Tras una victoria rotunda, el nuevo presidente de Estados Unidos Joe Biden declaró por medio de su página web:
«Hemos ganado con la mayor cantidad de votos emitidos para una candidatura presidencial en la historia de esta nación: 74 millones. Me siento honrado por la confianza que han depositado en mí. Prometo ser un presidente que no busca dividir, sino unificar. Quien no ve a los estados como rojo o azul, sino a un solo Estados Unidos».
Este mensaje tan emotivo no es para menos, ya que la llegada de Biden al poder representa la esperanza de miles de personas no solo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo. Y más aún después de un año tan caótico como lo fue el 2020 y no solo por el tema de la crisis sanitaria.
El 2020 pudo haber sido el año en que la crisis climática se volvió más obvia que nunca:
- En enero, los incendios en Australia que comenzaron a fines de 2019 habían arrasado un área más grande que Irlanda.
- En abril, la Gran Barrera de Coral reportó el evento de blanqueamiento de coral más extendido registrado.
- En julio, hasta un tercio de Bangladesh se inundó, desplazando a millones de personas.
- En agosto, incendios récord en California hicieron que el cielo se volviera de color naranja oscuro temporalmente, y luego hicieron que fuera inseguro respirar afuera durante semanas.
- En noviembre, después de un número récord de tormentas en el Atlántico, los tifones en el Pacífico inundaron Vietnam y dañaron cientos de miles de hogares en Filipinas.
- En los Estados Unidos, hubo un número récord de desastres de miles de millones de dólares durante el año.
Y aunado a ello, cuando Joe Biden asuma el cargo, los niveles de CO2 en la atmósfera serán más altos que nunca en la historia de la humanidad. El desafío será mucho más difícil de resolver que si el gobierno hubiera actuado antes. Sin embargo, todavía es posible que EE. UU. tome un camino que hará posible que el país eventualmente cumpla con los objetivos del acuerdo climático de París y evite que los impactos climáticos que ya están ocurriendo empeoren mucho.
De acuerdo con los expertos, son estos temas por los que Biden debería comenzar:
1. Reincorporarse al Acuerdo de París
La retirada de Trump del Acuerdo de París tomó tres años y formalmente ocurrió solo un día después de las elecciones presidenciales. Este acto representaría un posible daño no únicamente a Estados Unidos, sino al resto del mundo. Empero, después de que Biden enviara una carta a las Naciones Unidas diciendo que buscaba volver a unirse, Estados Unidos tiene la posibilidad de ser parte del acuerdo en solo 30 días.
El acuerdo tiene como objetivo limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, y los países deben establecer objetivos para reducir las emisiones de acuerdo con ese objetivo.
La nueva administración necesita poner algo ambicioso y creíble sobre la mesa para que tengamos valor en el escenario internacional.
Rachel Cleetus, directora de políticas del programa de clima y energía de una organización sin fines de lucro.
2. Establecer un compromiso con las emisiones para 2030
Durante su campaña, Biden dijo que quería hacer que la electricidad esté libre de carbono para 2035 y lograr que la economía general de los EE. UU. llegue a cero, lo que significa que las emisiones se compensarán mediante la absorción de carbono a través de los árboles u otras capturas de carbono, para 2050.
Países desde el Reino Unido hasta Corea del Sur, ya tienen cero metas netas para 2050, no obstante, llegar allí requiere metas provisionales para mantener el rumbo:
2050 es el final absoluto del cronograma que tenemos. Acelerar los plazos mucho antes de eso es fundamental para llegar a dicho año.
Sara Baldwin, directora de política de electrificación en la organización sin fines de lucro Energy Innovation.
A nivel mundial, la ciencia climática sugiere que las emisiones deben caer alrededor del 45% para 2030 en comparación con los niveles de 2005 para estar en camino hacia el Acuerdo de París.
Estados Unidos tiene la responsabilidad de moverse más rápido porque es responsable de la mayoría de las emisiones a lo largo del tiempo y debería apuntar a una reducción de al menos el 50%.
3. Remediar acciones de Trump
Trump intentó debilitar más de 100 regulaciones ambientales, incluidas las reglas clave que limitan la contaminación de los automóviles y las plantas de energía. Biden puede usar órdenes ejecutivas para volver a implementar regulaciones y fortalecerlas.
Hay un gran lío que limpiar. Hay muchas reglas y regulaciones que se deshicieron, marginaron o diluyeron que necesitan ser restablecidas y fortalecidas.
Sara Baldwin, directora de política de electrificación en la organización sin fines de lucro Energy Innovation.
Una regla que Trump eliminó, por ejemplo, redujo las emisiones de las fugas de metano en la producción de petróleo y gas, una fuente crítica de contaminación que se puede frenar fácilmente.
4. Hacer que la recuperación sea verde
Un paquete de estímulo amplio puede crear empleos y reconstruir la economía al mismo tiempo que aborda el cambio climático con inversiones en cosas como modernizar la red eléctrica y hacer que los edificios sean más eficientes para ahorrar energía.
Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de conectar el imperativo a corto plazo con las necesidades a largo plazo para llegar a una economía neta cero e invertir en la infraestructura limpia que nos ponga en ese camino en lugar de duplicar nuestra inversión. inversiones en combustibles fósiles.
La atención debe centrarse en la reconstrucción de la infraestructura en las comunidades de bajos ingresos que históricamente han sido las más afectadas por la contaminación, ayudando a generar beneficios de salud inmediatos.
5. Crear estándares de electricidad limpia
En muchos estados, los estándares de electricidad renovable requieren que las empresas de servicios públicos proporcionen una cantidad cada vez mayor de energía limpia, esto ha ayudado a incrementar la energía solar y eólica.
En California, por ejemplo, un estándar de cartera renovable comenzó con un requisito del 20% de energías renovables para 2017, luego un nuevo requisito del 50% para 2030, y luego aumentó al 60%; para 2045, el estado requerirá electricidad 100% renovable.
El mismo tipo de estándares a nivel federal podría ayudar a que las cosas avancen aún más rápido. El costo de la tecnología de energía renovable se ha reducido tan rápidamente que es factible para los EE. UU. obtener un 90% de electricidad renovable en solo 15 años, sin aumentar las facturas de energía.
Una agenda política concertada centrada en las energías renovables aceleraría aún más este cambio. Idealmente, esto sucedería a través de la legislación, pero si el Congreso no actúa, la administración podría crear regulaciones bajo la Ley de Aire Limpio.
6. Generar cero emisiones en todos los autos nuevos para 2035
California decidió recientemente prohibir la venta de automóviles nuevos que funcionan con combustibles fósiles para 2035, y el gobierno federal podría seguir ese ejemplo.
Los coches eléctricos ya van camino de ser tan asequibles como los de gasolina en unos pocos años.
La EPA establece estándares de emisiones para vehículos de pasajeros, por lo que Biden podría indicarle a la agencia que haga esos estándares tan estrictos que solo los autos con cero emisiones los cumplirían. Una norma separada para camiones de servicio mediano y pesado podría alcanzar el mismo objetivo para el 2045.
Las agencias federales podrían cambiar a vehículos eléctricos, incluido el Servicio Postal, mientras que las subvenciones federales podrían ayudar a las ciudades a cambiar a los autobuses eléctricos para el transporte público.
7. Establecer normas para edificios e industria
Si bien los códigos de construcción locales también deben cambiar para ayudar a reducir las emisiones, la administración puede actualizar los estándares de eficiencia para los electrodomésticos, crear un plan para eliminar los combustibles fósiles en los edificios federales y aumentar los programas que ayudan a los consumidores a ahorrar energía y descarbonizar.
El gobierno también puede establecer estándares que requieran que industrias como el acero, el cemento y los plásticos limiten sus emisiones de gases de efecto invernadero. También puede poner en marcha otros programas nuevos, como la contratación de trabajadores de petróleo y gas despedidos para taponar pozos de petróleo abandonados. Hay varios otros pasos que la nueva administración puede tomar rápidamente, con o sin el apoyo del Congreso.
Las soluciones técnicas están ahí. Ha sido sorprendente ver la cantidad de resultados de modelos y análisis que muestran que es técnicamente factible y económicamente factible abordar el cambio climático. Lo que falta es la voluntad política.
Rachel Cleetus, directora de políticas del programa de clima y energía de una organización sin fines de lucro.
Aún es prematuro saber todo lo que vendrá con la llegada de Biden, sin embargo, el nuevo presidente tiene sobre sus hombros una gran responsabilidad y muchas expectativas por parte de la sociedad, así como de todos aquellos que creyeron él y apostaron por sus propuestas de campaña.
«Vice President Joe Biden visit to Israel March 2016» byU.S. Embassy Jerusalem is licensed under CC BY 2.0
«Vice President Joe Biden visit to Israel March 2016» byU.S. Embassy Jerusalem is licensed under CC BY 2.0
Muy buena informacion