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC). En este sitio hay muchas personas contratadas bajo el modelo conocido como outsourcing, por la empresa Consorcio Mutigreen y Tecnolimpieza Ecotec S.A de C.V.
Las personas bajo este modelo tienen bajos salarios, sus jornadas son de ocho horas durante seis días a la semana, no tienen seguro social y mucho menos prestaciones de ley.
Malas condiciones de trabajo para los colaboradores del Metro
De acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, respecto al régimen de subcontratación, en los artículos del 15 al 15D, la empresa contratante deberá cerciorarse al momento de celebrar el contrato que la contratista cuenta con la documentación y los elementos propios suficientes para cumplir con las obligaciones que deriven de las relaciones con sus trabajadores, y con las disposiciones aplicables en materia de seguridad, salud y medio ambiente en el trabajo.
Empero, no todas las empresas cumplen con ello. Algunas no ofrecen seguridad social, un servicio que necesitan principalmente los adultos mayores.
Raúl Padilla, abogado, dice que en los contratos que celebran el STC y las empresas que prestan el servicio de limpieza, todos los trabajadores subcontratados, como Rafael, deben estar asegurados por ley.
Cada una de las empresas entrega mensualmente la relación actualizada de los empleados. Esta tiene fecha y número de alta en el IMSS.
«Se supone que cada trabajador debe portar en algún lugar visible su credencial con nombre y fotografía, así como su número de seguridad social. Pero esto no sucede».
Una investigación de Animal Político señala que además de no tener seguridad social, los trabajadores no portan el gafete correspondiente en un lugar visible: «aunque los entrevistados aseguraron que sí lo tienen, deben dejarlo con el jefe de estación al ingresar y recogerlo al salir. Solo dos empleados lo traían metido entre la camisola de su uniforme, y en este no tenían registrados sus respectivos números de seguro social».
Muchos trabajadores no están afiliados al IMSS ni a ninguna institución de salud por parte de las compañías de limpia.
Según ellos, de 195 trabajadores que laboran en el turno matutino y vespertino, se verificaron físicamente las credenciales de identificación de solo 169, y se encontró que 5 son pensionados de otras empresas, por lo tanto cuentan con IMSS, 60 no tienen número de registro en sus credenciales y 104 sí tenían registro de seguridad social.
En encuestas realizadas a los colaboradores se encontró que al 25% se les depositaba el pago de su quincena de forma extemporánea, 18% reportó descuentos injustificados y al 7.5% se le solicitó quedarse a trabajar más tiempo de su jornada sin pago extra.
La falta de responsabilidad por parte de las empresas de limpia ante sus trabajadores es evidente, sin embargo, también es trabajo del gobierno de México detectar esta situación y comenzar a accionar para eliminar este tipo de prácticas dentro de esta y otras empresas.
En México existe la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, la cual menciona que este sector tiene derecho a gozar de igualdad de oportunidades en el trabajo o de otras opciones para tener un ingreso propio.
Sin embargo, esta ley carece de un reglamento y no se aplica en la práctica. Por tal motivo es necesario enfocarse a este hecho y comenzar a reaccionar a favor de los adultos mayores, quienes requieren de una atención médica mayor, y que además necesitan descanso corporal.
