BlackRock —el mayor gestor de activos del mundo— ha revelado que el año pasado votó 55 veces en contra de los directores de 49 empresas por no haber logrado avances en la lucha contra la crisis climática.
La empresa anunció su enfoque de sostenibilidad en enero, cuando dijo que se pondría estricta con las empresas que no cumplieran con sus expectativas de hacer frente al riesgo climático, y que votaría en contra de ellas en las reuniones anuales de accionistas.
BlackRock anunció en su informe anual de administración de inversiones que emitió más de 5,100 votos en contra de los directores de las compañías en los últimos 12 meses para responsabilizar a la administración por no haber avanzado en una serie de cuestiones, desde los objetivos ambientales y la estrategia corporativa hasta la diversidad de la junta directiva.
El administrador del fondo dijo en julio que había identificado 244 empresas que no estaban avanzando en la emergencia climática, y votó de nuevo a 53 de ellas. La lista de los que votaron en contra estaba dominada por las compañías energéticas, incluyendo las petroleras: ExxonMobil y Chevron, y también figuraban los fabricantes de vehículos Volvo y Daimler, y la aerolínea alemana Lufthansa.
BlackRock puso a las 191 empresas restantes «en guardia», la primera vez que reveló el número de empresas que estaba revisando, advirtiéndoles así que se arriesgaban a que se emitieran votos en su contra en las reuniones de accionistas de 2021 a menos que hicieran progresos significativos en el ínterin.
Larry Fink, el director general de la empresa de inversiones, escribió en su carta anual a los directores generales en enero que la empresa reduciría su exposición a las empresas de combustibles fósiles, se desprendería del carbón térmico y votaría en contra de las empresas que no hicieran progresos.
Las acusaciones hacia BlackRock
BlackRock, que administra activos con un valor de 7.3 millones de dólares (5.5 millones de libras esterlinas), incluidas grandes participaciones en importantes productores de petróleo como BP, Shell y ExxonMobil, ha sido acusada anteriormente por los defensores del medio ambiente de hipocresía por votar habitualmente en contra de las mociones de los accionistas que ordenaban a los consejos de administración que adoptaran medidas sobre la crisis climática.
Sin embargo, la transparencia de su voto ha mejorado, según Wolfgang Kuhn del grupo de campaña ShareAction. Él creía que el gestor de activos debería avanzar hacia un apoyo sistemático más fuerte en las resoluciones sobre el clima.
«Para mostrar un verdadero progreso, BlackRock debe asumir también la responsabilidad de sus productos pasivos«, dijo Kuhn, refiriéndose al hecho de que la mayoría de las inversiones de la empresa se sitúan en fondos de índices que siguen ampliamente el mercado de valores.
La inversión pasiva no es un derecho dado por Dios para eludir la responsabilidad. Si no puedes excluir de tu índice a las empresas sistémicamente peligrosas, entonces sácalas.
Wolfgang Kuhn, integrante del grupo de campaña ShareAction.
BlackRock dijo que tenía la intención de seguir participando y votando en contra de las empresas durante los próximos 12 meses. Sandy Boss, el jefe global de administración de inversiones, afirmó que el impacto económico de la pandemia había enfatizado «la necesidad de que el sector privado asuma un papel más activo en el abordaje de los desafíos globales«.
El cambio climático, la equidad social y racial así como los cambios demográficos y tecnológicos exponen a las empresas a riesgos comerciales materiales.
Sandy Boss, el jefe global de administración de inversiones.
