Erika Barón
El gobierno de México deberá realizar una revisión exhaustiva en la implementación de nuevas políticas que puedan afectar al medio ambiente, pues éstas últimas van totalmente en contra de las obligaciones que incluye el Acuerdo de Cooperación en Materia Ambiental, recién aprobado como parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En entrevista telefónica para Expok, la senadora Gina Andrea Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte, indicó que “es importante que el gobierno dé marcha atrás a muchas de las decisiones equivocadas que ha tomado, de lo contrario no va a ser posible el cumplimiento de los acuerdos en materia ambiental que se están haciendo como parte del T-MEC”.
Por ejemplo: la cancelación de acuerdos preestablecidos entre el gobierno mexicano y la Iniciativa Privada (IP) en materia de energía eólica y solar, los cambios en la normatividad de energías limpias (cuyas inversiones son principalmente canadienses y europeas), el impulso a la producción petrolera (que da la espalda a acuerdos asumidos entre países productores de petróleo) y la promoción de proyectos ambientalmente lesivos como el Tren maya y la Refinería de Dos Bocas.
“Aquí hay una responsabilidad y una obligación para este gobierno. El tema del T-MEC no solamente es irse a tomar la foto con Trump, el interés va más allá de lo político”, afirmó Cruz Blackledge.
Cabe mencionar que el capítulo 31 del T-MEC “establece que cuando un país realice una medida incongruente con los compromisos del tratado en materia ambiental se pueden iniciar paneles en los que se diriman las controversias”.
Con 95 votos a favor y uno en contra, el Senado de la República aprobó este acuerdo el pasado 29 de junio, con lo cual prevé una serie de mecanismos para hacer frente a los efectos del cambio climático, la degradación del medio ambiente y la desaparición de especies.
Entre las medidas que contempla se encuentran:
- Crear un Consejo que sirva como foro para discutir temas ambientales y supervisar la aplicación del acuerdo.
- Mejorar la efectividad de colaboración existente a través del intercambio de delegaciones y especialistas.
- Abordar los problemas ambientales transfronterizos, reducir la contaminación y apoyar la reducción de emisiones
- Promover el desarrollo de energías limpias y eficientes
Asimismo, este documento busca vigilar la conservación de especies compartidas, incluidas las aves migratorias, promover el manejo sustentable de la pesca e incluso la posibilidad de abordar el ruido de los buques y su impacto en los mamíferos marinos, además de atender la contaminación que se da en ríos que cruzan las fronteras entre México y Estados Unidos.
Para revisar su cumplimiento, en los próximos días se creará una comisión de cooperación ambiental integrada por 15 personas de cada país, quienes tratarán las cuestiones y controversias que surjan sobre la interpretación y aplicación del acuerdo.
Conformado por 17 artículos, este documento también busca promover la participación pública en el desarrollo de leyes, regulaciones, procedimientos, políticas y prácticas ambientales.
