Erika Barón
Durante la conferencia matutina de este martes 14 de julio se presentaron los primeros ventiladores de alta especialidad desarrollados en México, cuya principal función es la atención de pacientes con COVID-19 y para los cuales se reconoció la participación de la iniciativa privada.
Estos fueron desarrollados en un trabajo conjunto entre investigadores y científicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), universidades y el apoyo de empresas nacionales y extranjeras.
Ambas creaciones cuentan con altos estándares de seguridad biomédica y calidad de ingeniería, sensores de control, ventilación controlada por presión y volumen, además de que son de fácil limpieza y el costo de fabricación de estos dispositivos médicos es al menos 60 por ciento menor, en comparación con los precios que rigen en el mercado internacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que esto es una muy buena noticia para el pueblo de México pues significa que podemos “ser autosuficientes en este equipo que es básico”.
El secretario de Salud, Jorge Alcocer, agregó que este logro se dio en respuesta a las necesidades más urgentes de la pandemia, “aumentando la eficiencia y minimizando gastos”.
“Ganamos en la soberanía nacional y sus nombres son: ‘Gätsi’ -suspiro, en otomí- y Ehécatl -dios del viento en náhuatl-“, agregó.
Estos ventiladores fueron probados en pulmones artificiales y sistemas biológicos.
“Son dos modelos: Ehécatl 4T, 100% del Estado mexicano, con una patente estatal, el otro, hecho en colaboración con la empresa Dydetec”, indicó la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, al destacar a esta empresa y a Safran México como las dos involucradas en el desarrollo de estos dispositivos.
Asimismo, detalló que el funcionamiento de Ehécatl 4T se basa en el uso de una “bolsa ambú”, físicamente muy similar a un pulmón; mientras que Gätsi utiliza un sistema de control por microprocesadores accionados neumáticamente.
La inversión total para estos ventiladores fue de 259 millones 891 mil 592 pesos y con ella se prevé producir 500 unidades de cada modelo, es decir que cada uno de los mil ventiladores mexicanos tendrá un costo promedio de alrededor de 260 mil pesos.
De acuerdo con el Presidente, los ventiladores “en promedio llegaron a costar hasta un millón de pesos, millón y medio”.
En Expok buscamos a las dos empresas que fueron referidas en estos desarrollos para conocer más detalles de su participación en este esfuerzo, sin embargo no obtuvimos respuesta.
Safrán México es una empresa dedicada a la fabricación de equipos en los ámbitos de aeronáutica, espacio y defensa.
Además de su contribución en la creación de estos ventiladores, la empresa francesa se ha dedicado a la fabricación y donación de insumos médicos a hospitales en toda la República y despensas a los gobiernos locales de Baja California, de acuerdo con información de su cuenta de Twitter.
Mientras que Dydetec se dedica al diseño y desarrollo de software, hardware y firmware, con experiencia en el sector médico, automotriz y de retail.
A través de sus redes sociales, esta empresa declaró: “nos sentimos orgullosos de ser parte del proyecto de Ventiladores para México ¡Agradecemos y felicitamos a @Conacyt_MX @CIDESIMX y @SafranMexico por su participación y colaboración!”.
Asimismo, postearon un video explicativo sobre el desarrollo del ventilador de terapia intensiva Gätsi: