Obsequios, tributos y sacrificios, es así como hace 500 años nuestros antepasados ofrecían a las mujeres no solo a nuestros dioses, sino a los españoles en medio de la Conquista. ¿Tradición o cosificación absoluta de aquellas que fueron víctimas de rapto, violaciones, agresiones y asesinatos? Hoy, en pleno 2020, y muy alejados de la cultura prehispánica, el machismo persiste y avanza a pasos de gigante.
Para muestra de ello no es necesario buscar demasiado: el senador Samuel García, militante del partido Movimiento Ciudadano, nos ha obsequiado una prueba del más puro machismo en medio de una videollamada que sostuvo con su esposa.
Tres diálogos bastaron para demostrar el pensamiento retrógrada y machista no solo de un mexicano, sino de un político con poder de decisión e influencia que aspira a ser gobernador de Nuevo León. Pero… más allá de la indignación que ha despertado entre los internautas… ¿cuál es el trasfondo social?
Una videollamada, «mucha pierna» y más de 500 años de machismo en México
«Cena COVID style» fue como la influencer de moda y belleza Mariana Rodríguez, esposa de Samuel García, tituló una transmisión en vivo por medio de Instagram. Ambos se vieron en la necesidad de «cenar juntos» de forma remota ya que ella fue diagnosticada con COVID-19 y su esposo no.
El motivo de esta cena y transmisión abierta se debió a que Mariana estaba por cumplir 25 años y decidió compartir con todos el mágico momento: ella y su esposo consideran que abrir su intimidad con el público los acerca más a él.
El video transcurre de forma normal, y se puede ver la convivencia entre ambos hablando de temas típicos hasta después de 10 minutos, en donde Rodríguez, vestida con pijamas, muestra a cámara un poco más de su pierna de lo que en tomas anteriores enseñaba.
Ante esto, García refuta: «Súbete la cámara, estás enseñando mucha pierna».
«¿Mucha pierna?, nada más era mi rodilla, ¿no?», responde Mariana, para explicar que ella únicamente puede ver su rostro.
«Que bajes la pierna, no andes enseñando la pierna», contesta su esposo, y agrega: «Me casé contigo pa’ mí, no pa’ que andes enseñando».
«Perdón», dice ella tras darle gusto a la petición del senador y continuar la cena.
La reacción en redes sociales
Dicha escena ha causado gran polémica y revuelo en redes sociales, despertando la opinión y furia de internautas, instituciones, figuras públicas, grupos feministas y hasta opiniones de mujeres religiosas porque consideran que el comentario y comportamiento del senador es sumamente machista.
Entre la respuestas se manifiestan peticiones para que la misoginia y el machismo se detengan y dejen de formar parte de las relaciones íntimas y sociales, también buscan reafirmar que las mujeres son dueñas de su cuerpo.
Ha llegado tan lejos el enojo que usuarias han utilizado el hashtag #YoEnseñoLoQueQuiera y #MiraSamuel para expresar su autonomía y posición contra el machismo que se ha perpetuado en nuestro país.
Sin embargo, no todos los comentarios han sido en pro de las mujeres, muchos hombres han levantado la voz dejando ver su apoyo y posición machista ante el senador.
¿Grave? Más que eso…
La «disculpa» de Samuel García: Nadie me enseñó a ser feminista
Ante la inmensa nube gris de críticas e insultos que cayó sobre él, el senador se vio en la necesidad de pedir una disculpa pública a su esposa y a todas las mujeres, afirmando que fue «una broma machista» y que él ha estado luchando a nivel local y nacional para evitar la violencia y agresiones a mujeres.
Posteriormente el político se justifica diciendo que «nadie lo enseñó a ser feminista», pero que trabajará en ello, considerando que el machismo es el cáncer de México.
¿Se necesita ser feminista para respetar a tu pareja? ¿Podríamos considerar su disculpa genuina? ¿O es únicamente un método para no arriesgar la candidatura que buscaba? Desafortunadamente para él, su comentario arribó en medio de sus aspiraciones a ser el gobernador de Nuevo León.
Y aunque no es la primera vez que se ponen en la mira sus erróneos e irresponsables comportamientos, nos preguntamos: ¿Este es el tipo de líder político que necesita nuestro país? ¿Cuál es la realidad de México?
México: el infortunio de nacer mujer
Mientras Samuel García se da el lujo de ejercer micromachismos —pequeños gestos sexistas o machistas, algunos de ellos muy sutiles, que ayudan a perpetuar roles de género, machismo, violencia suavizada contra las mujeres—, su esposa representa la respuesta de millones de mexicanas, quienes se encuentran permeadas de sumisión. Elemento que encaja perfecto con la actitud de muchos mexicanos.
Empero, esto no es una sorpresa, México es uno de los países más machistas en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Factor lo coloca como uno de los peores lugares para nacer mujer.
De acuerdo con el US News & World Report de 2019, México cayó este año al puesto 60 de 80 en el ranking de los mejores países para ser mujer.
- Kazajistán (59).
- Turquía (52).
- Israel (43).
- Arabia Saudita (41).
Estos países lo superaron en cuestiones como derechos humanos, igualdad de género y de ingresos, así como en progreso y seguridad.
Por su parte, Gabriela Ramos, Directora OCDE y Sherpa, afirma que el machismo tiene que ver con las normas culturales que enseñan a las mujeres mexicanas a ser sumisas y auxiliares del hombre, así como otorgar apoyo en el desarrollo profesional de este.
Cuando la discriminación viene de tu cerebro, está bien complicado, y más si se pasa de generación en generación, y somos las mujeres las que estamos transmitiendo esas normas culturales.
Gabriela Ramos, Directora OCDE y Sherpa.
Si bien es cierto que el problema radica en una cultura patriarcal que surge desde nuestros antepasados, en pleno siglo XXI no existe una justificación para que el escenario continúe siendo el mismo, las consecuencias van más allá de lo que imaginamos y no se resuelven con una simple disculpa.
El machismo: sí, un cáncer mortal
En un país en donde el machismo, misoginia y sexismo están tan arraigados no es de sorprenderse que no solo México se sitúe entre los países que peor tratan a las mujeres, sino que contenga en él gran cantidad de problemáticas sociales respecto a ellas.
Feminicidios
Informes del Observatorio de la Igualdad de Género (OIG), de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), muestran que en México se da un panorama de discriminación laboral, social y económico hacia ellas con un aumento de los feminicidios:
Un total de 987 mujeres fueron asesinadas de enero a abril de 2020 y este último mes rompe récord comparado con años previos. ¿El número? 267 feminicidios en 30 días, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Cabe destacar que muchos de los asesinatos de mujeres son clasificados como «homicidios dolosos» y no feminicidios, por ende es imposible conocer los números exactos.
Falta de paridad
Reportes por parte de Observatorio de la Igualdad de Género, indican que de acuerdo con datos al 8 de julio de 2019, las mexicanas ocuparon 36.4% del gabinete federal, en lo que equivalió al cuarto mayor porcentaje en América Latina y El Caribe, y frente a 18.8% en el periodo previo, sin embargo aún no llega ni a la mitad de ocupación del mismo.
Las mujeres siguen recibiendo un trato menos justo que el de los hombres (…) Se enfrentan a más obstáculos para realizar trabajos remunerados, sufren de un alto grado de acoso y ganan una media de 14% inferior.
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.
Rezago en el trabajo remunerado
El OIG mostró desde 2014 que el tiempo de trabajo remunerado a la semana de las mexicanas de 15 años y más fue de 20.5 horas y de los hombres llegó a 45. Mientras tanto, puntualizó que el no remunerado alcanzó 41.9 y el de los varones sumó 14.7.
¿Esto te parece una broma machista o más bien una realidad resultado del machismo? Y más importante aún… ¿Qué se está haciendo para modificar el panorama?
¿Iniciativas contra el machismo y la violencia? Mejor no…
La actitud de Samuel García no solo nos está dando un ejemplo del machismo que viven a diario millones de mexicanas, el escenario que se desprende de él es aún peor.
La realidad es que el país se hunde en este tipo de comportamientos y acciones contra las mujeres que las delegan a un lugar inferior que el hombre, lo que no solo perpetúa una cultura patriarcal, sino que provoca que el país pierda el potencial de la mitad de su población. Y… ¿qué hace el Gobierno respecto a ello? ¿Qué haría nuestro futuro gobernador de Nuevo León?
La respuesta la tiene el presidente López Obrador, quien no solo recortó 151 millones a presupuesto de Inmujeres el mes de julio de este año, sino que dejó de lado la importancia de las Alertas de Violencia de Género que intentaban brindar atención a la seguridad de las mexicanas.
Por otra parte, afirmó que el aumento de llamadas de auxilio sobre violencia contra las mujeres y alza de feminicidios durante el confinamiento por COVID-19 no eran verdad:
No quiero decir que no existe la violencia contra las mujeres, pero el 90% de las llamadas que registran por violencia contra mujeres son falsas.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
“Lo que he sostenido es que no precisamente por el retiro a las casas ha habido más violencia, eso puede ser que suceda en otros países. Es un tema que vale la pena analizarlo a fondo, es que la familia mexicana es distinta a la familia en Europa, a la familia en Estados Unidos, nosotros estamos acostumbrados los mexicanos a convivir, a estar juntos”.
Y entre la poca eficiencia, pensamiento retrógrada y machismo de nuestro presidente, senadores y posibles futuros gobernadores, ese «perdón» de Mariana Rodríguez continúa siendo la voz de gran cantidad de mexicanas que sufren a diario el machismo naturalizado en su máximo esplendor.
¡Excelente camino hacia la candidatura Samuel García! Eres todo lo que México no necesita, pero sí a lo que por desgracia está acostumbrado.
Excelente análisis, bien llevado desde lo micro hasta las consecuencias en masa que México padece. Es momento de que las mujeres se den cuenta de que nuestros cuerpos son nuestros, no de nuestros padres, hermanos ni novios o esposos, ni de la crítica muchas veces familiar.