Cuidar el medio ambiente no solo es es tirar la basura en su lugar o reciclar algún tipo de material. Cuidar el ambiente es tomar acción drástica y cambiar o eliminar hábitos que podrían dañar aún más el ecosistema donde vivimos.
Esto significa que es necesario cambiar la forma en la que vivimos, la forma en la que nos alimentamos e incluso hasta la forma en la que vestimos.
Cómo vestir sin dañar al planeta: moda ecológica
Algunos pueden pensar que es exagerado, sin embargo, hoy en día, es necesario tener cuidado con lo que vestimos ya que también es una forma de cuidar el medio ambiente.
Por ello, es importante que cada uno de nosotros sepamos por lo menos un poco de la marca a la que le compramos nuestras prendas y cómo es su cadena de producción.
Y es que, de acuerdo con datos de la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo; la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo señala que cada año se utilizan alrededor de 93 mil millones de metros cúbicos de agua para fabricar ropa, suficiente para satisfacer la demanda de este líquido de 5 millones de personas.
Además, estudios recientes revelan que en cada ciclo de lavado se pueden llegar a producir más de 700 mil partículas de microfibras, en su mayoría plásticas debido al uso de telas sintéticas, esto se traduce en casi medio millón de toneladas de microfibra desechadas al mar cada año, equivalente a unos 3 millones de barriles de petróleo, según la ONU.
“Ser sustentable no solo significa el impacto directo al medioambiente, sino también lo que implica a la sociedad y a la economía”, dice la ONU.
Es importante resaltar que la industria de la moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos; lo que significa un enorme impacto ambiental que acelera, como muchas otras actividades humanas, el calentamiento global.
Si a ello le sumamos el sector de moda rápida, un hábito de la industria que ofrece productos con cambios constantes por temporada, la producción de prendas de vestir casi se triplicó de 2000 a 2018.
Esto no solo tiene un impacto ambiental, también tiene una amplia gama de efectos negativos sobre el ámbito social y económico.
Empresas que sí se preocupan por el impacto ambiental
Aunque muchas empresas se han dado la tarea de comenzar a preocuparse por su impacto ambiental, todavía queda mucho por hacer. En años recientes, muchas marcas, incluidas las minoristas de ventas masivas, han comenzado a integrar principios de sustentabilidad en sus estrategias de negocios.
Un ejemplo claro de esto es la cadena global H&M, una marca que ha adoptado un esquema de recolección de ropa. También se encuentra la fabricante de jeans Guess, que forma parte de un programa de reciclaje de guardarropa en algunos países. Asimismo, la empresa Patagonia que produce chamarras de poliéster obtenido de botellas recicladas.
En México, marcas como Amor & Rosas, Someone Somewhere y Oni Original utilizan materiales reciclados, reutilizan telas de fibras naturales, producen sus prendas para que tengan mayor durabilidad y, además, garantizan un trato digno a quienes las producen.
Un ejemplo también es Silver Plate Jeans, una firma mexicana que busca reducir el impacto ambiental de diferentes maneras: obtiene sus telas de textileros locales y utiliza algodón mexicano de cultivo sostenible para elaborar su mezclilla, lo que reduce la huella de carbono de sus prendas y ayuda a la economía del país.
De acuerdo con Ana Karina Ortiz, vocera de la marca, Silver Plate no produce con excedentes, sino con base en la demanda, lo que permite evitar desperdiciar materia prima.
Además, produce prendas más duraderas y resistentes, por lo que no es necesario lavarlas continuamente.
“Si lavamos los jeans cada cinco usos se puede reducir hasta en un 30 por ciento el consumo de agua, y si lo hacemos cada diez usos, hasta en un 50 por ciento”, detalla.
Otro aspecto importante para esta empresa mexicana es garantizar la calidad de vida de las personas que fabrican las prendas, así como el desarrollo humano.
“Silver Plate genera más de 3 mil empleos directos e indirectos en México. Apoyar el empleo nacional y comercializar los diseños dentro de los canales mexicanos es el primer paso para contribuir con el crecimiento conjunto de México y su sustentabilidad”, apunta Ortiz.
La iniciativa mexicana por una moda más sostenible no termina en las maquilas. Desde hace más de diez años, el foro mexicano de estilo de vida sostenible enfocado en el diseño, Fashion Green MX, reúne a actores y líderes de la moda y otros sectores para promover la sustentabilidad en esta industria.
Su fundador, Jean Verdier, explica que la moda sustentable no solo implica reducir el impacto ambiental de la producción de prendas, sino también “que los consumidores sepan qué están comprando, que la empresa transparente de qué están hechas sus prendas, cómo obtiene la materia prima, dónde las produce, cuáles son las condiciones laborales de quienes las hacen y a dónde van a parar una vez que se desechan”.