Los planes que se tenían en el 2020 para abordar el cambio climático fueron pospuestos con la llegada de la pandemia, sin embargo, sus efectos continuaron provocando incendios, inundaciones y otro tipo de catástrofes.
En junio de 2020, las emisiones mundiales diarias de CO2 se situaron cerca de los niveles de 2019, año en el que se alcanzó un récord de 36,7 gigatoneladas; un 62% más que las registradas cuando empezaron las negociaciones sobre el cambio climático en 1990.
Esta alerta ambiental también motivó a buscar soluciones para combatir el cambio climático en la nueva normalidad derivada de la COVID-19, lo que probablemente marque el camino a seguir durante 2021. A continuación te contamos algunas historias que podrían tener énfasis en el tópico.
5 historias ambientales que podrían dominar en 2021
1. ¿Nueva administración a favor del planeta?
Para muchas personas, las elecciones presidenciales de noviembre fueron un gran problema para la acción climática, como en el caso de Michael Mann, uno de los científicos climáticos de más alto perfil, quien tuiteó en marzo que un segundo mandato para Donald Trump sería el juego final para el clima.
Esto se debe a que la administración de Donald Trump claramente destruyó las protecciones ambientales e incluso provocó que Estados Unidos se retirara del Acuerdo de París.
El impulso de Trump por ir en contra de al estabilidad ambiental continúa incluso mientras se prepara para dejar el cargo, ya que planea vender licencias para buscar gas y petróleo en el prístino Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
Aunque no todo es negativo, con la llegada de Joe Biden a la presidencia, se anunció un plan climático de 2 billones de dólares durante su campaña presidencial con la que ofrece la esperanza de un camino completamente diferente.
Biden se ha comprometido a volver a entrar en el Acuerdo de París en su primer día de mandato y a poner a los EE. UU. en el camino hacia cero emisiones netas para 2050.
Por otra parte, está estableciendo un equipo que incluye a Michael Regan, un regulador ambiental con un sólido historial en justicia ambiental, como director de la Agencia de Protección Ambiental. De hecho, el jefe de la ONU, Antonio Guterres, celebró la victoria de Biden y compartió que esperaba contar con un liderazgo estadounidense muy activo en la acción climática de ahora en adelante.
Expertos señalan que Biden puede tener otras rutas de acción que le permitirán incorporar medidas ambientales en una especie de paquete de estímulo económico cuando asuma el cargo.
También podrá eludir al Congreso y utilizar su poder ejecutivo para implementar medidas climáticas, por ejemplo, sobre emisiones y aire y agua limpios.
2. Agricultura inteligente y sostenible
Desde hace tiempo se sabe que la industria de la carne tiene un impacto sumamente negativo. Afortunadamente son más las personas que deciden concientizarse sobre esta situación y mirar más allá del empaque en el que viene protegida la carne.
Hecho que las esta motivando a investigar sobre el enorme costo climático, animal y humano que tiene un trozo de carne, así como emprender la búsqueda por empresas más éticas que ofrecen este mismo producto.
Por otra parte, la pandemia mostró una dimensión aterradora del costo para la salud humana de las granjas industriales y de los productos de origen animal. Afortunadamente, es más fácil que nunca reducir o eliminar la carne de nuestras dietas, gracias al auge de la carne sin carne y elaborada a base de plantas que ofrecen marcas como Beyond Meat.
En el extremo del espectro que suena más a ciencia ficción, la carne que no se mata, es decir, la carne cultivada a partir de células en un biorreactor, sin la necesidad de matar ningún animal, también ha experimentado un impulso este año.
Si podemos encontrar una manera de reducir las emisiones de la ganadería, que actualmente representan el 14,5% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre , sería un paso enorme en la lucha contra el cambio climático catastrófico.
3. Alerta con los océanos
Los océanos están en muy mal estado debido a la contaminación plástica, los desechos de miles de hoteles, las malas practicas del turismo, entre otros conflictos. El daño a los océanos afecta la seguridad alimentaria: alrededor de 3200 millones de personas dependen de los mariscos para aproximadamente el 20% de su ingesta de proteínas.
Y, a medida que aumentan las temperaturas y el hielo se derrite, el aumento del nivel del mar amenaza con ser catastróficos y parecido a esas películas apocalípticas que seguimos sin tomar en cuenta.
Afortunadamente aún podemos restaurar los océanos y otros ecosistemas como manglares y pastos marinos. Una manera de abordar este daño es con la pesca reglamentada y ampliar las industrias pesqueras más sostenibles, fomentar el cultivo de algas, impulsar el turismo sostenible y más.
En diciembre 14 países incluidos Canadá, Noruega, Australia, México y Kenia, firmaron un compromiso para gestionar de manera sostenible 11,5 millones de millas cuadradas de sus aguas nacionales.
De acuerdo con Erna Solberg, la primera ministra de Noruega, el bienestar de la humanidad está profundamente entrelazado con la salud del océano.
4. Salvar
La Lista Roja publicada en diciembre, señala que alrededor del 30% de las especies animales y vegetales está en riesgo de extinción.
Esta lista incluye todos los delfines de agua dulce del mundo, que están amenazados por los métodos de pesca, las represas y la contaminación. También incorpora a los robles, que son víctimas de la tala de tierras para la agricultura y la tala, además de los impactos de las especies invasoras y el cambio climático.
La UICN declaró que al menos 31 especies se han extinguido recientemente, incluidas tres especies de ranas y 15 especies de peces de agua dulce.
Mientras que un informe de 2019, encontró que hasta 1 millón de especies terrestres y marinas podrían extinguirse por acciones humanas si continúan las tendencias actuales.
Una conferencia histórica de la ONU sobre biodiversidad pospuesta en 2020 debido a la pandemia, y que ahora se realizará en mayo de 2021, invita a que los países tengan un cambio sistémico para detener una pérdida catastrófica de la naturaleza.
Lo que se necesita en 2021 es que las naciones tomen medidas agresivas hacia un cambio transformador que aborde las necesidades vinculadas de las personas y la naturaleza.
Kai Chan, profesor del Instituto de Recursos, Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Columbia Británica.
5. Combustibles sostenibles
Las empresas de petróleo y gas saben que están en terreno inestable y son conscientes del impacto de los combustibles fósiles en el cambio climático durante décadas, y aún así han invertido miles de millones de dólares en socavar la acción climática y promover la negación climática.
Aunado a ello, están tratando de reposicionarse como parte de la solución y como líderes en la acción climática, al mismo tiempo que instan a la cautela en la velocidad con la que hacemos la transición a una economía baja en carbono.
Las organizaciones y activistas están utilizando todas las herramientas para luchar contra la industria de los combustibles fósiles, y el ruido que hacen es cada vez más fuerte.
Los bancos e inversores que inyectan dinero en combustibles fósiles también están sintiendo esta presión. Las campañas para las instituciones financieras para que dejen de financiar nuevos proyectos de combustibles fósiles están ganando impulso y teniendo grandes éxitos.
Estas cinco historias buscan liderar el 2021 y motivar a empresas, sociedad y Gobierno a ejercer su responsabilidad con el entorno. ¿Se logrará un cambio?