Aunque son más empresas las que están buscando tener un mejor ambiente de trabajo y una mejor productividad, en México todavía existen más de 200 mil centros de trabajo con un ambiente poco saludable que afecta el desempeño e incluso el bienestar físico de los colaboradores.
Existen trabajadores que con su comportamiento, afectan a compañeros y además de convertirse en personas tóxicas, el lugar de trabajo lo vuelven tóxico.
Esta toxicidad puede atraer serias consecuencias como pérdida de clientes, pérdida de la moral de los empleados, aumento en la rotación y pérdida de la legitimidad.
De acuerdo con un informe de Harvard Business Review, la toxicidad puede atraer, en niveles extremos, situaciones realmente críticas. Entre ellas, renuncias de trabajadores -que no tienen planes de renunciar a su trabajo-, ya que se enfrentan cada día a la situación de convivir con sus compañeros tóxicos que afectan su desempeño laboral e incluso su vida personal.
De acuerdo con Alejandro Arévalo, gerente de DNA Human Capital, como colaborador no se puede contribuir a mantener un ambiente tóxico, sino que, por el contrario, lo mejor “es tratar de aportar una buena actitud para generar un cambio y buscar espacios propicios para disipar la negatividad”.
Para Arévalo, «se debe contar con espacios propicios con los líderes de la compañía para tener una conversación franca y sincera, donde sea posible dar a conocer esos comportamientos tóxicos, ya que podrían llegar a afectar la productividad de la empresa y de los colaboradores. Mientras la empresa cambia su cultura, se pueden buscar formas de trabajar ‘home office’ o en salas apartadas para hacer más llevadero el día a día, o, incluso, proponer actividades que contrarresten este ambiente tóxico”, resalta.
Por su parte, Jaime Ramírez, director del área Andina de Mercado Libre, no se trata de sobrevivir en entornos tóxicos; si no de aportar a su transformación experimentando la experiencia de superarse, crecer y sentirse orgulloso por proponer nuevas alternativas de trabajo y generar entornos sanos, alegres y divertidos.
“Una buena actitud y un espíritu emprender, permiten que las personas visualicen sus espacios laborales de forma diferente, y que puedan aportar todas sus habilidades”.
Mireya Martínez, vicepresidente de Recursos Humanos de Omnibnk, dice que las compañías deben plantearse metas que permitan alinear a todos los líderes y responsables de personas a cargo para mantener relaciones funcionales y orientadas al logro; a través de retroalimentación, manteniendo un interés genuino por desarrollar colaboradores.
Sobrevivir en una oficina tóxica
Ignacio Puig Moreno, cofundador de Acámica, una academia de habilidades digitales, considera que no existe una fórmula mágica para sobrevivir a las oficinas tóxicas.
“Hay que preguntarse qué posibilidad existe para modificar la situación de toxicidad y qué facilidad tenemos para movernos de trabajo. Esto es importante a considerar porque de por sí un ambiente tóxico es nocivo y lo intuitivo es salir de allí lo más rápido posible. No obstante, si está a nuestro alcance trabajar sobre esa cultura es nuestra responsabilidad modificarla y trabajar para que mejore, aunque no sea una tarea fácil que, además, es necesaria y requiere tiempo y esfuerzo”, señala.
¿Y si el tóxico eres tú?
Un primer paso fácil es comenzar a preguntar a las personas. Si todos comienzan a hablar sobre tu comportamiento difícil, es posible que exista un problema.
Ahora, para ir aún más profundo que eso, es posible que estés propagando toxicidad sin saberlo y ese problema se acentúa si tú eres el director.
¿La gente reacciona de manera extraña cuando habla en las reuniones? ¿No te miran a los ojos? ¿Te temen un poco y realmente no sabes por qué? Quizá es momento de hacer cambios.