En los últimos años se ha escuchado cada vez más hablar de la responsabilidad social de las empresas, de su papel en el impulso al desarrollo de las comunidades, de los países y del cuidado al medio ambiente.
Sin embargo, la responsabilidad social empresarial va más allá de la filantropía o de una estrategia de negocio para posicionar una buena imagen de la empresa; al contrario, se trata de implementar un modo de actuar continuo, que tenga en consideración el impacto de las actividades de la empresa tanto al interior como al exterior de ella. Es un compromiso con la sociedad, con el desarrollo sustentable y con el país donde opera.
El Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) define la Responsabilidad Social Empresarial como el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa tanto en lo interno, como en lo externo, considerando las expectativas de todos sus participante se en lo económico, social o humano y ambiental, demostrando respeto por los valores éticos, la gente, las comunidades y el medio ambiente y para la construcción del bien común.
Empleos y bienestar
La importancia de la labor empresarial como generadora de empleo y bienestar es también un factor fundamental para el desarrollo para las comunidades y, en este sentido, la responsabilidad social es el camino ético bajo el cual actúa la empresa.
La responsabilidad social empresarial significa estar consciente del impacto, positivo o negativo que se puede tener sobre la calidad de vida de los colaboradores de la compañía, el medio ambiente, el entorno y, como tal, debe formar parte integral de una estrategia de negocio, de la misión y visión de las empresas, buscando contribuir de la sociedad.
El que una empresa ponga en práctica la responsabilidad social no siempre es fácil. Implica un cambio de actitud de la cultura organizacional, actuar de manera congruente dentro y fuera de la empresa, reconocer los efectos de sus operaciones e implementar mejores prácticas que maximicen el impacto positivo para con sus trabajadores, la comunidad y el medio ambiente.
Además, ser socialmente responsable genera también beneficios para las empresas como: ser más atractiva para los clientes y los inversionistas, mayor compromiso por parte de sus trabajadores , mayor competitividad y una mejor reputación ante la sociedad en general.
No sólo empresas…
Por otro lado, la responsabilidad social no sólo debe ser una práctica de las empresas; también las organizaciones de la sociedad civil deben implementarla dentro de sus operaciones.
Se podría pensar que por su naturaleza propia, todas las organizaciones de la sociedad civil son socialmente responsables, pero esto no es necesariamente cierto. Si recordamos que la responsabilidad social no solamente se refiere a la filantropía y al impulso de causas sociales, sino a un modelo integral de desarrollo sustentable, es posible que no todas las organizaciones la lleven a cabo, siendo que ellas deben ser las principales promotoras de las prácticas socialmente responsables.
Recientemente, el Consejo de la Comunicación recibió el Distintivo Empresa Socialmente Responsable 2010 que otorga el CEMEFI. Este reconocimiento refrenda el compromiso del Consejo de la Comunicación con la responsabilidad social, por establecer procesos de mejora continua para incidir positivamente en la sociedad y continuar trabajando por el desarrollo del país, construyendo un nuevo y mejor futuro para México.
Cada día son más las empresas y organizaciones que adoptan la responsabilidad social dentro de su modelo de negocio. La mejor manera para alcanzar el crecimiento de México es a través del impulso de la labor empresarial como generadora de empleos, bienestar y desarrollo, asumiendo las empresas su responsabilidad social para con sus trabajadores, su comunidad, el medio ambiente y su país.
Puede leer la nota completa dando Click sobre la imagen para ampliar
