El encarecimiento del agua en las ciudades ha provocado que comercios e industrias opten por instalar sus propias plantas de tratamiento del líquido para reutilizarlo en algunos de sus procesos.
El volumen de tratamiento de agua se duplicó en esta década respecto a lo que ocurría en los 90, debido en gran medida a la inversión empresarial, revelan datos de la Conagua.
En México, ya se han instalado cerca de 4 mil plantas de tratamiento, y 52 por ciento corresponde al sector industrial, pero en total tratan más de 36 por ciento de las aguas residuales, de acuerdo con la Conagua.
Un ejemplo es Wal-Mart de México, que tiene 390 plantas de tratamiento con las que ha dejado de utilizar más de 1.3 millones de metros cúbicos de agua potable, equivalente al consumo anual de 4 mil 767 hogares, según información de la empresa.
FEMSA, la productora de cerveza, cuenta con 51 plantas de tratamiento de agua residual en nueve países, y 20 se ubican en México.
Según la compañía, en 2009 logró ahorrar más de 630 mil metros cúbicos respecto al año anterior, cantidad equivalente al consumo anual de 2 mil familias.
Otro caso es el de la minera Peñoles, que asegura que 44 por ciento del agua que usa es tratada en sus propias plantas.
En el caso de CEMEX, 84 por ciento de sus plantas concreteras cuentan con sistemas de reciclaje de agua.
A los negocios les cuesta entre uno y 4.40 pesos por metro cúbico el tratamiento de agua, que puede ser reutilizada para los sanitarios, labores de limpieza y riego de jardines, entre otros.
Banxico reporta que el costo de agua potable al productor aumentó 12.8 por ciento en los últimos 12 meses; 8.6 por ciento durante 2009, y 13.7 por ciento en 2008.
La planta de menor capacidad de tratamiento de aguas residuales es la de 10 metros cúbicos diarios, suficiente para un edificio de 10 familias y cuesta 350 mil pesos.
La más cara, para mil metros cúbicos, cuesta 4 millones de pesos, especificó Héctor Aguilera Lira, director general de la empresa Comercializadora Sustentable y Ambiental (CSA).
Actualmente, tiene 46 plantas y este año piensa duplicarlas.
«Los giros que demandan plantas de tratamiento de agua son rastros, rellenos sanitarios, hoteles, restaurantes, negocios de café, en agroindustrias mezcaleras y en unidades habitacionales», destacó el directivo.
Aseguró que el tratamiento y reuso de aguas residuales tiene un impacto ecológico, económico y social muy importante.
El Gobierno tiene la meta de lograr que 60 por ciento de las aguas residuales del País sean tratadas en 2012.
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