Brenda Santillán Soto
En medio de esta contingencia por COVID-19, marcas de productos de limpieza químicos, como el cloro, o desechables, como las toallitas de un solo uso, se han vuelto más consumidas bajo la idea de que evitan la propagación del virus.
Las propias marcas, no han dudado en aprovechar esta situación para llamar la atención sobre sus productos.
Hace unos días, la marca Cloralex llevó a cabo una conferencia virtual en la que exhortaba a utilizar dos cucharadas soperas de cloro en un litro de agua para limpiar y desinfectar superficies en casa.
El cloro, es cierto, es un elemento químico con propiedades desinfectantes, sin embargo especialistas advierten que durante esta situación de pandemia, y con el objetivo de obtener limpieza en nuestros hogares, hemos abusado del uso de productos elaborados con base en esta sustancia, como las toallitas desinfectantes o los aerosoles.
¿Cómo afectan estos productos el medio ambiente?
De acuerdo con expertos, el sector industrial del cloro es altamente contaminante debido a los compuestos tóxicos que deterioran lentamente el medio ambiente y la salud, pues las emisiones provocadas por esta sustancia afectan principalmente el agua y el aire. Un solo átomo de cloro es capaz de destruir hasta 100,000 moléculas de ozono.
Paulina Madrigal, especialista en el movimiento zero waste –que postula la reducción de desechos–, consideró que debemos ser responsables en el uso de este tipo de productos químicos y desechables, cuestionándonos qué tanto los necesitamos o sustituyéndolos por otras alternativas menos tóxicas o dañinas con las personas y el medio ambiente.
“Las toallas desinfectantes para superficies tardan alrededor de 10 años en desintegrarse, ya que están elaboradas a base de materiales plásticos, tapan cañerías y algunas de estas terminan en ríos y mares, dejemos los materiales desechables para las personas que realmente lo necesitan”, exhortó.
De acuerdo con la especialista, la mejor manera de evitar la contanimación innecesaria es atendiendo las medidas de higiene oficiales, como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón simple así como evitando salir o exponerse al exterior en la medida de los posible.
De esa manera, señala, no necesitaremos ocupar cubrebocas ni productos o materiales de limpieza adicionales que contaminen el medio ambiente y en el caso de ser necesario utilizar este tipo de productos, consideró necesario desecharlos de la manera adecuada.
“Hoy más que nunca es súper importante separar de manera correcta los desechos, a medida que los casos vayan avanzando tenemos que ser más cuidadosos con lo que tiramos a la basura” comentó.
Estos productos de limpieza afirman que eliminan 99.99% de virus, como influenza (H1N1), influenza aviar (H3N2), influenza aviar A (H7N9), bacterias como E. coli, S. aureos, S. typhi, sin embargo no está científicamente comprobado que estos productos ayuden a eliminar el COVID-19.
Para el investigador del Instituto Politécnico Nacional, Carlos Álvarez Flores, el cloro incluso puede llegar a dañar el revestimiento de las células pulmonares, lo que provoca inflamación y debilita el sistema inmunológico, por lo que aumenta el riesgo de contraer el coronavirus, de acuerdo a lo que comentaba en una entrevista para el Heraldo de México.
En respuesta a estos señalamientos, Amanda Alcalá, química y experta en desinfección del Instituto Cloralex, consideró que “cuando se usa en dosis incorrectas o por mal uso y en contacto con ciertos organismos orgánicos, pueden generarse algunos compuestos tóxicos, por lo que hay que leer las instrucciones”.
Llamó a usarlo “en las cantidades correctas”, lo que a su decir no genera acumulaciones en el medio ambiente ni daños al planeta.
En resumen, la opinión de los entrevistados invita a no abusar de este tipo de productos químicos y desechables, pensando que son la solución al contagio, así como buscar desinfectantes que dañen menos el medio ambiente o incluso limpiar por productos naturales como soluciones de vinagre y agua.