En respuesta al brote de COVID-19, la filantropía y otras personas del sector social pueden promover activamente la resiliencia comunitaria e individual.
Lauren Smith , MD, MPH
A medida que los gobiernos, las empresas y las personas se esfuerzan por responder a la amenaza de una pandemia de COVID-19, aquellos que trabajan en el sector social se preguntan qué pueden hacer para contribuir de manera efectiva.
La experiencia de acontecimientos anteriores
En 2009, Lauren Smith, MD, MPH. fue director médico del Departamento de Salud Pública de Massachusetts y trabajó con sus colegas para enfrentar desafíos similares planteados por el brote del virus H1N1.
Aprendió por experiencia que las respuestas durante un momento de crisis son tan buenas como la fuerza de preparación, los sistemas de apoyo y las relaciones que existían antes de la crisis.
Debido a la recesión que Estados Unidos estaba experimentando al mismo tiempo, en su momento se enfrentaron a recortes presupuestarios a los componentes críticos de su respuesta, incluidos los laboratorios de salud pública que necesitaban para ayudarlos a confirmar los casos.
Afortunadamente fue posible evitar eso y Massachusetts se convirtió en uno de los primeros estados en ser autorizado para hacer pruebas confirmatorias a nivel local, en lugar de tener que confiar en llevar las muestras a los CDC.
El valioso tiempo ahorrado para obtener resultados definitivos en tiempo real les permitió responder eficazmente para proteger a los residentes de formas que de otra manera no hubieran sido posibles.
La capacidad de su laboratorio para prepararse para hacer las pruebas solo fue posible porque su estado tenía la previsión de haber invertido en el personal altamente capacitado, las instalaciones necesarias y los recursos antes del golpe de la pandemia.
Moraleja
La moraleja de esta historia es que es esencial estar preparado con anticipación y resistir la tentación de destruir la infraestructura de salud pública cuando no se avecina una crisis obvia.
Sin embargo, en este momento, los Centros para el Control de Enfermedades, que es un elemento clave de respuesta a las pandemias, se enfrenta a un importante recorte presupuestario, recomendado por la administración actual que ha pasado los últimos años socavando y desmantelando intencionalmente las mismas partes del Gobierno que está destinado a proteger y responder a estas amenazas.
El trabajo de ella como pediatra y funcionario de salud pública también ha marcado un punto indeleble:
Cualquier desastre natural o emergencia de salud pública siempre afecta a los grupos marginados o excluidos antes de la emergencia.
Circunstancias ante estas situaciones
A estos grupos a menudo se les ha negado los recursos materiales para protegerlos de amenazas como un brote de enfermedades infecciosas o una tormenta devastadora.
Por ejemplo, dado que la mayoría de los trabajadores con salarios bajos no tienen licencia por enfermedad pagada, si faltan al trabajo debido a su enfermedad o la de un miembro de su familia, pierden ingresos cruciales que podrían ser la diferencia entre poder pagar su renta o no.
También corren el riesgo de ser despedidos si pierden sus turnos. Y si también carecen de un seguro de salud adecuado o de algún seguro, se enfrentan a la amenaza de paralizar las facturas médicas.
Entonces, lo que comienza como una simple enfermedad puede convertirse en un desastre financiero familiar.
En el contexto de un brote de una enfermedad infecciosa, como lo que se está experimentando actualmente, tales presiones pueden hacer que sea muy difícil para las personas prestar atención a los sólidos consejos de salud pública para «quedarse en casa cuando esté enfermo».
Entonces, además de un problema de salud, se enfrenta un problema de equidad, como en este excelente artículo del The New York Times, donde se señala: «El acceso desigual a las medidas cautelares recorta en la misma línea que divide a los Estados Unidos de otras maneras: ingresos, educación y raza».
Sin embargo, la capacidad de recuperación comunitaria e individual —la capacidad de utilizar los recursos disponibles para responder, resistir y recuperarse de situaciones adversas— puede ser promovida activamente por la filantropía y otros en el sector social.
Idealmente, este trabajo se inicia antes de que ocurra un desastre, pero hay mucho que se puede hacer.
Ahora es un buen momento para recordar lo que los socios de la Greater Houston Community Foundation sugirieron que las fundaciones pueden hacer a raíz de un desastre natural.
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Sus excelentes recomendaciones son igualmente relevantes para una crisis de salud pública, como una pandemia. Además, aquí hay algunas ideas adicionales:
1. Pregunta a tus beneficiarios qué necesitan sus comunidades.
Probablemente no haya mejor momento que ahora para extender la mano y escuchar. Sé por experiencia que los residentes y líderes de la comunidad saben lo que sería útil, pero es posible que no tengan los recursos o la influencia para obtenerlo. Usa redes de beneficiarios y socios para recopilar información sobre qué apoyo se necesita y compartir recursos.
2. Ayuda a las organizaciones comunitarias y a las organizaciones sin fines de lucro a preparar y mejorar su planificación de crisis y preparación para emergencias, mantener las operaciones y evitar interrupciones en los servicios y programas críticos.
Financiar organizaciones que ya tienen relaciones establecidas y confiables en la comunidad para aumentar sus esfuerzos de divulgación y educación. Estos pueden ser socios locales, o nacionales como NAACP o UnidosUS , que tienen redes que llegan a comunidades a menudo excluidas y ya han pensado mucho sobre cómo satisfacer las necesidades únicas de estas comunidades.
3. Busca y apoya grupos que estén menos conectados con la atención médica y los sistemas de salud pública y financia campañas efectivas de información pública dirigidas a audiencias difíciles de alcanzar.
Muchas comunidades han desarrollado escepticismo o incluso sospecha de estos sistemas en base a sus experiencias previas de exclusión, sesgo o atención deficiente. Apoya la participación de la comunidad y una mayor confianza en las organizaciones de salud pública para superar esta cautela y aumentar la aceptación y la adopción de prácticas recomendadas e información precisa. Asegúrate de que los mensajeros y las organizaciones confiables tengan información precisa y oportuna para amplificar a sus constituyentes y comunidades. Apoya la provisión de mensajes de educación pública en idiomas y a través de canales que llegarán a grupos que a menudo pueden ser excluidos.
4. Busca y apoya grupos que estén menos conectados con la atención médica y los sistemas de salud pública y financia campañas efectivas de información pública dirigidas a audiencias difíciles de alcanzar.
Muchas comunidades han desarrollado escepticismo o incluso sospecha de estos sistemas en base a sus experiencias previas de exclusión, sesgo o atención deficiente. Apoya la participación de la comunidad y una mayor confianza en las organizaciones de salud pública para superar esta cautela y aumentar la aceptación y la adopción de prácticas recomendadas e información precisa. Asegúrate de que los mensajeros y las organizaciones confiables tengan información precisa y oportuna para amplificar a sus constituyentes y comunidades. Apoya la provisión de mensajes de educación pública en idiomas y a través de canales que llegarán a grupos que a menudo pueden ser excluidos.
5. Proporcionar recursos a las comunidades para aumentar su capacidad de recuperación.
Por ejemplo, si las escuelas necesitan estar cerradas por un período prolongado, las fundaciones pueden proporcionar fondos para computadoras portátiles o tabletas para los estudiantes que no tienen la posibilidad de mantenerse conectados con sus maestros y escuelas. Otorga subvenciones generales y sin restricciones a las organizaciones. Agiliza la concesión de subvenciones para que las organizaciones que realizan un trabajo crítico puedan mantener sus operaciones.
6. Usa todas las herramientas filantrópicas disponibles, más allá de la concesión de subvenciones, y comparte lo que estás aprendiendo.
Las fundaciones pueden aprovechar su considerable poder de convocatoria para ayudar a las partes interesadas de la comunidad, los líderes empresariales y los líderes del sector público a colaborar para garantizar una respuesta coordinada e integral. Eleva tu voz y ayuda a elevar las voces de tus beneficiarios y las comunidades a las que sirven: nuestros funcionarios electos necesitan saber qué está funcionando y qué no. Usa tu influencia para abogar por mantener una infraestructura crítica de salud pública y apoyo comunitario cuando no estamos en crisis.
Como experto en salud de EE. UU., mis lecciones provienen de un contexto estadounidense. Más allá de los EE. UU., la mejor manera en que las filantropías pueden ayudar variará ampliamente, dependiendo del gobierno local y la infraestructura de salud pública y atención médica. Pero nuestros equipos han descubierto que estas dos reglas se aplican a casi cualquier esfuerzo financiado con dólares internacionales:
7. Aprovecha las estructuras existentes y locales.
La mayoría de los gobiernos tienen procesos y estructuras establecidos para emergencias, incluso cuando necesitan apoyo externo de donantes (bilaterales, multilaterales, filantropía, etc.). Eludirlos puede crear confusión y estrés adicionales en una situación muy tensa, lo que aumenta la carga del entorno de un país o local en lugar de ayudar a aliviarlo.
8. El consentimiento es clave.
Relacionado, hagas lo que hagas, obtén el consentimiento del gobierno local y la comunidad local. Involúcralos en la toma de decisiones y procesos. Por ejemplo, en una crisis humanitaria (brote, ambiental o provocada por el hombre), las organizaciones de desarrollo y las ONG internacionales (por ejemplo, ONU, Save the Children, IRC, MSF) no pueden ingresar a un país para brindar apoyo hasta que el país los haya invitado o ellos hayan aceptado su oferta.
Este es un ejemplo de aprovechar las estructuras existentes que están en su lugar por una razón, así como la importancia del consentimiento.
